LA TAJANTE CERTEZA DE BALTAZAR
Las declaraciones de Balta, en la entrevista de ayer concedida a un periodista local, son más que elocuentes. Pero la fotografía lo es aún más todavía, con un Baltazar reclinado en el sofá y con las piernas cruzadas, lo cual, en el lenguaje corporal es traducido por los especialistas en el tema, como una actitud de clara autosuficiencia.
Por primera vez, en la historia de las sucesiones sexenales de Tamaulipas, (he reseñado algunas), un político priísta se atreve a afirmar de cara a la opinión pública del estado: “Yo voy a ser, que quede claro, para que no exista ni una duda”.
Habrá que ver, cual es la opinión del resto de los competidores, pero de entrada, el diputado matamorense está mostrando una seguridad que desarmal hasta al más pintado de sus adversarios internos. Porque no es igual decir, yo quiero ser, a yo voy a ser. Esto último, desde luego no son palabras al aire, sino toda una postura y una convicción que debe tener, por supuesto un sustento muy poderoso.
Lo que Balta acaba de declarar no requiere de lecturas, porque ha usado un lenguaje directo, y sin rodeos. Sin embargo, una de dos cosas es cierta: o bien estamos ante un político bastante temerario, o en su caso tendremos que aceptar que, el grupo del Presidente Enrique Peña Nieto, ya le dio luz verde para que BHO se abra de capa, y nos adelante a los tamaulipecos, lo que viene, para que, como dijo alguna vez Salinas, no nos hagamos bolas.
Y es que Balta no nos anda mostrando fotos con políticos actuales o desfasados; no ha hecho gala de tanta parafernalia propagandística, simplemente está recorriendo el estado y anuncia: aquí estoy, yo soy el candidato.
Los hechos parecen darle la razón a Baltazar, porque desde el momento en que llegó a Tamaulipas e inició la gira de un mes por la entidad, sus competidores internos, resintieron la sacudida del terremoto. Y percibieron lo frío del acero, otorgándole de inmediato la categoría del “enemigo a vencer”.
Respecto a los trapitos al sol que le puedan sacar, me parece que Balta y sus amigos de la Presidencia, ya lo tienen perfectamente medido. Como bien lo dijo en la entrevista, si tuviesen elementos para descarrilarlo, ya lo hubieran hecho. O tal vez, ni siquiera a la diputación plurinominal habría llegado. Pero, desde el momento en que aparece en el escenario, es porque sabe que no hay suficiente parque para que lo combatan sus adversarios.
Y el hombre ahí está en plena gira por la entidad. A ojos vistos, se prepara para ser el próximo gobernador. Es una baraja abierta, así han decidido jugarla los del centro.
¿Alguien se atreverá a apostar por zancadillarlo? Hacerlo y no conseguirlo, obviamente, entraña serios riesgos.
Fuente.-Fernando Acuna/Columnista
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