Visitanos tambien en:

sábado, 8 de febrero de 2025

¿PODRAN 10 MIL SOLDADOS DETENER al FENTANILO o VAN ATORAR PURAS ESCALERAS ?”: “EVIDENCIA SUSTANTIVA PRELUDIA ENESIMO FRACASO”…no han podido en 4 sexenios, es iluso pensar que podrian en 30 dias.


Durante su campaña presidencial, el Presidente Donald Trumppresumió que en su primera Administración obligó a México a desplegar 28 mil soldados en sus fronteras para evitar aranceles,e incluso luego lo “agarro de cotorreo”, señalandos que le habian salido gratis, lo cual no era falso.

Pero ahora,esta semana, Trump y México negociaron otro acuerdo para enviar 10 mil miembros adicionales de la Guardia Nacional a la frontera para detener el flujo de migrantes y drogas, un arreglo para evitar una vez más aranceles estadounidenses, lo que Trump ha defendido como una victoria para Estados Unidos,mientras la Presidenta Claudia Sheinbaum glorificaba su derrota.

Estas posiciones bilaterales dejan mas que en claro que el operativo refleja una priorización de la retórica sobre la sustancia. Trump obtiene una victoria mediática al exhibir tropas en la frontera, mientras Sheinbaum evita aranceles inmediatos. No obstante, la militarización repetida ignora lecciones clave:

Las redes criminales se adaptan: Como señala Stephanie Brewer en una interesante entrevista publicada por WOLA,donde habla de la militarización fallida y de duplicar una “guerra contra las drogas” fracasada que solo lleva a los cárteles a innovar ,con una increíble capacidad para recomponerse y acostumbrarse a las nuevas estrategias.

Sin atacar la producción, mejorar la inteligencia y fortalecer la cooperación bilateral y el apremiante enfoque de salud pública en EE.UU., no solo medidas fronterizas, el despliegue será un parche temporal en una crisis estructural.

Que dicen analistas :

Pero los analistas y ex diplomáticos que negociaron el primer despliegue de tropas en 2019 ,dudan que los soldados adicionales tengan mucho efecto para frustrar el flujo de migrantes o drogas, particularmente el fentanilo.

En cambio, dicen, el despliegue acordado por la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, puede más bien responder a la afinidad de Trump por hacer acuerdos y no una campaña militar bien pensada.

“Hay mucho impacto y asombro, pero muy poca política”, dijo Arturo Sarukhán, Embajador de México en Washington durante el mandato del Presidente Felipe Calderón de 2006 a 2012, cuyo Gobierno persiguió agresivamente a los cárteles dentro del País, desencadenando niveles extraordinarios de violencia en todo el territorio.

La Secretaría de Defensa no respondió a preguntas sobre el despliegue y Sheinbaum hasta ahora ha dicho poco sobre qué exactamente será la fuerza responsable.

México ya tiene una importante presencia militar a lo largo de la frontera con Estados Unidos,de tal suerte que este despliegue no impacta operativamente nada.

Sam Storr, analista que da seguimiento a la actividad militar en el Proyecto de Seguridad Ciudadana de la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México, dijo que en la primera mitad de 2024 había un promedio mensual de mil 115 miembros de la Guardia Nacional y 7 mil 959 soldados del Ejército mexicano en la frontera norte del país, como parte de las labores de control migratorio.

Storr aseveró que la incorporación de 10 mil nuevos miembros a la Guardia Nacional podría “ser un aumento potencialmente significativo”, pero también lo calificó de “extremadamente confuso”.

El analista ejemplicó que no se sabía si las tropas serían rotadas por otro militares. Agregó, con base en solicitudes de registros públicos, que es el Ejército mexicano el que ha llevado a cabo más incautaciones de drogas y tiene una mayor presencia en los estados del norte.

La Guardia Nacional, dijo Storr, “parece ser una fuerza auxiliar”, que llena los vacíos de la Policía estatal y contribuye al control de las aduanas.

La pregunta más importante es qué pueden hacer las tropas adicionales, si es que pueden hacer algo, para detener el flujo de fentanilo a Estados Unidos.

“Es como un juego de niños”, afirmó Sarukhan. “La mayor parte del fentanilo pasa por los puntos de entrada legales a Estados Unidos, no entre ellos, y ahí es donde se desplegarán la mayoría de las tropas: en los puntos de entrada ilegales”.

Según los analistas, el desafío de interceptar el fentanilo es triple. 

En primer lugar, el fentanilo es compacto y sólo se necesitan pequeñas cantidades de esta para drogar a mucha gente; es mucho más fácil introducirlo de contrabando a Estados Unidos en vehículos particulares que otras drogas. Y, las fuerzas de seguridad mexicanas no registran vehículos en los puertos de entrada estadounidenses, eso ocurre en el lado estadounidense de la frontera.

En segundo lugar, la mayoría de los traficantes de fentanilo no son migrantes ilegales, como afirma Trump, sino ciudadanos estadounidenses que cruzan la frontera. En 2023, los ciudadanos estadounidenses fueron responsables del 86 por ciento de los casos de tráfico de fentanilo en Estados Unidos, según cifras del Gobierno.

En tercer lugar, aunque la Guardia Nacional está autorizada a realizar inspecciones, se necesitarían muchos más soldados para inspeccionar eficazmente el volumen de vehículos, lo que probablemente haría más lento el comercio bilateral entre Estados Unidos y México. 

En 2018, en el puerto de entrada de Laredo, Texas (por donde pasa la mayor parte del comercio) pasaron más de 5 millones de automóviles y 2.3 millones de camiones que transportaban mercancías por un valor aproximado de 235 mil millones de dólares.

“La militarización en la lucha contra las drogas no es nada nuevo”, dijo Stephanie Brewer, directora para México del instituto de investigación de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos.

“En todo caso, esto dobla la apuesta de una guerra contra las drogas que ha fracasado y que no ha hecho nada para frenarlas desde hace décadas”. 

Los analistas afirman que para acabar con el fentanilo se necesita más inteligencia para perseguir laboratorios o identificar a ciudadanos estadounidenses que lo trafican. La Guardia Nacional mexicana es una fuerza relativamente nueva y recién estableció su propia unidad de inteligencia a fines de 2023.

La inteligencia “es realmente la herramienta más eficaz, más allá de 10, 15 o 20 mil miembros de la guardia nacional”, dijo Jonathan Maza, analista de seguridad radicado en México.

Maza dijo que una mayor cooperación entre las autoridades mexicanas y las agencias estadounidenses –como la DEA; la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos; y el FBI– era crucial.

Pero ese trabajo debe hacerse en otras partes, no en los cruces. “La producción de fentanilo no se produce en la frontera, sino en el interior del país”, dijo Falko Ernst, analista de seguridad en México.

“Se trata de redes transnacionales de crimen organizado que utilizan tanto el territorio estadounidense como el mexicano”, añadió. “Lo que se necesita es una solución transnacional”. 

Con informacion: ELNORTE/ WOLA/ MEDIOS

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu Comentario es VALIOSO: