Analistas y politólogos expresaron que ante
el desprestigio de los partidos políticos, los estrategas de los aspirantes
presidenciales optaron porque en sus spots y propaganda se destaquen las
cualidades de los candidatos y minimizaron los logos de los institutos
políticos que los postulan.
José Antonio Meade, candidato de la
coalición Todos por México, sustituyó los logos del PRI, PVEM y Nueva Alianza
por tres triángulos de color verde, azul turquesa y rojo, que apuntan hacia la
derecha.Las camisas rojas quedaron atrás, pues en sus eventos con la militancia
el abanderado presidencial usa camisas blancas con los triángulos del color de
los partidos que integran la coalición.
Leonardo Curzio, doctor en Historia e
investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (Cisan),
opinó que la estrategia tiene que ver con que encuestas ubican a los partidos
políticos como las instituciones de menos confianza y mayor descrédito.
“Sus emblemas no son de lo más popular, no
son una ficha ganadora, además, las propias reglas de las coalicioneshacen que
se diluya un partido o las fuerzas políticas en favor de una idea unitaria, que
en este caso se encarna en el candidato”.
Señaló que a todos los candidatos
presidenciales les conviene “ocultar” al partido, porque su descrédito los
lleva a potenciar las cualidades de los candidatos.
“El caso clarísimo es [José Antonio] Meade,
que a donde va, dice: ‘No van a votar por el partido, sino por mí’. En el caso
de Anaya, la complejidad de su coalición lo lleva a que, efectivamente, ni los
perredistas ni los anaranjados se sientan cómodos con Acción Nacional y en
consecuencia potencian al candidato; en el caso de López Obrador no hay duda de
que es él, el candidato, los partidos son lo de menos”.
En el análisis realizado por EL UNIVERSAL
no aparece Margarita Zavala, ya que es la única candidata a la Presidencia por
la vía independiente y, por tanto, no está respaldada por ningún partido
político.
El Frente de Anaya
Ricardo Anaya, candidato presidencial de la
coalición Por México al Frente (PAN, PRD y MC), tiene como imagen de campaña
una en la que aparece su apellido “ANAYA. Presidente” y en tamaño más pequeño
aparecen los logos de los partidos que lo impulsan.
El panista luce siempre chalecos azules o
grises en los que aparece el nombre de la coalición Por México al Frente en la
espalda, mientras que en la parte de enfrente, del lado derecho, trae los logos
del PAN, PRD y MC. Además usa camisetas azules sin propaganda.
Alberto Aziz, profesor e investigador del
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social
(CIESAS), coincidió en que los aspirantes presidenciales de la coalición Todos por
México (PRI, PVEM y NA) y de Por México al Frente (PAN, PRD y MC) no lucen
logos partidistas y sólo usan los colores de esos partidos por la mala fama que
llevan esos institutos.
“Ahora las campañas están personalizadas,
donde el candidato minimiza al partido, es decir, la apuesta es por el voto al
candidato y no del voto por el partido, por ejemplo, en los spots de Meade no
se ve el PRI, porque esa es la estrategia”, sostuvo.
Aziz Nassif recordó que hay una gran
corriente del electorado que tiene un “antipriísmo” muy fuerte, porque en todas
las encuestas aparece como el partido por el que menos quiere votar la
ciudadanía.
Fuerza Morena
El candidato de la coalición Juntos Haremos
Historia(Morena, PT y PES), Andrés Manuel López Obrador, destaca tanto en sus
promocionales de campaña, como en su vestimenta el nombre y frase de su
partido: Morena, la esperanza de México.
Esta es la primera campaña presidencial que
Morena enfrenta como partido político, razón que explica por qué no oculta el
nombre del partido, opinan expertos.
En su arranque de campaña en Ciudad Juárez,
Chihuahua, el tabasqueño usó una camisa blanca que tenía bordado en el pecho y
el cuello los logos de Morena.
“Si esto [esconder el logo del partido] no
lo hace Morena es porque es un partido de reciente creación, joven, que se ha
consolidado como una opción con un discurso antisistema, por ello López Obrador
asocia a su partido en sus spots de campaña”, dice el académico de la UNAM,
Khemvirg Puente, quien opina que ahora las campañas privilegian y resaltan las
cualidades y virtudes de los candidatos por encima de la marca partido.
“Esto es natural para las campañas, porque
se busca resaltar la figura de la persona por encima de la del partido y de esa
forma atraer electores que se identifiquen con ciertos atributos que se le
construyen al candidato”.
Puente recordó que hay una crisis en la que
los partidos tienen un alto rechazo social.
En el caso de Meade, dice, el PRI le
representa un pasivo y en su discurso busca ir hacia adelante con tres
triángulos que apuntan a la derecha: movimiento hacia el futuro.
Aziz Nassif, abunda: “Creo que los están
tapando, por eso optaron por la parte de los colores. En cambio Morena es un
partido nuevo que tiene poco de qué avergonzarse, por eso lo están
promocionando y lo ubican como una expectativa diferente”.
Fernando Dworak, maestro en Estudios
Legislativos en la Universidad de Hull, Reino Unido, coincidió en que el PAN y
el PRD no pasan por su momento más competitivo y por su parte el PRI no tiene
una buena marca-partido. “El tema de diluir los logos de los partidos es algo
común. Beatriz Paredes, cuando compitió para jefa de Gobierno en 2006, hizo lo
mismo y le funcionó muy bien, pues alcanzó el doble de la votación que el resto
de los candidatos del PRI. Es una estrategia de posicionamiento por el desgaste
y descrédito de los partidos”.
Xavier Domínguez, experto en marketing y
consultoría política, advirtió que no puede pasar inadvertido que en esta
elección vemos un PRI que compite sin su logo. “El mensaje que manda es
esconderse tras la figura de Meade. Cuando el PRI se esconde, el mensaje que se
traslada es de vergüenza”, dice.
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