Primero hay que saber quién dice la verdad. A quién debemos, podemos, creerle. Para, después, exigir que investiguen, que lleguen a la verdad, que no haya otro acto más de impunidad.
Es decir, también, conocer a quién, a qué autoridad debemos exigirle que obedezca la ley, así como las órdenes del presidente López Obrador.
Una vez más desaparecieron 22 pasajeros, hombres jóvenes, que viajaban en un autobús en Tamaulipas. No es la primera vez que sucede.
Ante este hecho comenzó el juego de la “pelotita” entre Alejandro Gertz y el fiscal de Tamaulipas, con el agregado de las declaraciones de Alfonso Durazo.
Lo que se sabe es que hombres armados sacaron a los 22 jóvenes de un autobús que circulaba por carreteras de Tamaulipas, cerca de Reynosa. Punto.
Y que la Fiscalía de Tamaulipas, encabezada por Irving Barrios, no comenzó la investigación porque el hecho sucedió en una carretera federal, y afirma que es responsabilidad de la Fiscalía General de la República. A estas declaraciones habrá que sumar su “presunción” de que las víctimas son centroamericanas porque sus familiares no han interpuesto denuncia.
Lo que, en buen español, son muy pocas ganas de hacer algo.
El gobernador Cabeza de Vaca declaró que dicho autobús iba escoltado por patrullas de la Policía Federal, lo que fue negado en tuiter por el secretario de Seguridad Pública.
¿Tan mala información puede tener el gobernador de lo que sucede en su territorio?
Lo que estamos confrontando es una manera muy manoseada en que las autoridades se acostumbraron a responderá ante estos hechos. Primero “aventar” la responsabilidad a otras autoridades y después lavarse las manos. Total, a quién puede importar que decenas de hombre jóvenes sean secuestrados y/o asesinados.
Todo nos lleva a que este secuestro no es el primero. Y que tampoco la nula respuesta oficial es la primera. Por el contrario, parecería algo tan normal como un incidente de tránsito, algo que no merece la mínima atención.
¿Las carreteras de Tamaulipas son seguras? Sabemos que no. Ni las carreteras ni las calles.
¿Qué le corresponde hacer al gobierno federal? ¿Por qué Alejandro Gertz ha guardado silencio estos días? ¿El seguimiento que ordenó el presidente López Obrador, que ratificó la secretaria de Gobernación, para que militares, marinos y policías federales busquen a los desaparecidos, tendrá éxito?
Estos hechos, muy semejantes a aquellos que terminaron en una matanza en la población tamaulipeca de San Fernando, son responsabilidad de este gobierno. La pregunta es si la Fiscalía lo asumirá como un delito que le corresponde investigar. La segunda pregunta es si López Obrador se quedará cruzado de brazos ante la omisión extrema, casi festejada políticamente, del gobernador Francisco Cabeza de Vaca, como hiciera en su momento Peña Nieto con los gobernadores “irresponsables”.
La politización de las responsabilidades en materia de seguridad ha sido uno de los mayores impedimentos para combatir la violencia. A qué vamos a jugar este sexenio… ¿A qué le va a entrar Gertz Manero? ¿Qué se va a tragar López Obrador?
fuente.-Isabel Arvide/@isabelarvide (imagen/web)
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