Las avionetas sobrevuelan sembradíos de amapola donde puede observarse a jóvenes armados con fusiles de asalto, enfundados en uniformes tácticos y chalecos antibalas. La música norteña suele acompañar a estos videos que circulan profusamente por TikTok.
“Despega un vuelo privado, de Colombia a Panamá, y aterriza por Durango nomás para desayunar, ahí me están esperando mis amigos los Guzmán, saludo al señor de mano, y a los cachorros por igual”, se escucha en una de las grabaciones que se mueven en esta red social a la que están adscritos tres de cada 10 jóvenes mexicanos de entre 13 y 29 años.
Pero esta apología del delito no es el único video que es compartido en TikTok. En algún punto del llamado Triángulo Dorado entre Chihuahua, Sinaloa y Durango, decenas de avionetas cessna “borracean” a gran velocidad, es decir, vuelan a ras de suelo. Lo que pareciera impensable en muchas ciudades, en algunas comunidades de la sierra se ha convertido en un asunto de moda.
Por ejemplo, algunas de esas aeronaves que en el pasado sufrieron aparatosos accidentes o que fueron incautadas al estar involucradas en operaciones del cártel de Sinaloa, ahora sus alas cortan libres el cielo para después aterrizar en improvisadas pistas de terracería.
Justamente desde tierra firme, la Chapiza, como se autonombra la gente al servicio de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, graba sus andanzas en videos mientras realiza patrullajes o cultiva o “raya” la amapola para obtener la codiciada goma de opio, la cual es utilizada para la producción de heroína. Este contenido visual no solo es para el grupo criminal, sino que es de acceso público en TikTok.
Se trata de una micronarrativa al servicio del narco. Milenio pudo documentar más de 15 cuentas donde la Chapiza publica historias sobre las actividades que realizan presuntos miembros del cártel en el Triángulo Dorado, una zona con 21 mil 500 hectáreas de superficie dedicadas a la siembra de amapola, según el Monitoreo de Plantíos de Amapola 2018-2019.
Las principales son tres cuentas que han publicado juntas un centenar de videos que les han dejado decenas de miles de seguidores y likes. Además existen más cuentas de respaldo en Instagram y YouTube.
En algunos clips que suben los presuntos empleados de los hijos del Chapo —Ovidio, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo— se observa que desde las montañas vigilan las operaciones de las fuerzas armadas. En un video subido por @sierra_de_badiraguato.r en febrero pasado, se observa a un helicóptero de la Marina rociando un herbicida sobre los cultivos de amapola y mariguana. El clip de 15 segundos fue acompañado de un corrido que enuncia: “Llegan los guachos, no respetaron el acuerdo que habían quedado”.
A los videos que suben los seguidores de los Chapitos se suman clips musicales producidos ex profeso para reproducir las actividades que realizan los narcos en el llamado Triángulo Dorado, una situación que ha llamado la atención de los estudiosos de esta micronarrativa que enaltece las actividades relacionadas con el crimen organizado.
Las motivaciones
¿Pero qué hacen estas personas subiendo contenido a TikTok? ¿Qué ganan? En opinión de Rubén Darío Vázquez, consultor en comunicación digital, este fenómeno se da por dos factores, por un lado estos jóvenes de la Chapiza buscan frenéticamente el reconocimiento social, y por el otro hay usuarios que ven en ese contenido algo orgánico y original. En ambos casos, ver estos videos en TikTok funciona como un escape de su realidad.
Hay una natural búsqueda de atención que tenemos todos los seres humanos, sobre todo en personas que están en un entorno marginal, donde las posibilidades de crecimiento y reconocimiento son bastantes limitadas, donde quizá no tienes un sueldo fijo o estás realizando una actividad gris, estás atado a una rutina o tu vida está en constante peligro, como es el caso de los narcos”, dijo Vázquez en entrevista con Milenio.
El especialista añadió que “ese tipo de circunstancias hacen que nuestra rutina entre en un hastío, y el hecho de recibir este tipo de aplausos o reconocimiento virtual, a veces por las razones equivocadas, de repente sea tan común y tan fácil y tan al alcance de la mano, pues hace que muchas personas volteen a ver a la red social como un escape de esta terrible frustración de la vida real que nos aplasta con unas rutinas y con pocas oportunidades de crecimiento”.
Por su parte, el vocero de TikTok en México dijo a Milenio en entrevista que la red social se ha comprometido a trabajar con las fuerzas del orden para combatir la actividad criminal organizada en México.
“En línea con nuestras Normas de la Comunidad, eliminamos el contenido y las cuentas que promueven actividades ilegales y bienes regulados, mientras trabajamos para mantener a nuestra comunidad segura”, refirió el funcionario.
Los #AvionesBad
Hay decenas de videos donde se muestran las avionetas, una de ellas tiene la matrícula XB-GWQ, la cual fue incautada en 2007 por la entonces Procuraduría General de la República (PGR), de acuerdo con un comunicado emitido en esa fecha. En otro video aparece la aeronave con la matrícula XB-IXR, la cual fue asegurada en 2008.
Otra aeronave asegurada en 2008 por la PGR es la Cessna XB-QIL, que aparece en videos de TikTok de “El Diablo” (@ALE_0189), un joven que sube contenido sobre aviones supuestamente al servicio del narco, provenientes del Sur y Centroamérica.
También en la flota hay avionetas que en el pasado sufrieron accidentes, como la Cessna XA-UMC, que impactó luego de que un cerdo apareció en la pista de aterrizaje en el municipio de Topia, Durango; o la aeronave XB-LCD que tuvo que descender de emergencia en Puebla. Ahora estas y más avionetas, como la XB-OIL, sirven como aerotaxis para empresas radicadas en Sinaloa, Durango y Morelos.
¿Cómo es posible que a pesar de su historial, las aeronaves estén en el aire? En 2017 Univison Investiga publicó que el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes tuvo que devolver al narcotráfico decenas de avionetas por órdenes judiciales o ministeriales.
De acuerdo con las fuentes consultadas por la cadena televisiva, los aviones salen de aeródromos registrados, viajan a la sierra y allí tapan las matrículas o modifican algunas letras, para que no se observe su matrícula real si son detectados desde el aire.
Micronarrativa
En otros videos se observa a jóvenes armados y montados en caballos, cuatrimotos o en racers todo terreno, así como cantando corridos o simplemente contemplando las montañas.
Si bien en TikTok existe un mar de videos sobre retos, bailes o lipsticks, también hay contenido del narcotráfico sin demasiada producción que muestra una realidad que pocos conocen. Oro puro para usuarios que buscan contenido original y orgánico, pero también son videos que pronto se olvidarán.
El analista digital Rubén Darío Vázquez aseguró que si bien estos videos de la Chapiza muestran una realidad muy cruda, también es contenido fast food, es decir, desechable.
“Algo que surgió con la micronarrativa de las redes sociales es esta sensación de que es contenido desechable. Es un contenido que está para ser visto un par de veces y ser olvidado, aunque tenemos en internet algunos memes que han perdurado”, agregó.
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