Anuar González Hemadi, juez tercero del distrito judicial federal de Veracruz, con sede en Boca del Río, fue exhibido en las redes sociales con la etiqueta #JuezPorky, luego que concediera un amparo –que lo pone en la antesala de obtener su libertad– a Diego Cruz Alonso, uno de los cuatro jóvenes acusados de pederastia y abuso sexual contra la entonces menor de edad Daphne Fernández, en hechos ocurridos el 3 de enero de 2015.
González Hemadi consideró hace una semana que el delito de pederastia imputado a Diego, de 21 años, no quedó fehacientemente comprobado, por lo que otorgó el recurso contra la formal prisión que le dictaron el 23 de enero por ese delito. La información sobre el amparo fue filtrada a la prensa nacional el día de ayer, y desde entonces detonó la indignación en Veracruz y en las redes sociales.De acuerdo con la sentencia del amparo 159/2017, Anuar González concluyó que la Fiscalía General de Veracruz (FGE) no acreditó diversos elementos del delito de pederastia, como son el estado de indefensión de la víctima, el abuso sexual y la intención lasciva de satisfacer un apetito sexual.
“Le tocó los senos, le metían sus manos debajo de la falda, y (Cruz Alonso) le introdujo sus dedos por debajo del calzón y se los introdujo en la vagina, pero no observa una intención lasciva ni intención de ‘copular’, por lo que lo sucedido no se considera un acto sexual ni intención lasciva, sino un roce o frotamiento incidental”, fue la tesis jurídica del juez federal para otorgar el amparo, que pondría a Diego Cruz en la antesala de obtener su libertad en próximos días.Mientras tanto, el hoy llamado #JuezPorky fue ridiculizado en las redes sociales con insultos, mentadas de madre y señalamientos de corrupción; incluso en una ilustración que ya circula viral en Twitter y Facebook, cibernautas invitan a “Recordar su rostro” como el juez que no encontró “conductas lascivas” en “Los Porkys” y por ello otorgó un amparo a uno de ellos.
Incluso, también en redes se han difundido imágenes del juez junto a su esposa y sus dos hijas, menores edad, a quienes no se les difumina el rostro.
Hoy en rueda de prensa, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), Edel Álvarez Peña, dijo que la FGE debe tomar cartas en el asunto del amparo obtenido por Diego Cruz Alonso, pues los jueces del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) tomaron la “decisión correcta” de ordenar la prisión contra Diego Cruz, sin embargo, un amparo otorgado por el juez federal apreció lo contrario.
“Creemos que esto no fue correcto (el amparo). Respetamos la decisión de un juez federal, y se acata, pero otorgar amparo a este joven acusado (creemos) que se violan los derechos de la víctima”, sentenció Álvarez.
Cruz fue extraditado de España –donde fue detenido en junio pasado– y recluido en la cárcel de “El Penalito”, en Veracruz. Al joven se le acusa de pederastia tumultuaria y enfrenta una pena de 12 a 40 años de cárcel.
Aunque el abuso sexual ocurrió en enero de 2015, cuatro meses más tarde Daphne Fernández decidió contarle a su hermana mayor lo sucedido, y después expuso el caso ante personal del bachillerato privado donde estudiaba.
Tras ello, el padre de la joven, Javier Fernández, presentó la denuncia penal y exigió justicia al gobierno estatal, en ese entonces encabezado por Javier Duarte. También ejerció presión en medios nacionales e internacionales para que los llamados “Porkys de Costa de Oro” fueran castigados.
En la investigación ministerial 592/15/1ESP/VER/05 se relata cómo Enrique Capitaine, hijo del exalcalde de Nautla, Felipe Capitaine, y los vástagos de los empresarios Jorge Cotaita Cabrales, Gerardo Rodríguez Acosta y Diego Cruz Alonso, subieron por la fuerza a la hija de Fernández Torres al interior de un vehículo.
Posteriormente llevaron a la joven al domicilio de uno de los acusados, en el fraccionamiento residencial Costa de Oro, y en el baño del inmueble abusaron sexualmente de ella.
La denuncia de hechos interpuesta por Fernández Torres describe la manera en que Daphne fue llevada por sus agresores en contra de su voluntad al salir de la discoteca “PH”. Los cuatro jóvenes, se añade en la queja, le quitaron su teléfono celular para que no pudiera comunicarse con las amigas con las que acudió ese día a bailar.
“La subieron contra su voluntad en la parte de en medio del asiento de atrás del auto, y era custodiada por Jorge Cotaita por un lado (atrás del conductor) y Diego Cruz por el otro (atrás del copiloto). Estos dos sujetos le jalaban la ropa y la manoseaban por debajo de la falda, tocándole sus pechos y partes íntimas. Ella les insistió que no lo hicieran, que no quería eso, pero ellos, entre burlas y agresiones, seguían haciéndolo mientras Enrique Capitaine manejaba a toda velocidad, con Gerardo Rodríguez como copiloto. Todo ese tiempo, ella trataba de calmarlos y hacerlos entrar en razón, pero no lo logró”, se acusa en el documento ministerial al que tuvo acceso Apro.
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