Francisco
Javier Pérez Maqueda afirma ser víctima de una maquinación donde, mediante la
"siembra" de dinero en su vehículo oficial y el engaño de altos
mandos al Consejo de la Judicatura Federal (CJF), se quitó de en medio a los funcionarios
clave en la asignación de obras millonarias.
En entrevista, el ex director de Inmuebles y Mantenimiento del CJF acusó a Rosa María Vizconde, secretaria ejecutiva de Administración, y a Marino Castillo Vallejo, Contralor del Poder Judicial de la Federación, de engañar a los consejeros de la Judicatura y dañar a gente ajena a los hechos.
Afirmó que del 8 al 10 de febrero, fecha esta última en que se hallaron aproximadamente 4 millones de pesos en el Sentra que le asignó el CJF, estuvo de comisión en Nayarit, acompañado por algunos de sus colaboradores.
"¿Cómo seleccionaron a los seis que iban a destituir? Engañaron al pleno del CJF la maestra Rosa María Vizconde y el Contralor, porque ¿a quiénes están señalando?, a la secretaria técnica de Proyectos y Presupuestos (Paola Graciela Silva Larios), que iba conmigo en el viaje y que no estaba aquí el día de los hechos. Ella no tenía acceso a las llaves ni uso del vehículo.
"El ingeniero Rodolfo Martínez Quintero, que es el director de la Secretaría Técnica de Obras y Mantenimiento, también estaba conmigo en Tepic y no tenía tampoco acceso a llaves del vehículo ni al vehículo mismo. El licenciado José Alejandro McNaught, es el director de Presupuestos y Concursos, él es el que dirige todos los concursos de obra pública, también a él lo sacan", sostuvo.
Los únicos que tenían acceso a las dos llaves del Sentra, subrayó, eran su chofer, Juan Carlos Hernández Paredes, y su secretario particular, Michel Hidalgo González, quienes renunciaron antes de ser separados del cargo.
En entrevista, el ex director de Inmuebles y Mantenimiento del CJF acusó a Rosa María Vizconde, secretaria ejecutiva de Administración, y a Marino Castillo Vallejo, Contralor del Poder Judicial de la Federación, de engañar a los consejeros de la Judicatura y dañar a gente ajena a los hechos.
Afirmó que del 8 al 10 de febrero, fecha esta última en que se hallaron aproximadamente 4 millones de pesos en el Sentra que le asignó el CJF, estuvo de comisión en Nayarit, acompañado por algunos de sus colaboradores.
"¿Cómo seleccionaron a los seis que iban a destituir? Engañaron al pleno del CJF la maestra Rosa María Vizconde y el Contralor, porque ¿a quiénes están señalando?, a la secretaria técnica de Proyectos y Presupuestos (Paola Graciela Silva Larios), que iba conmigo en el viaje y que no estaba aquí el día de los hechos. Ella no tenía acceso a las llaves ni uso del vehículo.
"El ingeniero Rodolfo Martínez Quintero, que es el director de la Secretaría Técnica de Obras y Mantenimiento, también estaba conmigo en Tepic y no tenía tampoco acceso a llaves del vehículo ni al vehículo mismo. El licenciado José Alejandro McNaught, es el director de Presupuestos y Concursos, él es el que dirige todos los concursos de obra pública, también a él lo sacan", sostuvo.
Los únicos que tenían acceso a las dos llaves del Sentra, subrayó, eran su chofer, Juan Carlos Hernández Paredes, y su secretario particular, Michel Hidalgo González, quienes renunciaron antes de ser separados del cargo.
"Esta situación se da cuando yo estaba
fuera y, sin embargo, se me juzga como el culpable. Es como si en su coche
aparece un muerto, usted llega y abre la cajuela y dicen 'usted lo mató'.
Espérenme, primero denme el beneficio de la duda y la presunción de inocencia,
antes de que me diga que 'yo lo maté', apareció allí pero alguien lo
puso", comentó.
"La situación es algo así como que hay un dinero dentro de su vehículo, pero a mí no me agarraron en flagrancia trayendo el dinero en la mano y metiéndolo a la cajuela o manejando el vehículo, sino que lo detectaron. ¿Cómo lo detectaron?, ¡quién sabe!".
Al mencionar a su secretario particular, el ex director recordó que le fue recomendado por el Contralor Marino Castillo.
Pérez Maqueda refirió que, poco después del hallazgo del dinero, el Contralor le dijo a Hidalgo que había indicios de que el vehículo Sentra había salido el 9 de febrero a las 23:30 horas y había regresado al edificio del CJF, en Avenida Picacho, al día siguiente a las 7:00.
Según el ex director, el propio Hidalgo le comunicó lo anterior.
Conforme al relato de Pérez Maqueda, existían las condiciones para "sembrarle" el dinero en su vehículo oficial, pues en principio no había cámaras de vigilancia en el inmueble y había el antecedente de la presencia de un presunto criminal.
A fines del año pasado detectaron en el interior del edificio de Picacho a Gustavo Toledo Vivian, un sujeto que había sido acusado de pertenecer a una banda del narcotráfico que operaba en el Estado de México y Jalisco.
Cuestionado sobre quién pudo haberle plantado una suma millonaria, el ex funcionario no señala a nadie en particular, aunque considera que existen intereses alrededor de los contratos de obra y casos de corrupción que él mismo denunció.
Un ejemplo es el caso de la licitación del edificio judicial en Apizaco, Tlaxcala, donde la empresa PQ Servicios e Infraestructura reportó a Pérez Maqueda que unas personas les ofrecieron ese contrato a cambio de 15 por ciento de comisión.
Cuando esa obra fue licitada, se descubrió que la empresa Desarrollos Residenciales Turísticos poseía tres documentos relacionados con la licitación, antes de ser pública, entre ellas la convocatoria y una tarjeta informativa del 9 de mayo de 2016 que Rosa María Vizconde dirigió al Contralor Marino Castillo.
"Puede haber muchos intereses, si me sacan del camino pueden poner a otra persona", dijo Pérez Maqueda.
"La situación es algo así como que hay un dinero dentro de su vehículo, pero a mí no me agarraron en flagrancia trayendo el dinero en la mano y metiéndolo a la cajuela o manejando el vehículo, sino que lo detectaron. ¿Cómo lo detectaron?, ¡quién sabe!".
Al mencionar a su secretario particular, el ex director recordó que le fue recomendado por el Contralor Marino Castillo.
Pérez Maqueda refirió que, poco después del hallazgo del dinero, el Contralor le dijo a Hidalgo que había indicios de que el vehículo Sentra había salido el 9 de febrero a las 23:30 horas y había regresado al edificio del CJF, en Avenida Picacho, al día siguiente a las 7:00.
Según el ex director, el propio Hidalgo le comunicó lo anterior.
Conforme al relato de Pérez Maqueda, existían las condiciones para "sembrarle" el dinero en su vehículo oficial, pues en principio no había cámaras de vigilancia en el inmueble y había el antecedente de la presencia de un presunto criminal.
A fines del año pasado detectaron en el interior del edificio de Picacho a Gustavo Toledo Vivian, un sujeto que había sido acusado de pertenecer a una banda del narcotráfico que operaba en el Estado de México y Jalisco.
Cuestionado sobre quién pudo haberle plantado una suma millonaria, el ex funcionario no señala a nadie en particular, aunque considera que existen intereses alrededor de los contratos de obra y casos de corrupción que él mismo denunció.
Un ejemplo es el caso de la licitación del edificio judicial en Apizaco, Tlaxcala, donde la empresa PQ Servicios e Infraestructura reportó a Pérez Maqueda que unas personas les ofrecieron ese contrato a cambio de 15 por ciento de comisión.
Cuando esa obra fue licitada, se descubrió que la empresa Desarrollos Residenciales Turísticos poseía tres documentos relacionados con la licitación, antes de ser pública, entre ellas la convocatoria y una tarjeta informativa del 9 de mayo de 2016 que Rosa María Vizconde dirigió al Contralor Marino Castillo.
"Puede haber muchos intereses, si me sacan del camino pueden poner a otra persona", dijo Pérez Maqueda.
Fuente.-
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