Cuando el presbítero inglés James Alison fue llamado por el Vaticano, después de hacer públicas sus preferencias sexuales, fue el obispo Raúl Vera, de Saltillo quien intercedió para evitar que el británico fuera obligado a dejar el sacerdocio.
Alison es autor de una decena de libros entre los cuales destaca “Una Fe Más Allá del Resentimiento”, “Fragmentos Católicos en Clave Gay”, y “Fragmentos Católicos en Voz Gay”.
Él mismo se califica como queer, palabra inglesa para referirse a raro, puto, joto, burlándose de los calificativos utilizados por la sociedad para nombrar a los homosexuales.
Alison ahora se dedica a impartir charlas y misas a la cada vez más creciente comunidad de católicos y no católicos homosexuales en varias partes del mundo. Además, es testigo de la cantidad de homosexuales que existen dentro de las más altas jerarquías del Vaticano.
Durante la entrevista con VANGUARDIA, el padre James habló sobre la relación de los grupos “neoevangelistas” en México, con la ultraderecha de Estados Unidos, grupos que promueven la conversión sexual a través de la oración.
Se opone a la “Conversión Reparadora” que pretende trasformar en “heteros” a los gays por medio de la oración. Dicha conversión, explica, en la actualidad es tendencia entre varios de los grupos neoevangelistas y dentro del ala más conservadora del propio catolicismo.
Con perfecta pronunciación del español, de evidente acento castellano, el sacerdote inglés de 60 años titulado de Teología por la Universidad de Oxford, comenzó su charla.
“Queer, cuando yo nací, era algo más grave. Durante 1940, 1950 significaba algo que da asco, alguien que pertenece a un submundo, algo así como el ‘Baile de los 41 durante el porfiriato’. Ahora, generaciones más jóvenes lo han manejado de manera más suave. Entre nosotros nos llamamos maricas, putos, jotos, pero de manera amigable. Y en una generación más joven, queer ya no era tan grave. Comenzaron a utilizarlos para cualquier cosa que no estuviera dentro de la ortodoxia sexual. Para mí es similar a decir ‘marica’.
“A veces es necesario utilizar palabras fuertes para que la gente se dé cuenta que esta es una seria ruptura de la maldad. Es una manera de aceptar todo eso malo que dicen las personas que soy. Lo soy, pero al final era una mentira. Al final de cuentas, ¿cuántos de ustedes no dependen de un gay para administrar sus conciertos, diseñar su ropa, etcétera? Finalmente, la cantidad de jotería y su creatividad ya es muy grande en toda la sociedad”, expuso el padre James Alison.
“Lo que querían los jóvenes era que les explicara por qué funcionan o no funciona la oración para convertir a un gay en heterosexual; como prevenirse contra las presiones y los chantajes emocionales”, dijo.
“Existe un tal Mauricio [Clark], ese que ha andado por ahí ofreciendo estas cosas. En el mundo ‘anglo’ la terapia de conversión está totalmente desacreditada. Los grandes líderes que lo promovían han tenido la honestidad de pedir disculpas y decir que no funcionó.
¿Por qué hay todavía estas dos posturas dentro de la Iglesia Católica? Por una parte sigue habiendo “Mauricios” Clark y, por otra, personajes como tú que son sacerdotes abiertamente homosexuales. Hay que decir que las terapias de conversión principalmente son defendidas por algunas iglesias evangélicas [neoevangélicas]. Claro que hay excepciones en el catolicismo, pero la principal industria promotora nació en las iglesias evangélicas.
A estas alturas del campeonato no es veras. Ya sabemos demasiado del estado no patológico de la orientación sexual, sea gay o sea hetero. No se convierte un hetero en gay ni un gay de hetero.
La homosexualidad se debe a una variante no patológica. Desde el propio estudio tradicional [religioso] se puede deducir que “sí esto es lo creado”, el propio desarrollo moral y espiritual, el “florecimiento”, debe de ser a partir de ahí. No a pesar de ahí. No se trata de un defecto.
¿Cuál es tu lectura sobre los grupos neoevangélicos que tienen una gran disciplina y son los principales opositores da la homosexualidad? Son una realidad del mundo actual. Regularmente estos grupos son utilizados por los políticos para otras finalidades de tipo “derecha”. Esto es parte de la derecha cristiana estadounidense. Son sus filiales fuera de frontera que consiguen fundar una religiosidad muy moralista, junto con un neoliberalismo totalmente cruel; todo depende de la salvación individual; ellos consideran la Biblia como si fuera un libro de moral personal, cuando no lo es.
Creo que es eso: permite que siempre haya algo en contra y si tiene algo en contra eso les da identidad. Una vez que un grupo religioso no tenga un enemigo visible es mucho más difícil que se mantenga en unidad energética. Los gays somos enemigos fáciles. Demasiado fáciles porque siempre habrá.
¿Cómo te fue con el Vaticano cuando hiciste pública tu preferencia? Me dieron bronca. El Vaticano no fue en primer lugar. Nunca he tenido problema por lo que he escrito. Y siempre he enseñado dentro de esta materia. Siempre explicó mi desacuerdo a partir de la fe católica y no por cosas exteriores. Tal vez digan: “Él está en desacuerdo pero al menos tiene un pensamiento orgánico”.
Muchos sacerdotes hablando en “off”, han mostrado estar de acuerdo con este tipo de decisiones. Por temor no lo harán público. A diferencia de nuestro obispo Raúl Vera que es de los pocos que se atreve a decir lo que muchos saben muy bien.
Me dieron hace tiempo una bronca nada más por el hecho de ser abiertamente gay. Eso les incomoda. Prefieren que nadie hable y diga estas cosas. Muchas veces son los más conservadores los que más patalean contra los gays, y estos resultan ser gays de doble vida.
En el nuevo libro de Frédéric Martel, “Sodoma”, es archiconocido. Toda la evidencia está ahí: entre más estridente se es contra los gays, se es más gay.
Hicieron un proceso para sacarme del sacerdocio. Gracias a la injerencia de Raúl Vera, entre otros, el Santo Padre decidió no prestar atención a esto. Por eso me siento con mucha confianza para hacer las cosas que hago.
¿Hay más casos? Son pocos. Si viven con pareja es doblemente difícil. En cada país hay algunos. Los que ya ganaron la libertad que yo tengo, son muy pocos. Tomando el riesgo de perderlo todo, terminé con la validación del Santo Padre. Ojalá muchos estuvieran en mi situación. Es mejor para nuestros fieles. Los fieles no son bobos y saben detectar quien es gay o no lo es. Y típicamente no les importa. Lo que les importa es la trasparencia.
¿Cuándo se dará el salto grande para qué esto ya sea normal en las iglesias?
“Sí me hubieras dicho hace 15 años que estaríamos [aquí] no te hubiera creído. No mames (risas). No manches como dicen acá. El Santo Padre dice que está dispuesto a que el celibato sea opcional. Si no ha sucedido es porque es reticencia de los obispos, no de Roma”.
La terapia de conversión está totalmente desacreditada, sus promotores se han disculpado porque no funciona"
JAMES ALISON
VIVEN JERARCAS CATÓLICOS DOBLE VIDA GAY
Los grupos neoevangélicos, con gran disciplina, son fuertes opositores de la homosexualidad y una realidad del mundo actual, asevera el padre James Alison, presbítero inglés abiertamente homosexual.
En entrevista con VANGUARDIA, dijo que regularmente tales grupos son utilizados por políticos de la derecha cristiana estadounidense, tratando de fundar una religiosidad muy moralista, junto con un neoliberalismo cruel, donde todo depende de la salvación individual, pues ellos consideran la Biblia como un libro de moral personal, cuando no lo es.
¿Siendo abiertamente homosexual das por hecho que no eres célibe? No precisamente. Hay gente que es gay y sigue siendo célibe.
¿Tú eres célibe? No, no, no. Lo fui hace mucho tiempo. Cuando estaba más formalmente adentro de una congregación religiosa. Pero ahora me quitaron el compromiso público. Ahora no tengo ningún motivo para serlo y para no hacerlo.
¿Tienes pareja? No tengo pareja. Tengo un hijo adoptivo que no es una pareja disfrazada. No diría no a la posibilidad de tener una pareja. Debo decir que en esta materia he sido muy incompetente (risas). Se debe más a eso que a cualquier compromiso religioso.
Tengo un fuerte compromiso con mi hijo y suficiente compromiso emocional es cuidar de mi hijo. Él tiene 33 años y lleva 10 años conmigo. Vive en España (muestra una fotografía de un hombre joven con un perro): Él es Felipe y él es Nicolás, el nieto.
¿Será qué estamos más en contacto con la Iglesia Católica, o será que en otras religiones también suceden abusos sexuales contra menores? Por mantener archivos es mucho más fácil hablando del catolicismo. Al contrario de tener un montón de iglesias chicas en donde es más difícil obtener la información. No hay el equivalente de la curia diocesana que tiene que mantener archivos de siglos.
En sociología es mucha más fácil encontrar información en una institución con muchos documentos. Por ejemplo, en los Boy Scouts está creciendo los casos, en la Iglesia Bautista del Sur, también.
Es más, en el caso de Pensilvania, la información abarca del año 1940 hasta el 2015, de los cuales hubo únicamente dos casos durante el 2012 y 2015. los otros 298 casos los encontraron en años en donde no se buscaban estas cosas.
Precisamente, en Pensilvania ocurrió un caso en donde hubo un gran escándalo entre entrenadores de educación física y jóvenes. Uno se pone a pensar seriamente que entre todas las instituciones deportivas de Pensilvania entre 1940 y 2015 habría tan sólo 300 casos: ni de cerca. En donde hay entrenadores y entrenadoras de muchachos lindos hay abuso sexual.
En Afganistán sigue siendo muy normal. Es algo que el talibán trató de abolir. Las tropas americanas, cuando llegaban a Afganistán a hacer campamento, llegaba un camión lleno de muchachos de 14, 15 y 16 años todos pintados como mujeres. Porque para ellos, hombre de guerra, necesitaban calientacamas. Era simplemente normal entre los guerreros afganistanes porque nadie tenía acceso a las mujeres. Y sí un hombre casado con hijos decidiera tener a un muchacho para entablar relaciones, era la cosa más normal. Y el muchacho estaba gustoso sabiendo que esto duraría hasta que le comenzara a salir la barba.
Pero lo alarmantes es que, a diferencia de estas dos instituciones y las demás, es que la Iglesia Católica tiene una postura moral, ¿no es así? Claro. No pretendo defender a la Iglesia. Pero en términos sociológicos es así, sin entrar en la cuestión moral. Por ejemplo, más gente fue quemada como bruja en la Selva Negra de Alemania entre 1610 y 1640 (30 años) que durante toda la Inquisición de España en todos los pueblos a los que llegó entre 1442 y 1807 (tres siglos y medio). La diferencia es que en Alemania era linchamiento y en la Inquisición era una burocracia, lo que generó archivos. Quien mantiene archivos es más fácil estudiar su moral. Claro que espero que la culpabilidad de la Iglesia, que es grande, haya servido para entender esto mejor.
Lo que ha sido mucho más grave dentro de la Iglesia es el encubrimiento de los casos. Dentro de la Iglesia, los casos son terribles. En lugar de pararlos en seco los han enviado a otras parroquias.
El encubrimiento también se debe a la doble vida gay de los altos mandos del clero. Por eso son chantajeables. Por eso, cuando alguien es descubierto abusando de menores, puede chantajear a los obispos diciendo que harán pública su homosexualidad.
Marcial Maciel y sus abusos en México; López Trujillo y su relación con Pablo Escobar, y con la actual mano derecha del Papa Francisco, acusado de violación, pudieron sobornar a tantos gracias al chantaje.
¿Habrá un país que tú conozcas en donde el número de sacerdotes “enclosetados” sea mayor? Diría que es al revés. Viví en Bolivia y es en donde muchos sacerdotes son heteros. Porque la mayoría vivían en concubinato y lo han vivido así desde hace tiempo para el clero diocesano rural. En las ciudades, los chicos gays entran a las congregaciones religiosas. Algo parecido, así me lo han dicho, en las zonas rurales de México. Hay muy escasa disciplina del celibato. México se encuentra como los demás.
Siempre son en puestos altos. Entre más alto sea el puesto, más se filtran los sacerdotes que tienen mujer. La mujer es más visible. Los homosexuales saben disfrazar. Es más difícil de escándalo.
¿Qué les dirías a los católicos o religiosos que van a leer esto y se van a ofender?
Los que más se ofenden regularmente son los que están a favor de la familia tradicional. Yo estoy a favor de la familia tradicional. Habrá muchos hijos escondidos en familias tradicionales que son gays. Y si estos son cristianos de verdad, abrirán las puertas para descubrir lo que son sus hijos y se regocijaron a partir de lo que sus hijos son. Lo triste de la familia tradicional es que ellos piensan que no tienen hijos gays (risas) y Dios esparce hijos gays por todo el mundo.
Lo que ha sido mucho más grave dentro de la Iglesia es el encubrimiento de los casos. Dentro de la Iglesia, los casos son terribles, en lugar de pararlos en seco los han enviado a otras parroquias. El encubrimiento también se debe a la doble vida gay de los altos mandos del clero […]. Por eso, cuando alguien es descubierto abusando de menores, puede chantajear a los obispos diciendo que harán pública su homosexualidad”.
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