Hecho en Sinaloa. Es el sello de los principales narcotraficantes mexicanos fundadores de la organización que lleva el mismo nombre y que ha sobrevivido más de dos décadas de combates y traiciones.
Aunque se construyó por parentescos y grandes amistades, que surgieron desde hace más de 27 años, hoy el Cártel de Sinaloa se encuentra fragmentado y en disputa. De no arreglar el problema interno, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) podría ser la organización que los desplace, advirtieron expertos en el tema.
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Antonio Mazzitelli, representante regional de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), afirma que la organización de El Chapo Guzmán ha llegado a ser la más poderosa del mundo.
“Con la recaptura y extradición de El Chapo a EU queda sólo el liderazgo de Ismael El Mayo Zambada, lo que hace que haya un vacío de poder”.
Para Alejandro Hope, analista de seguridad, el Cártel de Sinaloa ha tenido varias fragmentaciones, la más importante cuando los Beltrán Leyva salieron del grupo que originó “una disputa bestial” en su interior. Relata que el grupo que encabezó Arturo Beltrán tenía los contactos con liderazgos de organizaciones en Colombia, y un acceso natural a Sonora y a Estados Unidos.
Los inicios se remontan a la conformación del Cártel de Guadalajara en los años de 1970, encabezados por Miguel Ángel Félix Gallardo, El Padrino; Rafael Caro Quintero, El Narco de Narcos, y Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto. Todos bajo la escuela de Pedro Avilés Pérez, pionero de la droga en el país.
Ahí también estaba Héctor El Güero Palma, uno de los más cercanos a Félix Gallardo, y Joaquín El Chapo Guzmán que comenzaba a tomar notoriedad en los años 1980.
“La matriz es el viejo Cártel de Guadalajara, hay una ruptura con los Carrillo, los Arellano y se forman cinco facciones: la de El Chapo, la de El Mayo, los Beltrán, Nacho Coronel y El Azul; de esos viejos liderazgos quedan El Mayo y quizá El Azul”, dice Alejandro Hope.
Félix Gallardo se sintió traicionado al enterarse de que El Güero Palma buscaba hacer su propio negocio de las drogas; ese fue el detonante del primer rompimiento que dio origen a dos cárteles entre 1989 y 1990, el de Tijuana, de los Arellano Félix, y el de Sinaloa, encabezado por Héctor Palma, Joaquín Guzmán Loera y al que se sumarían Ismael El Mayo Zambada, Juan José Esparragoza El Azul e Ignacio Nacho Coronel, que dejó el Cártel de Juárez de Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos.
Las primeras detenciones. Caro Quintero, Fonseca Carrillo y Félix Gallardo fueron a prisión por el secuestro y homicidio de Enrique Camarena Salazar, agente de la DEA, y el piloto Alfredo Zavala Avelar, en febrero de 1985. El camino quedó libre para el Cártel de Sinaloa.
Con el paso del tiempo esa organización comenzó a amalgamar mucho poder, se convirtió en el grupo más importante de los cárteles de la droga en el mundo, para ello tuvo alianzas con otros, por ejemplo, Los Beltrán Leyva. Para Antonio Mazzitelli, la organización tuvo éxito con Joaquín Guzmán Loera gracias a la innovación al traficar drogas, abrir nuevos mercados y rutas, así como a la capacidad para solucionar problemas internos. En el poder, Guzmán Loera fue detenido en junio de 1993 en Guatemala y trasladado a México para ser encarcelado en Puente Grande. El grupo seguía unido y él operando desde prisión. El negocio crecía, los enfrentamientos con los otros cárteles también, mientras que El Chapo preparaba su primer escape de prisión de la mano de Dámaso López Núñez, El Licenciado. Guzmán Loera se fugó en enero de 2001.
El Cártel de Sinaloa comenzó a extenderse, ganó terreno en Sonora, Nayarit, Colima, Durango, Baja California, Guanajuato, Michoacán, Zacatecas, Guerrero, Coahuila, Tlaxcala y Puebla. La dinastía Guzmán creció. Joaquín Guzmán procreó con Alejandrina Salazar Hernández a César, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo; con Griselda López tuvo a Joaquín, Ovidio, Griselda y Édgar; años más tarde con Emma Coronel, sobrina de Nacho Coronel, procreó a gemelas.
Con la llamada guerra contra el narcotráfico las otras organizaciones criminales fueron debilitadas en sus estructuras y finanzas. En enero de 2008 fue capturado Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo. Su hermano Arturo El Barbas acusó a El Chapo de entregarlo. En mayo de ese mismo año fue asesinado Édgar Guzmán, hijo de El Chapo, y se presumió que fue la venganza de Arturo Beltrán Leyva. Los enfrentamientos entre esas dos organizaciones también se dieron cuando Alfredo Beltrán, El Mochomito, alcanzó el liderazgo.
En febrero de 2014, ocho años después de la guerra contra el narcotráfico, Joaquín Guzmán fue reaprehendido y trasladado a El Altiplano. La organización comenzó a tener problemas internos ante la posible extradición del líder de Sinaloa; no obstante, El Chapo aún tenía el mando junto con El MayoZambada y José Esparragoza, El Azul. Lo hizo ver con su segunda fuga en julio de 2015, pero en enero de 2016 se anunció su recaptura. Las pugnas internas aumentaron con la extradición de El Chapo. Se advirtió en la entidad por la decena de enfrentamientos.
Martín Robles Armenta, subprocurador de Justicia de Sinaloa, declaró que en los primeros 28 días de 2017 al menos 58 personas fueron ejecutadas. Según la procuraduría local, entre el 21 y el 28 de enero se cometieron 25 asesinatos más en varios puntos de Mazatlán. El primer fin de semana de febrero, de acuerdo con la procuraduría, hubo al menos otros 12 muertos en diversos hechos delictivos.
Aureliano Guzmán, El Guano, hermano de Joaquín, pelea el liderazgo a sus sobrinos Iván y Alfredo Guzmán. Pero los hijos de El Chapo denunciaron hace unos días, en una carta que aún no es autentificada, que Dámaso López los había atacado cuando habían sido citados a una reunión en la que estaría El Mayo. Otro personaje que, aunque es externo al Cártel de Sinaloa, se encuentra en la disputa es Fausto Isidro Meza, El Chapo Isidro, quien controla lo que queda de Los Beltrán Leyva con su célula de Los Mazatlecos. “Ahora hay pelea entre los hijos de El Chapo y Aureliano y Dámaso. Se va a seguir fragmentado y la disputa intergeneracional va a dar como resultado un nuevo grupo. Al exterior se enfrentan a El Chapo Isidro y al Cártel Jalisco Nueva Generación”, dice Alejandro Hope.
Antonio Mazzitelli afirma que será fundamental el papel de El Mayo. “Los nuevos [los hijos de los capos] no están dispuestos a encontrar soluciones negociadas y quieren luchar. El Cártel de Jalisco podría ser el sucesor de lo que fue la gran organización el Cártel de Sinaloa frente a la debilidad interna”.
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