Era una noche de lunes cuando Ángel, de 15 años de edad, mató a su padre. Cenaba en familia cuando de repente fue al cuarto de sus padres, tomó un arma calibre .38 y regresó para dispararle cinco veces.
Los reportes de prensa indican que Ángel se entregó a las autoridades después del homicidio del 18 de noviembre de 2019. Narró que su padre, de 47 años, había confesado el abuso sexual que había ejercido contra él y su hermana cuando eran más pequeños, por eso fue que le disparó.
Las autoridades del Ministerio Público de Naucalpan, Estado de México, optaron por dejarle vivir el proceso en libertad mientras recibía atención psicológica, debido al daño psicoemocional grave que tiene por haber sido víctima antes de cometer el delito.
En México, en promedio, cada día un menor de edad comete un homicidio o un feminicidio. Ese lunes de noviembre fue Ángel.
Un análisis de las estadísticas del Censo Nacional de Impartición de Justicia Estatal realizado por EMEEQUIS muestra que entre 2013 y 2017 al menos 2 mil 324 menores de 18 años fueron procesados por haber cometido alguno de estos dos delitos, de ellos sólo 95 fueron catalogados como feminicidios.
LOS HOMBRES JÓVENES SON LOS QUE MÁS MATAN
El viernes 10 de enero pasado, en Coahuila, un niño de 11 años que cursaba sexto de primaria ingresó a su colegio armado y disparó en contra de su maestra y compañeros, para después suicidarse. Además de él, la maestra perdió la vida.
Según el relato de las autoridades, cerca de las 8:20 el menor pidió permiso para ir al baño. Como se tardó, la maestra fue por él. Lo encontró armado y con una vestimenta parecida a la de uno de los autores de la masacre de Columbine en Estados Unidos. La mató y también dejó heridos a otro profesor y cinco alumnos, para luego terminar con su vida.
De acuerdo con lo que se sabría después, el menor vivía con sus abuelos. Aún no se esclarece del todo cómo fue que tuvo acceso a las dos armas que utilizó.
Según el análisis de las estadísticas de menores procesados, 9 de cada 10 niños entre 12 y 17 años que han cometido un homicidio en México son hombres.
Reinserta, una organización que trabaja con menores en situación de reclusión, confirma esta estadística. Según su Estudio de Factores de Riesgo y Victimización, sólo el 9% de quienes son menores de edad y cometen algún delito son mujeres.
La asociación también señala que casi el 40% de los menores privados de la libertad lo está por haber cometido homicidio, mientras que el 27.8% por robo y 18.2% por actos contra la libertad.
LOS ESTADOS CON MAYOR INCIDENCIA
En Durango y Sonora los menores de entre 12 y 17 años cometen un homicidio por cada 100 mil habitantes, en ambos estados que han sido gobernados por el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional los últimos años hay fuerte presencia del crimen organizado.
En Durango opera el Cártel del Pacífico; en Sonora, en cambio, los últimos años varios cárteles se han disputado los territorios, aparecen desde el Cártel Jalisco Nueva Generación hasta “La Línea”. En Durango se han procesado a 82 jóvenes, en Sonora a 148.
Guanajuato no se queda atrás. El estado comandado por el PAN desde los 90 se coloca como uno de los territorios con más menores homicidas: los menores de 18 años son autores de un homicidio por cada 100 mil habitantes.
En la administración de Miguel Márquez Márquez (2012-2018) al menos 258 menores de entre 12 y 17 años cometieron un homicidio y uno más feminicidio. El año más trágico fue 2014, en el que 81 menores fueron procesados por ese delito que, cuando se es menor de edad, la pena máximo es de cinco años.
Mientras que Morelos, cuando Graco Ramírez del PRD estaba al mando (2012-2018), 80 menores cometieron algún homicidio: 0.8 por cada 100 mil habitantes.
Entre los factores de riesgo que Reinserta ha encontrado para que los menores cometan algún delito están el consumo de alcohol o drogas o bien, haberlo presenciado dentro de sus familias. 33% de los menores en reclusión indicó estar intoxicado con algún tipo de sustancia cuando cometió el delito. En algún caso se reporta como antecedente el abandono familiar, el maltrato en la infancia o haber sido víctimas de algún otro delito.
fuente.-@AleCrail
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