Imagen.-@Ahelguera/La Jornada |
A casi una semana de la presentación del paquete económico 2017, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que se va a plantear al Congreso de la Unión adelantar la liberalización de los precios de las gasolinas prevista para 2018.
Esto significa que el gobierno federal, pese al impacto inflacionario, va a tratar de asegurar los ingresos por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas de manera completa, al no existir un tope como ahora que sirve para que no suba el precio al público más de 3%, decisión que no estaría contaminada por el ruido político con las elecciones presidenciales, dijeron analistas.
Además, con ello los nuevos jugadores que van a surgir con la apertura del mercado para las importaciones de gasolinas van a ver más atractiva su participación, comentaron.
En julio, EL UNIVERSAL publicó que existía la posibilidad de que el gobierno federal adelantara la liberalización para el próximo año, ante la ratificación del compromiso de no subir ni crear nuevos impuestos por el Acuerdo de Certidumbre Tributaria, y porque la reforma fiscal dio todo lo que tenía que dar en ingresos, dado que la recaudación del impuesto a las gasolinas deja cuantiosos recursos similares a los que antes se destinaban para subsidiar a los carburantes.
El subsecretario de Ingresos de Hacienda, Miguel Messmacher, confirmó en entrevista con Radio Fórmula que el paquete económico de 2017, que entregan al Congreso a más tardar el 8 de septiembre, contiene adelantar la liberalización de los precios de las gasolinas el próximo año.
Dijo que analizan la posibilidad de que la liberalización sea a partir de enero de 2017, aunque la última palabra la tiene el Congreso.
Esta sería la segunda vez que el Ejecutivo proponga al Congreso avanzar hacia la liberalización total que se prevé en la reforma energética y que fue aprobada por senadores y diputados para 2018. Para 2016 se propuso acelerar el proceso de transición bajo una banda de flotación de 3% hacia arriba o hacia abajo.
Ahora, los legisladores decidirán abandonar la banda que se iba ampliar más de 3% para 2017 y dejarlos a la libre oferta y demanda conforme a la referencia internacional.
Sin ruido político. Para el economista en jefe de Barclays México, Marco Oviedo, es una decisión en el sentido correcto porque ante nuevos competidores en el mercado de importación de combustibles, es algo que se tiene que dar de forma forzosa.
Además, se aleja del “ruido político” de 2018 con el cambio de administración que pudiera generar una mala interpretación, consideró.
En su opinión, de aprobarse en el Congreso, los precios se van a mover conforme a la referencia internacional y la cotización del crudo, es decir, acorde a los choques de oferta como sucede con otros productos que se utilizan para medir la inflación.
Más ingresos. Desde el punto de vista de ingresos, el subdirector de análisis de Vector Casa de Bolsa, Luis Adrián Muñiz, dijo que es favorecedor para la SHCP la liberalización total.
Explicó que con el actual esquema, cuando el precio de los combustibles está en el techo de la banda de flotación, Hacienda pierde algo del IEPS por litro de gasolina que se vende.
Afirmó que al estar determinados por la oferta y la demanda, se garantiza que cobrará el impuesto completo que se aplica a carburantes.
Para el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz,
si pasa la propuesta de la SHCP en el Congreso, va a ser un gran golpe para la inflación.
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