El Secretario General de Gobierno en Sinaloa, Feliciano Castro Meléndrez, acusó a medios de comunicación de ser violentos con sus investigaciones y reportajes entorno a la crisis de seguridad que enfrenta el estado.
Castro Meléndrez apuntó que este reportaje es abordado con una intención de violentar mediáticamente al Estado de Sinaloa.
“La violencia no solo se presenta a partir de hechos concretos, sino que también adquiere dimensiones en el ámbito de la comunicación, entre comillas, reitero entre comillas, la violencia mediática y se han registrado situaciones que donde se maneja una información sin sustento en un medio de circula más allá de las fronteras de Estados Unidos, pues también le da una connotación ideológica a sus notas y en este caso no hay ningún soporte”, acusó Castro Meléndrez.
“Por supuesto reiteramos nuestra convicción que el propio New York Times genera violencia mediática manipulando situaciones, cómo ésta que está manejando sin ningún sustento, simplemente se señalan”.
En ese sentido habló de un medio de circulación local que expuso el caso del doble asesinato de madre e hijo ocurrido en Culiacán, pues el medio de comunicación manejó la versión de que fallecieron por arma de fuego sin embargo la Fiscalía General del Estado apuntó fue por arma punzocortante.
En un análisis de las declaraciones del Secretario General de Gobierno en Sinaloa, Feliciano Castro Meléndrez, se revelan una serie de afirmaciones problemáticas y estrategias retóricas cuestionables.
Acusaciones infundadas de “violencia mediática”
Castro Meléndrez acusa a medios de comunicación, específicamente al New York Times, de generar “violencia mediática” con sus reportajes sobre la crisis de seguridad en Sinaloa. Esta acusación es altamente cuestionable por varias razones:
- Desviación de la atención: Al atacar a los medios, el funcionario intenta desviar la atención de los graves problemas de seguridad que enfrenta el estado.
- Criminalización del periodismo: Calificar el trabajo periodístico como “violento” es una táctica peligrosa que puede intimidar a los medios y obstaculizar la libertad de prensa.
- Falta de evidencia: Castro Meléndrez no proporciona pruebas concretas para respaldar sus acusaciones contra el New York Times o otros medios.
Negación de la realidad
El funcionario cuestiona la veracidad del reportaje del New York Times sobre un presunto narcolaboratorio en Culiacán, alegando que no hay “ningún soporte”. Sin embargo, esta afirmación ignora:
- La reputación del medio: El New York Times es conocido por sus estándares periodísticos rigurosos.
- La crisis de seguridad documentada: Existen numerosos reportes sobre la grave situación en Sinaloa, incluyendo cifras oficiales de homicidios y desapariciones.
Manipulación del lenguaje
Castro Meléndrez utiliza comillas y frases como “entre comillas” para desacreditar conceptos como “violencia mediática”, intentando así restar legitimidad a las críticas hacia su gobierno.
Contradicciones y doble estándar
El funcionario critica a un medio local por supuestamente reportar incorrectamente la causa de un doble homicidio, pero no aplica el mismo escrutinio a las declaraciones oficiales o a la falta de transparencia del gobierno.
Minimización de la crisis
Estas acusaciones se realizan en un contexto alarmante:
- Más de 1,000 muertos al cierre de 2024 y mas de 1,434 desapariciones a largo del año.
- Un promedio de 6 homicidios dolosos diarios durante la crisis de violencia reciente.
- 1,728 vehículos robados en tres meses.
Conclusión
Las declaraciones de Castro Meléndrez representan un intento preocupante de culpar a los medios por reportar sobre una crisis de seguridad real y grave. Esta estrategia no solo es ineficaz para abordar los problemas de fondo, sino que también amenaza la libertad de prensa y el derecho de los ciudadanos a estar informados sobre asuntos de interés público.
Con informacion: NOROESTE/
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