Las celebridades, en virtud de su exposición y visibilidad, son naturalmente vulnerables a estos ataques. Pero con el auge de las redes sociales y el alarde inevitable que conlleva tener una vida llena de dinero, ropa de alta costura, automóviles, relojes de lujo y joyas, los ladrones están más tentados y empoderados que nunca.
Casi todo el mundo conoce la leyenda del "Bling Ring", la banda de adolescentes que, a principios de la década de 2000, robó un total estimado de alrededor de 3 millones de dólares en bienes personales de celebridades como Paris Hilton, Lindsay Lohan, Rachel Bilson, Megan Fox y Orlando Bloom. En 2016, Kim Kardashian West fue víctima de un robo a mano armada durante la Semana de la Moda de París en su hotel. Los ladrones planearon su jugada de acuerdo con la actividad de Kim en redes sociales, donde se le vio exhibiendo sus costosas joyas. En el asalto, la ataron, la metieron en una bañera y retuvieron a punta de pistola, mientras los ladrones, vestidos de policías, se robaban las joyas con un valor de 10 millones de dólares, incluido su anillo de compromiso de 20 quilates que le dio su entonces esposo, Kanye West.
Desde entonces, el número de robos a celebridades ha seguido aumentando. A partir de 2017, Rihanna, Christina Millian, el beisbolista, Yasiel Puig, y el jugador de los Rams, Robert Woods, fueron presuntamente atacados por un grupo de 13 adultos y adolescentes que seleccionaron a sus víctimas a través de redes sociales. Esta nueva banda se ha embolsado mucho más que los 3 millones de dólares de Bling Ring. Robaron joyas con un valor de 2 millones de dólares de Alanis Morissette, joyas y bolsos de mano con un valor de 1 millón de dólares de Kyle Richards de The Real Housewives of Beverly Hills, así como bienes valorados en 200.000 dólares y parte de la famosa colección de relojes de John Mayer.
La casa del Dr. Dre fue objeto de un intento de robo en enero de este año, mientras estaba hospitalizado con un aneurisma cerebral. Muchos de estos delitos se llevaron a cabo en cuestión de minutos. Según la Policía de Los Ángeles, los pandilleros recurrieron al "flocking", una práctica que consiste en caminar por vecindarios ricos con ropa lujosa y conducir autos deportivos para mezclarse y encontrar a las próximas víctimas.
Todas estas desgracias han provocado casi cero compasión por parte del público. Cuando le robaron a Kim Kardashian, la acusaron de planear todo. Incluso se crearon disfraces de Halloween para burlarse del incidente. Las aventuras del "Bling Ring" fueron adaptadas en una película por Sofia Coppola, protagonizada por Emma Watson como la ladrona y la estrella de reality Alexis Neiers. Paris Hilton, una de las víctimas de la banda, participó en la película e incluso prestó su casa para la producción, ya que era difícil recrearla (toda la decoración es personalizada y tiene cojines de su cara por toda la casa).
Años más tarde, Paris Hilton continúa aprendiendo cosas nuevas sobre los incidentes que tuvieron lugar en 2008. “No tenía idea de que intentaron llevarse a mi perro. No sabía que estaban vendiendo mis cosas en el Venice Boardwalk”, le dijo a Los Angeles Times en 2013. Tampoco sabía que los ladrones habían irrumpido en su casa en seis ocasiones distintas, lo cual no es tan difícil de creer, considerando que a menudo dejaba una llave de repuesto debajo de su tapete. Otro objetivo del Bling Ring, Orlando Bloom, también tenía la mala costumbre de dejar sus llaves en lugares de fácil acceso.
Una casa, sea de quien sea, nunca es más que una caja con entradas, puertas y ventanas que se pueden abrir a la fuerza. Las celebridades deben tener sistemas de seguridad avanzados para mantener alejados a los ladrones. Pero muchas veces, instalan dichos sistemas después de sufrir un robo. Kim Kardashian aprendió la lección y contrató a agentes de seguridad que están presentes las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y que controlan incluso a los miembros más cercanos de su familia como si estuvieran a punto de entrar a la Casa Blanca. Pero eregir una fortaleza no es práctico ni deseable para nadie, ni siquiera para las estrellas.
Kim Kardashian no es la única que ha reaccionado. Después de su robo, Kyle Richards le dijo a la revista People que estaba sorprendida porque tenía “portones muy altos en la casa, un sistema de seguridad de última tecnología y mi ama de llaves estaba durmiendo allí ese día”. Obviamente, su casa no era tan segura como pensaba. El sistema de alarma no se activó porque faltaba algo en la instalación. Desde entonces, Richards se ha equipado con alarmas que funcionan todo el día, cámaras de vigilancia, cinco perros y dos guardias armados.
Ellen DeGeneres y su esposa Portia de Rossi también contrataron guardias de seguridad armados después de que entraron a robar a su casa. En julio del año pasado, TMZ informó que la pareja consiguió "una nueva empresa de seguridad, que instaló sensores láser y cámaras en toda la propiedad y contrató agentes de patrulla armados". Después de que su casa fuera atacada en 2018, LeBron James contrató al menos a 10 guardias de seguridad armados para vigilar su residencia en todo momento.
En octubre de 2020, Larsa Pippen, exesposa de Scottie Pippen y amiga de las hermanas Kardashian, fue objeto de un extraño robo. Perseguida por un acosador en Los Ángeles, se refugió en Miami durante unos días. Mientras tanto, los ladrones frustraron su elaborado sistema de seguridad al cortar la electricidad en todo el vecindario y robar varios artículos personales de valor. Desde entonces, guarda una escopeta en cada piso de su casa para garantizar la seguridad de su familia. Y, hasta ahora, todo bien.
El acoso es otro fenómeno que afecta a la comunidad de celebridades. Muy a menudo, el ladrón-acosador busca algo más que bienes materiales: busca experiencia. Paris Hilton dijo que el aspecto más "extraño" de toda esta terrible experiencia fue la aparente necesidad de Bling Ring de vivir su fama en carne propia. “Estaban tan obsesionados que querían robarnos la vida. Es aterrador el mundo en el que vivimos", dijo. Una situación similar ocurrió en 2017. Una mujer irrumpió en la casa de Drake en Hidden Hills para usar sus sudaderas y beberse sus botellas. Solo para eso.
Todo esto despierta diversos niveles de preocupación por parte del público; mientras que algunos se sienten indiferentes cuando se roban las posesiones materiales de una celebridad, la conexión emocional es más fuerte cuando la amenaza se cierne sobre la persona misma. Por ejemplo, Kim Kardashian: cuando la atacaron, al principio la gente pensó que se lo había buscado. Pero la perspectiva cambió cuando habló de lo traumática que había sido para ella la experiencia de Keeping Up With the Kardashians. No solo le habían robado sus cosas, sino que sentía que era su persona la que había sido violada.
Para evitar estos allanamientos, las celebridades primero deben dejar de publicar toda su vida en redes sociales, pero eso, lamentablemente, nunca será suficiente. Por supuesto, hay opciones más drásticas, como los drones de seguridad, que no necesitan ser controlados por alguien. Por 10.000 dólares, los instalas en diferentes puntos de acceso, al igual que los detectores de movimiento, en toda la propiedad. Es una solución extrema, pero si las celebridades quieren seguridad, lo extremo es lo mínimo que pueden hacer.
Fuente.-Mariah Smith/
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