La Fiscalía federal de Chicago pidió a un juez condenar a diez años de cárcel a Iván Reyes Azarte, ex jefe de la Unidad de Información Sensitiva de la Policía Federal, acusado de filtrar información durante años al Cártel de los Beltrán Leyva.
Reyes, preso en Estados Unidos desde febrero de 2017, declinó seguirse defendiendo de las acusaciones, sin aceptar ser culpable de algún delito, y será sentenciado el 29 de agosto.
En su escrito a la Corte, la Fiscalía confirmó por primera vez que la información era filtrada a Gerónimo Gámez García, primo de los hermanos Beltrán Leyva, quien estuvo preso en México entre 2009 y 2015, volvió a ser detenido a finales de 2017, y está en el Reclusorio Norte a la espera de su extradición.
Reyes, preso en Estados Unidos desde febrero de 2017, declinó seguirse defendiendo de las acusaciones, sin aceptar ser culpable de algún delito, y será sentenciado el 29 de agosto.
En su escrito a la Corte, la Fiscalía confirmó por primera vez que la información era filtrada a Gerónimo Gámez García, primo de los hermanos Beltrán Leyva, quien estuvo preso en México entre 2009 y 2015, volvió a ser detenido a finales de 2017, y está en el Reclusorio Norte a la espera de su extradición.
"Las consecuencias de la conducta del acusado fueron vastas: al ser descubierta la fuga de información, todas las operaciones de la DEA en México virtualmente cesaron, hasta que se identificó a la fuente", afirmó la Fiscalía.
Agregó que se tuvo que sacar del País a uno de sus informantes confidenciales más importantes y con ello se cayó el inminente decomiso de un cargamento de 800 kilos de cocaína.
Reyes, quien tuvo varios puestos relevantes en la PGR y la PF durante casi quince años, confesó que llegó a reunirse personalmente en la década pasada con Alfredo Beltrán Leyva y sus lugartenientes Alberto y Mario Pineda Villa, hermanos de la ex Primera Dama de Iguala, María de los Angeles Pineda.
"La conducta del acusado en este caso, y en la década previa, golpeó al corazón mismo de la misión de la DEA, afectó su habilidad para conducir esa misión y puso en grave riesgo la vida de informantes y agentes", sostuvo la Fiscalía.
También argumenta que no procede una reducción de sentencia porque Reyes no negoció para declararse culpable, sino que declinó ir a juicio, sin aceptar que es responsable de algún delito.
Pide libertad
La defensa de Reyes Azarte pidió a la Corte que condene a su cliente a los 18 meses que lleva preso, sin condiciones adicionales para su libertad.
El abogado Joseph R. López destacó al juez Harry Leinenweber que la Fiscalía no tiene pruebas irrefutables sobre que Reyes era el policía federal con nombre clave "Ayala", a quien se tiene identificado como el filtrador de información a los Beltrán Leyva durante 2016.
En la prensa de Chicago, López ha afirmado que reunirse con narcos es necesario para investigarlos y que incluso los policías estadounidenses lo hacen.
El periodico "Chicago Tribune",publico: "Reyes Arzate era un funcionario con acceso a información confidencial y delicada de la lucha contra el crimen organizado que supervisó operaciones que conllevaron numerosas detenciones, "incluidas las de múltiples miembros del Cártel de Sinaloa acusados en este distrito", dice la acusación sin especificar.
Sin embargo, al mismo tiempo, facilitaba información a los Beltrán Leyva a cambio de pagos regulares que sumaron millones de dólares y conspiraba para "obstruir, influir e impedir" cualquier investigación que les afectara.
"Saben que estás ahí y quieren ver con quién andas. No hables", advertía el expolicía a los capos a quienes incluso proporcionó fotos de las investigaciones en marcha. "Ayer llegó un audio y dijeron que estaban en el segundo nivel. No andes con nadie en público los próximos días", eran el tipo de datos y consejos que daba, según la transcripción de sus conversaciones incluida en la acusación.
El funcionario incluso desveló al cártel la identidad de una fuente de la DEA que, posteriormente, fue secuestrada y asesinada gracias a esa información.
Además enfatizó que Reyes Azarte viajó voluntariamente a Chicago cuando supo de las acusaciones, en febrero de 2017, y entregó a la Corte copia de quince certificaciones y reconocimientos que recibió de la DEA, el FBI, Inmigración y Aduanas, la Oficina del Sheriff de Los Ángeles y la Real Policía Montada de Canadá, entre 2002 y 2016.
Con informacion: Chicago Tribune/
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