Indígenas del convulso departamento colombiano del Cauca denunciaron que cárteles mexicanos están reclutando menores de esa comunidad para controlar el narcotráfico en la región, una de las que tiene el mayor número de hectáreas sembradas con coca en el país.
El líder indígena Arsenio Vascues reveló que después de la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y la antigua guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), grupos narcotraficantes provenientes de México incrementaron su presencia en el Cauca con el objetivo de controlar el negocio de la droga.
“Tenemos el Cártel de Sinaloa, que también aprovechando ese vacío que dejó este proceso al no haber guerrilla tomó fuerza en estos territorios y ha hecho reclutamiento para adquirir poder y dominar zonas donde hay cultivos ilícitos”, señaló.
El líder indígena dijo que el reclutamiento de menores es uno de los factores que más preocupa a la comunidad, por lo que han denunciado ese delito ante organizaciones nacionales e internacionales. Sin embargo, hasta el momento no han tenido respuesta alguna.
El Cártel de Sinaloa quiere quedarse con el control de los plantíos de droga en Colombia (Foto: YouTube/captura de pantalla)
“Con esto hemos hecho múltiples denuncias a los organismos nacionales, internacionales, al Estado, pero no tenemos la más mínima respuesta”, subrayó Vascues.
Ante este panorama, centenares de indígenas se congregan desde ayer en el municipio de Toribío para defender su autonomía de la violencia ejercida por distintos grupos armados ilegales.
El encuentro, denominado “Tejiendo resistencias para la vida”, fue convocado por el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) como una demostración de apoyo a la guardia indígena y con el objetivo de conservar “la armonía territorial”.
Las guardias indígenas están conformadas por adultos de esa comunidad que ayudan a la población nativa a controlar y vigilar sus territorios para promover la defensa de los derechos y que llevan la “chonta”, un bastón de mando que les confiere su autoridad.
La disidencia sexta de las FARC cuidaba los cultivos de marihuana en Toribío, Cauca (Foto: Archivo)
Durante la segunda jornada del encuentro, los indígenas realizaron reuniones para hablar sobre la defensa de la vida y los derechos de los pueblos nativos, entre otros temas.
Vascues afirmó que las comunidades indígenas se encuentran actualmente en una etapa de “motivación, reflexión y análisis” para fortalecer el proceso de diálogo y rechazar la violencia, con el objetivo de ejercer autoridad en sus territorios.
“Tenemos varias dificultades, nosotros les llamamos desarmonías. Esas desarmonías están basadas en que nuestros territorios desde hace mucho tiempo están siendo disputados por actores armados, como también la penetración de cultivos ilícitos y esto ha conllevado a una guerra”, acotó.
Ante estas problemáticas, el líder indígena hizo un llamado al Gobierno para que atienda las peticiones de su comunidad, pues advirtió que a raíz de un conflicto que cada vez se recrudece más los pueblos minoritarios están siendo “exterminados”.
La ONU pidió ejecutar un plan efectivo para combatirlo (Foto: AP)
Por esto, el pasado lunes la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, pidió a las autoridades “una lucha efectiva” contra el asesinato de indígenas en el Cauca, pues en septiembre y lo que va de octubre han registrado nueve casos.
El Cauca, junto a Nariño, fronterizo con Ecuador, y Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, es uno de los departamentos que tiene el mayor número de hectáreas sembradas de coca en el país cafetero.
Esa situación se agrava debido a la presencia de disidencias de las FARC, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y bandas criminales, que luchan por el control del territorio para el narcotráfico.
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