El jubilado Salvador Córdova Díaz, de 75 años de edad, se convirtió en el sexto paciente que murió tras recibir un medicamento contaminado en el hospital de Pemex en Tabasco, denunciaron sus familiares.
Durante el transcurso del pasado miércoles, su hijo Agustín Córdova advirtió que la presunta negligencia médica ya fue denunciada ante la delegación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en Tabasco.
Apenas el pasado 5 de marzo, Antonio y María Guadalupe, nietos del ex trabajador petrolero, narraron cómo la salud de su familiar fue empeorando dentro de la clínica.
María Guadalupe explicó que su abuelo ingresó el 15 de febrero al hospital para una hemodiálisis, como lo hacía desde hace seis meses, pero debió esperar cinco días por la falta del insumo, y por una peritonitis que lo sorprendió.
Después de realizarse el procedimiento, el jubilado quedó postrado, sin poder bañarse o comer por su propia cuenta, describió.
"Por este medicamento hay como 100 personas, son familiares que están afectados, de hecho, aquí los vigilantes son una mierda, no te dejan entrar, nada", lamentó en entrevista.
Antonio, el otro nieto, coincidió que en el hospital hay desabasto de fármacos y que los pacientes son atendidos en condiciones deplorables.
"Los cuartos donde se encuentran los pacientes ni clima tienen, ahorita sudan, se infectan", indicó.
Las otras personas que fallecieron, y cuyos familiares lo denunciaron públicamente, fueron Marina Sánchez y Valdemar García, el pasado 10 de marzo; Feliciano Sánchez Osorio, el 6 de marzo; Patricia Jiménez, el día 3, y un hombre más, del que se desconoce su identidad, el pasado 29 de febrero.
La bacteria Klebsiella spp se encontró dentro de un lote del fármaco heparina sódica que la clínica utilizó en decenas de pacientes, y que provoca el desarrollo de enfermedades infecciosas en la sangre y tejidos blandos.
En 13 comunicados hasta ahora emitidos por Pemex, sólo ha informado la muerte de cinco pacientes, y la hospitalización de por lo menos otros 50, pero ningún señalamiento sobre presuntos responsables.
Tampoco han brindado una conferencia de prensa el director del hospital José Luis Oramas Vargas, o el titular de Pemex a nivel nacional, Octavio Romero.
Apenas el pasado 5 de marzo, Antonio y María Guadalupe, nietos del ex trabajador petrolero, narraron cómo la salud de su familiar fue empeorando dentro de la clínica.
María Guadalupe explicó que su abuelo ingresó el 15 de febrero al hospital para una hemodiálisis, como lo hacía desde hace seis meses, pero debió esperar cinco días por la falta del insumo, y por una peritonitis que lo sorprendió.
Después de realizarse el procedimiento, el jubilado quedó postrado, sin poder bañarse o comer por su propia cuenta, describió.
"Por este medicamento hay como 100 personas, son familiares que están afectados, de hecho, aquí los vigilantes son una mierda, no te dejan entrar, nada", lamentó en entrevista.
Antonio, el otro nieto, coincidió que en el hospital hay desabasto de fármacos y que los pacientes son atendidos en condiciones deplorables.
"Los cuartos donde se encuentran los pacientes ni clima tienen, ahorita sudan, se infectan", indicó.
Las otras personas que fallecieron, y cuyos familiares lo denunciaron públicamente, fueron Marina Sánchez y Valdemar García, el pasado 10 de marzo; Feliciano Sánchez Osorio, el 6 de marzo; Patricia Jiménez, el día 3, y un hombre más, del que se desconoce su identidad, el pasado 29 de febrero.
La bacteria Klebsiella spp se encontró dentro de un lote del fármaco heparina sódica que la clínica utilizó en decenas de pacientes, y que provoca el desarrollo de enfermedades infecciosas en la sangre y tejidos blandos.
En 13 comunicados hasta ahora emitidos por Pemex, sólo ha informado la muerte de cinco pacientes, y la hospitalización de por lo menos otros 50, pero ningún señalamiento sobre presuntos responsables.
Tampoco han brindado una conferencia de prensa el director del hospital José Luis Oramas Vargas, o el titular de Pemex a nivel nacional, Octavio Romero.
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