En 17 años de esfuerzo nacional en la lucha contra el narcotráfico se le han decomisado al crimen organizado 247 mil 299 armas de todo tipo de calibres.
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La cifra representa una tercera parte del armamento que poseen los cárteles de la droga, de acuerdo con las estimaciones que hizo el lunes pasado el precandidato presidencial del PRI, José Antonio Meade, quien calculó el armamento criminal en 750 mil unidades.
El ex secretario de Hacienda declaró que de ganar las elecciones buscaría acabar con ese poder de fuego de los criminales. No sería fácil: para poder cumplir con esta propuesta necesitaría que México triplicara los resultados obtenidos en los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y lo que va de Enrique Peña Nieto.
Desde 2001 el promedio anual de aseguramiento de armas es de 14 mil 155. De mantenerse ese ritmo, el gobierno federal tardaría 52 años en incautar las 750 mil armas que mencionó Meade.
La propuesta del precandidato llega en una etapa en la que los decomisos anuales de armamento se han reducido significativamente.
En el primer año del presente sexenio se decomisaron 13 mil 810 armas a los cárteles de la droga. Eso significó la mayor cantidad de esta administración, ya que en 2014 los aseguramientos cayeron a 12 mil 18 unidades.
Para los siguientes años las cifras mantuvieron su declive: en 2015 se arrebató a los criminales 9 mil 368 armas, en 2016 solo se decomisaron 6 mil 198 y en 2017 se estima que la cifra se ubicó en las 5 mil 100 armas, de acuerdo con las cifras oficiales.
Entre 2013 y 2017 los criminales vieron disminuir relativamente su poder de fuego: perdieron 46 mil 496 armas de diferente calibre, pero esta cantidad resulta muy baja si se compara con los resultados obtenidos en el gobierno de Felipe Calderón, en el que se incautaron 163 mil 420 armas.
Solo en el año 2011 se decomisaron 40 mil 406 armas, lo que representa casi la misma cantidad de armas incautadas que en lo que va del gobierno de Peña Nieto.
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En los primeros meses del presente sexenio, el gobierno federal declaró que intensificaría sus trabajos de inteligencia para lograr golpes más certeros contra el crimen organizado.
El 30 de julio de 2013, el Presidente declaró que la nueva etapa de seguridad se basaba en “inteligencia por encima de la fuerza”.
En 17 años, el periodo con más decomisos se registró entre 2008 y 2014, cuando el gobierno federal incautó 179 mil 672 armas, lo que equivale a 72.6 por ciento del armamento recuperado desde 2001.
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