Era una tragedia anunciada, como casi todas
las que suceden en México. ¿Cuántas tragedias más como la de Tultepec
necesitamos para corregir errores, para cambiar leyes, para exhibir a los
corruptos y negligentes, para prevenir en lugar de lamentar?
En este suceso solo se ha analizado la
responsabilidad del Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, pero falta
estudiar la competencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Omisión y negligencia de la Sedena en explosión de Tultepec: Francisco Cruz (Nota y video)
Hay que recordar que la Sedena es la
responsable de otorgar y validar los permisos para vender pirotecnia y también
está obligada a realizar inspecciones.
Evidentemente la secretaría a cargo del
General Salvador Cienfuegos no hizo su trabajo en Tultepec. Y hasta ahorita no
tenemos ninguna explicación por parte del general ni siquiera una palabras de
aliento a los familiares de las 38 víctimas mortales y los más de 50 heridos.
El municipio de Tuxtepec publicó a través
de su página oficial que los 300 locatarios del mercado de “San Pablito” tenían
el permiso otorgado de la Sedena, lo cual les avala para la comercialización de
pirotecnia.
Más aún. El municipio expidió 35 mil
“salvoconductos” que autorizan a los compradores adquirir hasta 10 kilos de
pirotecnia con documentos membreteados por la Sedena y el gobierno de Eruviel
Ávila.
Pero la encargada de vigilar que se cumpliera
la ley en Tultepec era la Sedena. También el general Cienfuegos y sus muchachos
debían hacer inspecciones periódicas para asegurarse de que no se vendieran
cohetes prohibidos como los llamados “brujitas”, “ratoncitos” o los “cerillos”,
cohetes con alta carga pírica que fácilmente tienen fricción y los convierte en
peligrosos y que eran vendidos con toda tranquilidad en Tuxtepec.
¿Por qué el general Cienfuegos no hizo su
trabajo? Según la información recabada en la investigación sobre la explosión
en el mercado de San Pablito, a través de su página de Facebook el Mercado de
Artesanías Pirotécnicas San Pablito, A.C. anunció a sus agremiados que el 3 de
agosto a las 10 de la mañana la Sedena haría una inspección.
¿Por qué pasaron cuatro meses sin que
hubiera una nueva inspección? ¿Por qué la Sedena no vigiló el cumplimiento de
la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Evidentemente el sistema de autorización y
vigilancia de venta de explosivos no está funcionando. La Sedena ha sido omisa
y negligente. No sabemos si existe corrupción para permitirles vender los
cohetes prohibidos, pero omisión, negligencia y corrupción son un cóctel
molotov.
Solo en el mercado San Pablito se han
registrado tres incendios: el primero en septiembre de 2005 con 57 heridos y el
segundo un año después, el 12 de septiembre de 2006. Fue el entonces
gobernador Enrique Peña Nieto, quien se encargo de reconstruir el mercado.
Ahora la historia se vuelve a repetir. Y
Peña Nieto promete reconstruir el mercado, pero no dice nada de la imperante
necesidad de reformar el sistema de vigilancia y prevención de
polvorines.
Solo nos queda esperar la siguiente
tragedia. Todo indica que será una tragedia anunciada. Todo nos avisa del
próximo polvorín. Todo nos advierte que los cohetes prohibidos volverán a
venderse. Todo nos informa que habrá muertos y heridos. Todo nos señala que la
Sedena y el Gobernador en turno no cumplirán cabalmente con su trabajo. Todo
nos revela que el próximo mercado en estallar será reconstruido. Todo nos
advierte que todo seguirá igual.
¿Hasta cuándo seguirán registrándose
tragedias anunciadas que pudieron haber sido evitadas?
Fuente.-Twitter: @SanjuanaMtz
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