El final de una vida puede ocurrir en un abrir y cerrar de ojos. En ese momento, las familias se enfrentan a uno de los retos más complicados, pero la situación puede convertirse en un calvario al caer en manos de coyotes, funerarias informales y abusivas, o bien de autoridades que lucran con los decesos.
¿Qué hacer y qué no hacer cuando muere un familiar por causas naturales en su propia casa? Operadores de funerarias recomiendan no llamar a la policía. Así, tajante, se resume uno de los principales consejos para enfrentar una tragedia como la muerte.
“Los mismos policías hablan a funerarias informales, a coyotes, quienes llegan a ofrecer servicios al domicilio”, dice Telésforo García, miembro de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias (ANDF), quien tiene 62 años con operaciones del negocio Funerales Olimpia.
No sólo los policías llaman a las personas menos indicadas, también llegan a pedir mordida, reconoce el empresario.
Entonces, ¿qué podemos hacer frente a una muerte repentina? La sugerencia es llamar a su médico de cabecera, quien podrá orientarlo para encontrar a un médico legista que pueda certificar la defunción.
Buscar por internet funerarias formales y corroborar precios de los servicios también son estrategias clave para no caer en los abusos de los coyotes.
Para Telésforo García, un servicio funerario de 5 mil a 6 mil pesos siempre será informal o podrá tener letras pequeñas en los contratos que elevarán el precio: “Un servicio promedio tiene costo arriba de 10 mil 500 pesos, ya con IVA”.
Pero cuando alguien fallece dentro de un hospital son también los mismos trabajadores de la institución quienes comienzan a sugerir a los familiares del fallecido ciertos servicios de dudosa procedencia que pueden resultar en una falla total del servicio, una atención parcial, falta de apoyo en procesos ante las autoridades o en una estafa.
Manuel Ramírez, director general de las funerarias J. García López, divide los decesos en dos tipos: defunciones naturales o de tipo médico legal. Buscar a un médico legista es una de las principales buenas decisiones que pueden hacer en este momento: “Los honorarios que se pagan al médico legista son de 3 mil 600 pesos, esto opera cuando el familiar muere en el domicilio”, indica.
En el caso de la defunción médico-legal, provocada por una situación externa como un accidente, se requiere del conocimiento de una autoridad, que en este caso sería el Ministerio Público, quien realizará los trámites periciales y solicita la intervención del Instituto de Ciencias Forenses (Incifo).
“Nosotros asignamos a un sector, pero hay que evitar caer en la informalidad y perder dinero”, dice Ramírez.
Óscar Chávez, director de planeación y nuevos negocios de Grupo Gayosso, afirma: “Es importante revisar que el certificado de defunción tenga la identidad del médico que expide el documento y señale las causas y circunstancias del fallecimiento, y que no existan errores en los nombres y apellidos del difunto.
“Organizar una red de apoyo familiar, con los hijos, tíos, hermanos, primos y amigos. Se recomienda dejar que la empresa realice los preparativos del servicio funerario”, indica.
Negocio
No hay datos certeros sobre el mercado de servicios y previsión funeraria. Las empresas del sector estiman un mercado de entre 13 mil a 17 mil millones de pesos a nivel nacional que se distribuyen entre 3 mil a 5 mil funerarias; sin embargo, 70% de este sector está controlado por negocios informales.
Para Gayosso, el mercado de servicios funerarios en México supera los 12 mil millones de dólares, mientras que la previsión funeraria supera los 5 mil millones de pesos.
Gayosso y J. García López son dos de las principales cadenas funerarias en el país, y aunque la primera tiene la mayor participación de mercado, su competidor asegura que en la Ciudad de México atiende uno de cada tres servicios funerarios.
Aunque no hay un aumento importante en la cantidad de decesos en el país, las empresas formales han buscado ganar participación de mercado a los negocios sin permisos, además de que el principal crecimiento de este sector proviene de la comercialización de los planes a futuro.
En 2019, Gayosso busca incrementar su plan de inversión para fortalecer su estrategia de innovación, seguir con el reforzamiento de la introducción de su tecnología aquamación y continuar con sus remodelaciones en las agencias funerarias que opera en Monterrey y la Ciudad de México.
J. García López prevé un crecimiento de 30% en ingresos para sus planes a futuro y de 15% para su área de servicios de necesidad inmediata. La facturación de este año del corporativo llegará a cerca de mil millones de pesos y sus ventas totales tendrán un incremento de 20%, precisa Manuel Ramírez.
Pese a los esfuerzos de las funerarias formales para concientizar a la población sobre los riesgos y problemas al momento del fallecimiento de un familiar, el reto hacia adelante en el sector todavía es grande y apunta a seguir con una amplia presencia de la informalidad, no sólo por el número de decesos, sino por el oportunismo de personas que lucran con el dolor.
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