Ishmail Bailey, policía de NYPD que trabajó como guardaespaldas para la esposa de El Chapo, Emma Coronel, durante su juicio por narcotráfico en Manhattan, se echó a llorar ayer durante una entrevista con New York Post en la cárcel, en El Bronx.
Bailey (36) fue arrestado esta semana por la Oficina de Asuntos Internos (IAB), por supuestamente vender cocaína y proteger a otros traficantes en Queens.
El viernes insistió en que no tenía idea de para quién estaba trabajando cuando tomó el empleo con Coronel, y que trabajó sólo un día con ella pues renunció apenas descubrirlo.
“Nunca había visto a esa mujer y nunca la volví a ver”, afirmó Bailey, ahora encarcelado por cargos de tráfico de cocaína en primer grado.
“Una vez que supe quién era ella, eso fue todo”, dijo, alegando que no cobró por el trabajo ese día. “No quería tener nada que ver con eso”, agregó. “No soy criminal. Soy un hombre de familia”.
Padre de tres hijos, afirma que tenía dificultades financieras y tomó un trabajo con una compañía de seguridad para completar el salario, y sólo se enteró cuando se presentó a trabajar ese día que estaría vigilando a Coronel durante el juicio de su esposo, Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Bailey hizo su trabajo como guardaespaldas para la esposa del capo mexicano, paralelo a su labor en la policía de Nueva York, dijeron fuentes de NYPD.
IAB y la fiscalía de Queens atraparon a Bailey en una elaborada operación de drogas, en la que supuestamente fue “contratado” para transportar y proteger lo que él pensaba que era un total de 5 kilos de cocaína.
Los fiscales dicen que el 27 de agosto, el veterano de 12 años de NYPD se reunió con un policía encubierto que se hacía pasar por traficante de drogas y supuestamente aceptó actuar como seguridad mientras la cocaína se movía por Queens.
“Nunca vendí drogas”, Bailey insistió en los cargos. “Ese no soy yo. Puedes preguntarle a cualquiera en la policía. Puedes buscar mi registro. Nunca he tenido ninguna queja sobre mí, ni de personas que haya arrestado ni de policías con los que he trabajado. Siempre he ayudado a cualquiera que lo necesitara”, dijo.
“Sé que me puse en una mala situación. Sólo estaba tratando de mantener a mi familia. Ser policía lo es todo. Nunca quise avergonzar al Departamento. Haría cualquier cosa para mantener mi trabajo”.
“Nunca he estado en problemas. Ésta es la primera vez que veo un par de esposas que no le estaba poniendo a otra persona”, insistió.
Bailey permanecía el viernes en el penal “Centro Vernon C. Bain”; está suspendido sin sueldo de la policía de Nueva York y debe regresar a la corte el 3 de octubre.
fuente.-
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