Nunca antes se celebró en Estados Unidos un juicio tan apabullante como el que enfrenta Joaquín Guzmán Lorea, a punto de concluir en la corte federal de Brooklyn. El relato de los testigos cooperantes que pasaron por el estrado fue escalofriante. ¿Pero habría aprobado el jefe del cartel de Sinaloa un método para transportar la droga a Estados Unidos como el utilizado por el veterinario colombiano Andrés López Elorez?
López Elorez, que fue extraditado desde España en abril, implantaba globos con heroína líquida en el vientre de cachorros de perro que criaba en Medellín. Muchos de ellos murieron. Este jueves, dos pisos más abajo de la sala donde el jurado deliberaba sobre el caso de El Chapo, Elorez fue condenado a 72 meses de prisión por su crimen. En la sala se encontraba la fiscal Andrea Goldbarg, la misma que lidera la causa contra Guzmán.
Las latas de jalapeños que utilizaba El Chapo para esconder la cocaína parecen un chiste comparadas con la crueldad del método utilizado por López Elorez para esquivar a las autoridades. “Es responsable de un acto atroz”, comentó la fiscalía antes de que el juez dictara sentencia, “usó su formación como veterinario para hacer daño e introducir droga en EE UU dentro del cuerpo de unos perritos”.
El delito se cometió entre septiembre de 2004 y enero de 2005, cuando vivía en Colombia. El propio López Elorez tomó la palabra antes de escuchar la pena para pedir disculpas y expresar su arrepentimiento. Contó que su mentor, cuando se formaba como veterinario, le “abrió una puerta que no debía haber cruzado”. Después salió de Colombia rumbo a España, dijo, para “ser otra persona” y crear una nueva familia.
El veterinario colombiano ya cumplió cerca de tres años de prisión en España, que se restarán a la pena anunciada. “Fue un accidente en mi vida”, insistió, para después suplicar clemencia asegurando que aprendió la lección durante el tiempo que estuvo ya en prisión. “No soy el mismo que hace 15 años”, concluyó, mientras su abogado trataba de demostrar que durante su vida en España estuvo integrado en su comunidad.
La acusación fue contundente ante el magistrado. Primero, explicó que López Elorez estaba “debidamente formado” para realizar este tipo de intervenciones a los animales, pese a que dijera que era un estudiante. Segundo, puso a disposición de los narcotraficantes su granja. “Desempeñó un papel activo en la trama criminal”, afirmó la representante de la fiscalía, “no podrían haberlo hecho sin su asistencia”.
El narcotraficante, que también tiene nacionalidad venezolana, se declaró culpable de conspiración en septiembre por introducir droga en EE UU. Cuando los cachorros llegaban a Miami y Nueva York, se les sometía a otra intervención para recuperar la droga. Las autoridades colombianas se incautaron de 17 bolsas con heroína líquida en la granja que estaba a su nombre. Tres estaban en el vientre de unos cachorros.
López Elorez se enfrentaba a una condena de entre 10 años de cárcel y cadena perpetua. Antes de que se dictara sentencia, firmó ante el juez los papales para ser deportado cuando cumpla la parte de la condena que le queda. La defensa está tratando de que pueda volver a España con su familia. La otra alternativa es que lo envíen a Colombia, pero su abogado advirtió que allí su vida correría peligro.
fuente.-Diario Español/
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