Pregunto a quienes lo conocen y me dicen
que Santiago Nieto no es el abogado obtuso e ignorante que se mostró al ofrecer
10 días de ventaja a Arturo Escobar para renunciar a la Subsecretaria de
Gobernación, huir del país si creyera que escapar por el túnel que le construyó
la FEPADE es la solución a sus problemas.
Si lo fuera no tendría pretensiones de
ser magistrado del Tribunal Federal Electoral.
En realidad sus amigos abogados
sospechan que el fiscal especial Para la Atención de Delitos Electorales se
concretó a cumplir la orden de crear condiciones para rectificar el error de la
designación de Escobar como subsecretario de Prevención del Delito cuando ya lo
perseguía la fama de ser posible delincuente electoral.
Sólo en las películas, me dicen, un
fiscal obsequia 10 días de ventaja al objeto de sus pesquisas para que encuentre
la forma de eludir a la justicia, una de ellas, quizá la principal, dotar a su
defensa de un arma letal contra el Ministerio Público: la violación a la
secrecía de la averiguación previa y la exhibición de falta de apego al derecho
y respeto a la ley por parte de la PGR.
Si el apresuramiento del fiscal especial
Para la Atención de Delitos Electorales no forma parte de una estrategia para
echar a la calle a Escobar, merecería un jalón de orejas de Arely Gómez, tipo
los que propinaba la ex procuradora Marisela Morales a sus subalternos cuando
su sucesora despachaba en la FEPADE, porque eso no lo haría un estudiante de
primero de plastilina en la Facultad de Derecho.
Aceptemos sin conceder que por
delincuente electoral, Escobar es merecedor de perder su condición de
subsecretario de Gobernación, ser sentenciado por un juez y terminar su carrera
política envuelto en el descrédito, pero resulta inexplicable que la PGR, a
través de la FEPADE, viole el artículo 225 del Código Penas Federal en sus
fracciones VII y XVIII y revelando información indebida lo eche al circo para
servir de banquete a las fieras de la arena y las gradas, pero también para
obsequiarle la dorada oportunidad de eludir a la justicia en caso de que sea
culpable.
En los hechos, Nieto dijo a Escobar:
¡Huye! Y el subsecretario de Prevención al Delito aprovechó la oportunidad, no
para abandonar el país, pero sí para renunciar a su alto puesto con la
confianza de que su abogado, si no es tan chafa como el fiscal especial, le
conseguirá la libertad no por inocente o culpable, sino por violación de la
norma en su agravio.
Por lo pronto, es la primera ocasión que
los viejos lobos de la procuración de justicia ven a un fiscal anunciar la
consignación del objeto de sus pesquisas.
Fuente.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: