Un juez federal dio la tarde de ayer,un plazo de 24 horas a la Guardia Nacional para trasladar a Jesús Murillo Karam de la Torre Médica del Penal de Tepepan a su casa de las Lomas de Chapultepec, en donde continuará sus dos procesos del caso Ayotzinapa bajo prisión domiciliaria y sujeto a siete medidas de control.
Juan José Hernández Leyva, juez de control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Sur, aprobó siete de las 15 restricciones que la FGR pidió imponerle durante su reclusión en casa, y una de las que excluyó fue el brazalete electrónico.
A las 15:35 horas, Murillo salió en una ambulancia del centro de justicia con destino al Penal de Tepepan, donde aguardará a que los agentes de la Guardia Nacional lo trasladen a su domicilio, después de un año y siete meses de estar privado de su libertad en el Reclusorio Norte y distintos hospitales.
Las disposiciones que el juez le fijó al ex funcionario son:
La vigilancia perimetral y en los accesos a su domicilio
El establecimiento de un registro para visitantes
La prohibición de comunicarse con víctimas o testigos, principalmente con Felipe Rodríguez Salgado, quien se dice víctima de las torturas que atribuyen a Murillo.
También le impusieron la entrega de su visa y pasaporte, además de que el juez dará aviso a la Cancillería de que este salvoconducto se tiene bajo resguardo para que no se tramite otro.
Finalmente, el juez instruyó al Instituto Nacional de Migración emitir una alerta migratoria para impedir todo intento de salida del país.
Hernández Leyva dijo que únicamente autorizó estas medidas de control porque las restricciones de la prisión domiciliaria deben ser equivalentes a las de un centro de reclusión.
Por esta razón, rechazó imponerle un brazalete electrónico, ya que incluso dijo que la legislación vigente le impide combinar una medida cautelar con otra.
De las medidas propuestas por la FGR, el juez rechazó obligar a Murillo a reportarse cada 15 días a la Unidad de Medidas Cautelares, tener un horario específico para las visitas y prohibirles a éstas el ingreso de teléfonos y dispositivos electrónicos a su domicilio.
Hernández Leyva también descartó imponerle la restricción de comunicarse sólo por medios autorizados, enviar periódicamente su ubicación en tiempo real a la autoridad y remitir por WhatsApp las fotografías del lugar en donde se encuentre.
La decisión del juez fue dictada en cumplimiento al amparo que el Primer Tribunal Colegiado Penal otorgó a Murillo, el pasado, 4 de abril, en el que le concedió la prisión domiciliaria.
El ex titular de la PGR fue detenido el 19 de agosto de 2022 en la Ciudad de México, y desde entonces está sujeto a dos procesos penales por delitos contra la administración de la justicia, desaparición forzada y tortura.
De 75 años de edad, Murillo compareció en la sala de audiencias vestido con el uniforme, gorra y zapatos reglamentarios color caqui, así como una chamarra de pana color café.
Lucía más delgado y con barba canosa. Su semblante era el de un hombre tranquilo.
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