En la frontera norte de México existe un escuadrón policíaco único, el cual tiene una sola misión: capturar a estadunidenses prófugos de la justicia de su país que se ocultan en Baja California.
Se trata de la Unidad de Enlace Internacional, popularmente conocidos como "Los Caza Gringos". Una tropa mexicana que se ufana de haber arrestado desde el 2002, a la fecha, a más de mil fugitivos estadunidenses, algunos pertenecientes a Los 10 Más Buscados del FBI (Buró Federal de Investigaciones).
La primera vez que tuve contacto con esta unidad de caza fugitivos, perteneciente a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, fue a través de su fundador y primer coordinador, hasta hace 24 meses, el ex agente Alfredo Arenas. Un tipo amable de dos metros de estatura y manos del tamaño de un guante de beisbol que abandonó su trabajo de escritorio para aprender defensa personal y a manejar metralletas y explosivos. A mediados de los años 90 él fungía como secretario de turismo estatal. Sus labores incluían proteger, con ayuda de la policía local, de extorsiones y robos a los turistas de todos los rincones del orbe que durante las competencias de la Baja 250 y Baja 1000, la carrera off road ―mil millas fuera de camino― más larga del mundo realizada en el desierto, se dan cita en Baja California.
"Protegiendo a los turistas, gringos en su mayoría, me percaté de que existía un segmento no cubierto por la policía como es el de los prófugos estadounidenses que se ocultan en el estado", me explicó Arenas.
"En casos distintos atrapamos a un ruso y a un armenio miembros de la mafia rusa y a dos integrantes de la mafia Tao de Vietnam que delinque en Los Ángeles, California", continuó. "Los de la mafia Tao manejan el tráfico de opio, mariguana, heroína y metanfetamina. Estaban escondidos en Tijuana por un homicidio que cometieron; fue sumamente difícil atraparlos. Aparte de narcotraficantes eran especialistas en artes marciales y peleaban como Bruce Lee. De todos modos tuvimos que entrarle. Les tuvimos que hacer bolita entre todos los agentes".
En marzo del 2014 los "caza gringos" detuvieron en un departamento de Tijuana a dos miembros de la mafia rusa que opera en la costa Este de Estados Unidos. El ruso Shogenov Tlostanbi y el armenio Azat "Ozzy" Oganessian (líder de una facción de la mafia rusa y propietario del restaurante Ararat, en Brooklyn, New York). Robo de autos, tráfico de metanfetaminas y lavado de dinero eran parte de las actividades criminales que cometían los detenidos. Pero fue por otros delitos en concreto que las autoridades de New York giraron una orden de arresto en su contra; al saber que los buscaban decidieron atravesar en diagonal todo Estados Unidos y cruzar la frontera para ocultarse en el mar, entre en Tijuana y Playas de Rosarito. Las autoridades neoyorquinas los acusaban del tráfico de 15 mil pastillas de metanfetamina y de distribuir cinco millones de dólares en paquetes de cigarrillos "piratas" de la marca Marlboro, comprados a la mafia china que opera en Los Ángeles, California. Fuente: Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Baja California.
Los Caza Gringos
Los caza gringos surgieron ante la constante presencia de criminales norteamericanos en los municipios bajacalifornianos de Playas de Rosarito, Ensenada y Mexicali, pero sobre todo de Tijuana, la frontera más visitada del mundo en la que se ocultan el 80 por ciento de los delincuentes prófugos. Siempre permisible y excesiva, Tijuana es la ciudad a donde los gringos se fugan para excederse de fiesta o esconderse de la justicia de su país.
Rodolfo Luna Herrera, actual coordinador de la Unidad de Enlace Internacional, me explicó que "siempre que atrapamos a un fugitivo gringo le preguntamos por qué huyó a Baja California y no a otro estado de la frontera mexicana. Nos contestan que porque cuando estaban en la preparatoria viajaban a Tijuana comospring breakers en semana santa, desde estados como California, Nevada, Oregón, Texas, Nebraska, Washington, Luisiana. O sea, para ellos México es esa ciudad, es lo que conocen y es donde primero se les ocurre ocultarse de la justicia".
En el 2007, Kelsey Peterson, de 25 años, profesora de matemáticas y entrenadora de baloncesto en un colegio de Lexington, Nebraska, ―un pueblo repleto de empacadoras de carne y de trabajadores mexicanos con estancia ilegal― escapó a México con su novio, un ex alumno de 13 años de edad. Huyeron en un Pontiac G6 hasta Tijuana. Su equipaje era agua embotellada, fotografías familiares, dvds de Disney y un perro. Con solo 400 dólares restantes, la pareja viajó a la capital bajacaliforniana, Mexicali, en donde él marcó a un familiar en Yuma, Arizona, para pedirle ayuda económica. Pero éste a su vez marcó al FBI, quien alertó a la Unidad de Enlace Internacional que los detuvo en un centro comercial. La profesora fue sentenciada a seis años de cárcel por transportar a un menor de edad a través de las fronteras estatales para tener relaciones sexuales con él. Y él, por su parte, fue amparado con una visa humanitaria para no ser deportado ya que su estancia, al igual que la de su madre y hermanitas con las que vivía, era ilegal. Fuente: Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Baja California.
Extranjeros en fuga
Narcotraficantes, multihomicidas, pandilleros, pederastas, delincuentes sexuales y secuestradores, forman parte del catálogo de fugitivos en Baja California, quienes a través de procesos policiales y de inteligencia por parte de la Unidad de Enlace Internacional son detenidos y entregados en la frontera al Cuerpo de Alguaciles de los Estados Unidos (U.S Marshals Service). una agencia federal creada en 1789 durante la presidencia de George Washington. Desde sus inicios, como hasta ahora, ha tenido como tarea primordial atrapar a los fugitivos norteamericanos dentro y fuera del país.
Estadísticas de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado arrojan que la mayoría de los fugitivos arrestados carga a cuestas el delito de narcotráfico y delincuencia organizada en pandilla. Gangas que en su mayoría se localizan en el condado de Los Ángeles y en el Barrio Logan de San Diego; de donde se nutren las filas de sicarios de los cárteles de la droga que operan en la frontera. Después del delito de narcotráfico siguen los delitos de homicidio, abuso sexual a mujeres y pederastia; éste último: "Uno de los delitos que más daña socialmente y en el que se pone especial cuidado porque somos papás y es lo que menos queremos que le pase a nuestros hijos", explica Rodolfo Luna Herrera, actual coordinador de la Unidad de Enlace Internacional.
Entre las capturas importantes por parte de "los caza gringos" en los últimos meses destaca la de Troy Aarón Clay, detenido en Playas de Rosarito por el asesinato a puñaladas de su novia en Humble, Texas, donde ella laboraba como paramédico. Otro caso relevante es la detención del hawaiano, Rock Kenneth Fenn, alias "Pohaku Kaneohe Nahinu" y su pareja sentimental, Margaret Mae Meyer, del estado de Minnesota. Ambos, con más de sesenta años de edad, eran buscados por las autoridades estadounidenses por posesión de pornografía infantil, narcóticos y abuso sexual en contra de una menor taiwanesa de 13 años de edad a quien introdujeron de forma ilegal a Estados Unidos. Fueron arrestados en la colonia Centro de Tijuana, la llamada "zona caliente".
El nueve de julio del 2016 fue sentenciado a cadena perpetua con derecho a libertad condicional en el 2041, Otis Vernell Holland, fundador en 1990 de la iglesia Fe Unida, en la ciudad de Las Vegas Nevada. Cuatro años antes, este pastor había sido arrestado en la Zona Norte de Tijuana, ubicada a dos kilómetros de la Garita El Chaparral, por la que se entra al condado de San Diego, California. Otis Vernell caminaba vistiendo traje color plomo, camisa blanca y corbata color guinda, cuando se dio cuenta de su inminente arresto. Trató de huir pero sus sesenta años de edad no le permitieron correr más de 30 metros. A pesar de su captura sonrió a las cámaras de los medios de comunicación. Fuente: Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Baja California.
Detención de un fugitivo
"Cuando en Estados Unidos se detiene a algún delincuente con una cantidad significativa de droga, la policía puede negociar una reducción de la condena a cambio de que el detenido ofrezca información sobre el paradero de algún fugitivo", explica el coordinador de la Unidad de Enlace Internacional. "Es entonces cuando las autoridades estadounidenses del FBI me proporcionan el acta de nacimiento, dirección de familiares, nombres de amigos, fotografías; todo un expediente con el cual podemos empezar a rastrear su paradero".
The Mongols es una pandilla de motociclistas con sede en Los Ángeles, California. Uno de sus acérrimos enemigos son los Hell's Angels. A finales de julio del 2011, Oscar Olivas y Peter Soto (pantalón camuflado), miembros de la también llamada, Mongol Brotherhood (hermandad), fueron arrestados en el fraccionamiento privado La Sierra, en Tijuana. Peter Soto fungía como uno de los líderes de la organización. Apodado Bouncer (durante algunos años fue cadenero en una discoteca en Hollywood), Soto era parte de la lista del FBI de Los 10 Fugitivos Más Buscados, por los delitos de venta y distribución de narcóticos (metanfetamina principalmente), robo con violencia, tráfico de armas y el intento de homicidio de un integrante de los Hell's Angels. Sus tatuajes no lo ayudaron a negar su pertenecía a la organización; los de su guardaespaldas tampoco. Fuente: Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Baja California.
Cuando obtienen información sobre la posible ubicación de un fugitivo, los agentes de la Unidad de Enlace Internacional deben montar guardia y vigilar hasta por 48 horas continuas. A veces para poderse acercar a un fugitivo y constatar al 100 por ciento que es la persona que se busca, se tienen que disfrazar, por ejemplo, como trabajadores de la empresa de mensajería, FEDEX, de encuestadores del INE, o de instaladores de líneas de teléfono de Telmex. En otras ocasiones tocan a la puerta y avisan que acaban de chocar un auto para que el fugitivo salga a ver qué pasa y es ahí cuando lo atrapan. Deben evitar el enfrentamiento a toda costa ya que en ocasiones hay niños en la casa y no pueden arriesgar la vida de los menores. Por eso tratan de detener al delincuente lo más mermado y desgastado posible, para que no ponga resistencia. Si, por ejemplo, el fugitivo que se está vigilando está de fiesta o en un casino de juego, lo dejan que se emborrache y canse y es cuando lo arrestan.
En octubre de 2015 Thomas Emil Sliwinski, de 63 años, se vio rodeado por agentes policíacos mexicanos y entró en pánico. La justicia estadounidense lo buscaba por la violación, en Helena, Montana (frontera con Canadá), de sus tres hijastras, diez años atrás. Al ver que no había escapatoria corrió a una parcela y se apuñaló en el estómago en un intento desesperado por no ser arrestado con vida. Iba por la cuarta herida cuando optó por pedir auxilio. Thomas Emil estuvo prófugo durante más de 10 años. Lo acusaban de haber violado a dos de sus hijastras hermanas de una tercer hijastra con la que había contraído matrimonio y que lo había intentado abandonar por su vida polígama. Fuente: Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Baja California.
"Era muy rara la familia que llevaba Emil Sliwinski con dos de sus hijastra con las que había huido, primero a Chihuahua y posteriormente a una playa a las afueras de Ensenada. A pesar de todo, las hermanas no quisieron recibir ayuda de la embajada estadunidense y se quedaron a vivir en México, mientras que él fue deportado y purga una condena", me comentó sorprendido sobre este caso Rodolfo Luna. "Como frontera tenemos un intercambio de criminales todos los días. Solamente Interpol México tiene el intercambio de información con agencias policiales de otros países que tenemos como en la Unidad de Enlace Internacional; no podemos esperar que de otro estado de México venga a resolvernos este problema", explica Rodolfo Luna. "Las capturas las hacemos en conjunto del gobierno federal a través del Instituto Nacional de Migración. Los detenemos y los entregamos al U.S. Marshals service.
En noviembre de 2016, el cantante de rap, Conejo, fue arrestado en Tijuana por agentes de la Unidad de Enlace Internacional. Cuatro años antes junto a los raperos chicanos, Serio y Proper Dos, lanzó la canción: "No me odien porque soy mexicano", centrada principalmente en la llamada Ley de Arizona, aprobada en 2010, la cual criminaliza a los ciudadanos por su aspecto latino, sin importar que sean ciudadanos estadunidenses. En el 2002 Conejo y Looney, ambos miembros de la pandilla, Varrio Harpys Gang (HPS), con presencia en el distrito West Adams al oeste de Los Ángeles, California, se convirtió en uno de Los Más Buscados por al asesinato de Mario Gutiérrez durante una fiesta en Vermont Square. Gutiérrez intentó detener una pelea que se suscitó disparando al aire. A cambió de su intromisión Los Harpys le quitaron su arma y lo asesinaron. Durante sus más de diez años como prófugo, Conejo inició su sello discográfico: Felony Case Records; también formó una línea de ropa y de fotos enmarcadas con la imagen de sí mismo. Una muestra de su música:
La ruta de los fugitivos
"Los estadounidenses tienen un mundo de gente prófuga, pero no nos proporcionan información hasta que tienen la certeza de que cruzaron la frontera a México", me explica el agente Rodolfo Luna. Y agrega: "Regularmente los fugitivos llegan con un poco de dinero a Tijuana y se quedan en el mejor hotel hasta que se les acaba el presupuesto y comienzan a quedarse en hoteles de mala muerte o con amigos que van haciendo en su huida. Posteriormente bajan a Playas de Rosarito (a quince minutos de distancia); es crucial atraparlos en las próximas 48 horas de haber pisado México porque de otra manera continúan bajando a Ensenada, luego a San a Quintín y a veces llegan hasta Puerto Vallarta, Jalisco, donde se les pierde el rastro. A veces cuando los arrestamos nos ofrecen cantidades increíbles de dinero por dejarlos libres, pero nos da risa que apenas y traen dinero para comer y quieren ofrecernos miles de dólares".
Rodolfo me comenta que esta tarde viajará a la ciudad de Mexicali. En esa desértica ciudad arrestará a dos homicidas de los cuales previamente recibió una alerta de ubicación por parte del Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos. Uno de ellos es Ángel Delgado, de 22 años, quien en el 2012 asesinó de un balazo en la cabeza a una joven de 16 años que festejaba su cumpleaños en el parque Northgate, en Fontana, California. El otro fugitivo es Gabriel Verdugo. En el 2015 asesinó a escopetazos a un miembro de una pandilla contraria dentro del bar El Escorpión, en la ciudad de Bakersfield, a dos horas de Los Ángeles. Para llevar su proceso penal en libertad el primero fugitivo debe pagar cinco millones de dólares de fianza y el segundo solamente dos millones.
"Si logran no ser detenidos, muchos de los fugitivos entran a trabajar a un call center, ya que saben hablar muy bien el inglés", termina Luna. "Si alguna vez llamas por teléfono, tal vez quien te atienda sea uno de los Más Buscados del FBI".
Fuente.-
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