Aún no se había adentrado más de 300 metros en México cuando una familia texana de origen regiomontano fue víctima de la delincuencia organizada, al ser extorsionada en un retén montado por criminales en Nuevo Laredo
Los afectados narraron ayer con terror cómo los delincuentes, empuñando armas de grueso calibre, les exigieron 500 dólares tras cruzar la frontera el viernes cerca de las 6:30 horas.
"Aquí se necesita una cuota. Eso fue lo que nos dijeron", contó uno de los afectados.
Los cinco integrantes de la familia fueron detenidos por un retén en la calle Nicolás Bravo, aledaña al Puente Dos, cuando se dirigían al área de Control de Internación Temporal de Vehículos, donde se enteraron de más casos como el suyo.
"Hubo fácil una docena de familias afectadas", sostuvo uno de los afectados.
"Fueron siete reportes los que se hicieron ahí en Control, pero detrás de nosotros, descaradamente, estaban los criminales viendo cómo hacíamos los trámites y qué decíamos.
"Nosotros no denunciamos. Nos dio miedo", relató.
El acoso a los viajeros se suma a las balaceras que la delincuencia ha protagonizado recientemente en Nuevo Laredo, a la vez que en la frontera se ha recrudecido la pugna entre cárteles por las aduanas.
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