FRACASA el PROGRAMA FEDERAL "SEMBRANDO VIDA" que PRESUMIA ser el PROYECTO de REFORESTACION MAS GRANDE del MUNDO MUNDIAL...y comparte fracaso con la SEDENA.

De las 575 millones de plantas que se planeó cultivar en 2019 con Sembrando Vida, anunciado como "el programa de reforestación más grande del mundo", apenas se sembraron 78 millones.

La Secretaria de Bienestar, María Luisa Albores, responsable del proyecto, reconoció el incumplimiento del programa que paga 5 mil pesos mensuales a los campesinos con 2.5 hectáreas para sembrar árboles frutales y maderables.

Señaló que de los 80 millones de plantas que les iba a entregar la Sedena -en un convenio de 769 millones 256 mil 351 pesos- apenas les entregaron 37 millones.

"No llegamos a la meta, porque tendríamos que tener 575 millones de plantitas y de árboles. Hicimos un convenio con 12 viveros militares, hicimos un convenio con Sedena para la producción de 100 millones de plantas en 2019. Después nos dijeron que iba a haber una baja a 80 millones, y nuestra nuestra realidad es que nos entregaron 37 millones", reconoció el 30 de enero.

De los 38 millones de plantas que esperaban de los viveros comerciales sólo recibieron 15.4 millones y de los 285 millones que planeaban producir en los viveros comunitarios, llegaron a 26.

En total, 78 millones de los 575 millones que según el Presidente iba a producir la "autosuficiencia alimentaria" del país.

A pesar de las cifras, en la presentación de la Agenda 2030, Albores sostuvo que el programa es exitoso.

"A un año de trabajo, con un más de un millón de hectáreas reforestadas, que es nuestra meta 2019-2020, Sembrando Vida se va consolidando como el programa de agricultura orgánica y de restauración productiva más grande de la historia de México, más grande de la historia del planeta Tierra", dijo.

El presupuesto del programa subirá este año de 15 mil a 28 mil millones de pesos y de ocho estados del sureste donde se aplicaba se ampliará a otros 13. El número de "sembradores" que no siembran pasará también de 230 mil a 500 mil.

Aunque Albores dijo que la sequía causó que sólo cumplieran con 13 por ciento de la meta, prometió que este año sí darán el resultado completo. Ahora la meta es mil 100 millones de árboles.

Una de las primeras alertas del fracaso del programa se tuvo en diciembre, durante la gira de López Obrador por Tabasco. Allá, Albores aceptó que sólo se logró producir 30 por ciento de las plantas proyectadas en ese estado.

Al día siguiente, López Obrador apuró al equipo técnico a dar resultados en su estado. "El que no se aplique, el que no trabaje, es conservador", les dijo.

Ante el incumplimiento nacional, Albores atribuyó al mal tiempo el fracaso en la meta, aunque dijo que era necesario esperar para hacer cálculos, pues los campesinos sembraron algo por cuenta propia en sus tierras. Pero organizaciones ambientalistas afirman que este desastre estaba asegurado desde el inicio.

En marzo de 2019, la organización civil Calixaxan denunció que en Puebla y Veracruz los campesinos deforestaban sus parcelas para entrar al programa.

"El problema es que se apoya a personas que no quieren reforestar, sino recibir el pago. El programa no es ambientalista, y la prueba es que da apoyos enormes a cada campesino, con los que se podrían comprar las plantas, mientras que se le recorta a la Semarnat y a la Comisión Nacional Forestal", dijo Sergio Rivera, presidente de la organización.

Para 2020, la Conafor, encargada de la conservación y restauración forestal y del combate a incendios, tendrá 3 mil millones de pesos, que representa 10.7 por ciento de los 28 mil millones de Sembrando Vida.

El presidente de la organización Bosques y Gobernanza -de Chiapas-, René Gómez, aseguró que en materia ambiental el programa podría causar un mayor daño.

"En la región de Ocosingo iban a plantar 50 mil hectáreas y no plantaron ni 500. Mucha gente tuvo que deforestar para ser incluidos en el padrón y ahora tenemos periódicamente reuniones y les pregunto: ¿cuántas hectáreas llevan sembradas? Y me dicen: ni siquiera lo que tuvimos que tumbar", señaló.

El presidente de la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Red Mocaf), Gustavo Sánchez, aceptó que es complicado evaluar este programa, porque aunque su objetivo es ambiental, es operado por la Secretaría de Bienestar, como si fuera de combate a la pobreza.

Aunque indicó que por su manera de operar, con apoyos directos y sin reglas de operación, rompe con el equilibrio social de las comunidades.

Además, señaló que la negativa de López Obrador de apoyarse en organizaciones sociales ha provocado que las plantas se siembren en viveros gigantescos y se trasladen varios kilómetros, por lo que es más difícil su crecimiento.

En marzo de 2019, Marshall de la Cruz, un paisano del Presidente, denunció ante la Secretaría de la Función Publica, la Fiscalía de Tabasco y la oficina de la Atención Ciudadana de la Presidencia que renunció a su puesto de Técnico Productivo del programa, debido a que lo obligaban a cobrar un "moche" de 2 mil pesos a quienes quisieran estar en el padrón.

Un año después, confirmó que las malas prácticas continúan en ese estado y que la siembra no se lleva a cabo.

"He visto a productores y de 100, unos 15 tienen unas cinco matitas de coco en el terreno. Los viveros los hizo el Ejército y de ahí tomaron unas plantitas de caoba y de cedro, y ya después repartieron 5 matitas de coco y 5 de axiote a cada quien, pero la siembra de una hectárea y media de árboles frutales y maderables no se está cumpliendo. Entonces en Tabasco la gente reclamó y les dijeron que va a haber, pero tendrá un costo de 70 pesos por cada planta", indicó.

Modesto Soto, un campesino de Durango, dijo estar muy contento con su pago, aunque no han sembrado nada.

"Nos dieron la semilla hace dos meses, cuando ya pasó la temperada de siembra", señaló.
El problema de la falta de semillas y de agua, se agrava porque el programa ha funcionado un año sin reglas de operación, dijo Teresa Méndez, una antigua trabajadora del programa, en Jalapa, Tabasco.

El 14 de diciembre le entregó a López Obrador un con documento supuestas pruebas de corrupción. Entre otros, que su superior utilizaba la camioneta oficial para sus actividades personales y la inclusión de su novia en la nómina. Además, dice en entrevista, había quien cobraba sin presentarse a las reuniones ni comprobaba la existencia de sus parcelas.

"Pasaban muchas situaciones, dueños de 60 hectáreas de tierra que se las prestaban a sus trabajadores para que cobraran el pago y se los dieran a ellos. Se registraba 'Juanita Pérez' y salía su pago y nadie sabía quién era ni dónde estaba", acusó.

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