Mientras era trasladado ayer a las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), el sujeto, identificado como Mario “N” ,un “penjamense” que ayer se dijo amenazado de muerte poco despues de su frustrado intento por desviar el vuelo 3041 de Volaris en trayécto Leon-Tijuana y detenido por pasajeros y tripulación que obligo el descenso de la aeronave en Guadalajara,luego de ser detenido y trasladado por efectivos de la Guardia Nacional,dicen (…hay que ponerlo en duda) intento escaparse, provocando que la unidad perdiera el control y terminara impactada contra la malla de un negocio,lo que no se explica, pues estaba detenido.
Esto sucedió en plena avenida González Gallo a la altura de la calle Río Carretelo, en Guadalajara.
Mientras esperaban a que la ambulancia llegara, los oficiales mantuvieron todo el tiempo sometido al hombre, quien tenía la cabeza ensangrentada, “presumiblemente” por las lesiones del choque y se le alcanzaron a apreciar varias heridas en el abdomen.
Tras el incidente , Mario “N” fue enviado a la Cruz Verde Marcos Montero en Tlaquepaque, donde recibió las primeras atenciones médicas y después fue trasladado a otro hospital, aunque no se informó a dónde, ya que la Guardia Nacional se mantuvo en sospechosos y total hermetismo, incluso con la FGR, a quien le notificó varias horas después del accidente.
Esta dependencia informó que se mantenían a la espera de que el hombre una vez que reciba las atenciones médicas que requiere, sea puesto a disposición del Ministerio Público Federal, para que resuelva su situación jurídica.
Hasta el momento se desconoce su estado de salud.
Este incidente plantea varias preocupaciones sobre los protocolos y prácticas de la Guardia Nacional en el manejo de detenidos:
Falta de transparencia y comunicación
El hermetismo mostrado por la Guardia Nacional, incluso con la Fiscalía General de la República, es altamente cuestionable. La falta de información oportuna sobre el incidente y el estado del detenido viola los principios de transparencia y rendición de cuentas.
Posible uso excesivo de la fuerza
Las heridas descritas en el detenido, incluyendo lesiones en la cabeza y abdomen, generan dudas sobre un posible uso excesivo de la fuerza. Los protocolos de detención y traslado deben garantizar la integridad física de los detenidos en todo momento.
Deficiencias en los procedimientos de traslado
El supuesto intento de escape del detenido que resultó en un accidente vehicular sugiere graves fallas en los protocolos de seguridad durante el traslado. Un detenido debidamente asegurado no debería tener la capacidad de interferir con el control del vehículo.
Demora en la atención médica y puesta a disposición
La demora en notificar a la FGR y en poner al detenido a disposición del Ministerio Público Federal es preocupante. Los protocolos exigen una puesta a disposición sin demora ante la autoridad competente.
Falta de supervisión civil
Este caso resalta la importancia de mantener un control y supervisión civil efectivos sobre las operaciones de la Guardia Nacional. La militarización de las funciones de seguridad pública aumenta los riesgos de violaciones a derechos humanos.
En conclusión, este incidente evidencia serias deficiencias en los protocolos de la Guardia Nacional que deben ser investigadas y corregidas para garantizar el respeto a los derechos humanos y el debido proceso. Es fundamental fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas y transparencia en las actuaciones de esta institución que se resiste en hacerlo.
Con informacion: MILENIO/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: