El presunto capo del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), Francisco Navarrete, operó la campaña electoral de Tarek Abdalá, actual diputado federal del PRI y hombre de toda la confianza del Gobernador Javier Duarte.
Según testimonios recabados por REFORMA, apoyó en el traslado de personas a mítines; la entrega de playeras, tortas y cervezas, y en garantizar que el sufragio en la urna fuera para Abdalá en 2015.
Los gobiernos federal y estatal acusaron a Navarrete de ser líder del CJNG y la Administración de Duarte anticipó que podría estar detrás de la desaparición de 5 jóvenes el 11 de enero en este Municipio.
Familiares de Navarrete acusaron la semana pasada a la Fuerza Civil de Veracruz de fabricar un montaje en su detención el sábado 23 de enero y sembrarle armas.
De acuerdo con los testimonios en Tierra Blanca, el presunto capo, de 54 años, contaba con el apoyo gubernamental, en especial, de la Policía de Veracruz.
A Navarrete se le identifica como uno de los principales operadores del PRI en Tierra Blanca y en todos los casos apoyó a sus candidatos.
Además, el también ingeniero civil es mencionado en el poblado como colaborador en "tareas de limpieza", es decir, en señalar a presuntos delincuentes que operaban en el Municipio para que fueran detenidos.
Operó para el PRI en Tierra Blanca.
En 2013, Navarrete apoyó a su cuñado Obet García Díaz para la Alcaldía de Tierra Blanca y en 2015 operó en la campaña de Tarek Abdalá.
En política, Navarrete era el encargado de otorgar las facilidades para los candidatos del PRI y del PVEM.
En la elección en la que contendió García Díaz, acompañado de un grupo armado, Navarrete robó varias urnas para favorecer a su candidato, que a la postre perdió.
Pero a Abdalá le puso el triunfo en bandeja de plata, pues según testimonios recabados por REFORMA, Navarrete lo apoyó para juntar gente, en la entrega de playeras, tortas y cervezas, y por supuesto, en garantizar que el sufragio en la urna fuera para el priista.
Eso pese a que Abdalá estaba señalado por desvíos millonarios en sus gestiones como Secretario de Finanzas no sólo de Duarte, sino de Fidel Herrera.
La Auditoría Superior de la Federación ha presentado cuando menos cinco denuncias penales en su contra ante la PGR por el desvío de miles de millones de pesos.
El también ingeniero civil era respetado en el poblado pues apoyó a autoridades federales y estatales en denominadas "tareas de limpieza".
Para ello contaba con todas las facilidades de la Delegación de la Policía Estatal, que cuenta con una sede en Tierra Blanca.
En duda
En duda
La detención de Navarrete estuvo enmarcada en medio de contradicciones entre lo que informaron las autoridades y lo que fue documentado por REFORMA mediante testimonios y fotografías tomadas en el momento de la detención de su hijo José Francisco y un amigo de éste identificado como Junior Alarcón.
"Nadie se metía con don Francisco, el ingeniero, porque en el pueblo se sabía que servía para el Gobierno, él apoyó al Gobierno, y ahora nos dicen que es parte del crimen organizado, entonces creemos que el Gobierno del Estado también", dijo un regidor de Tierra Blanca.
El 23 de enero Navarrete, molesto, acudió a la SSP de Tierra Blanca para reclamar el motivo por el que había sido detenido su hijo y su amigo.
Esta versión contradice el comunicado oficial que refiere que los tres civiles se encontraban armados y que intentaron huir.
Se añadió que en una rápida acción de los federales las tres personas fueron sometidas.
En una fotografía se aprecia que incluso el hijo de Navarrete va hablando por su celular, arriba de una patrulla Pick-Up, acción que no es común cuando la autoridad detiene a personas armadas.
La CNS aseguró que las tres personas detenidas portaban una pistola nueve milímetros, un fusil AK-47 y otro AR-15.
"Si hubieran ido armados no hubieran sido detenidos como sucedió, hasta dejaron que José Francisco utilizara el celular para hablar con mi tío, para avisar que había sido detenido, las armas fueron sembradas", dijo en Tierra Blanca una sobrina de Navarrete, y quien solicitó no ser identificada para evitar represalias gubernamentales.
Una vez enterado de la situación Navarrete acudió a la Delegación Regional de la SSP en este Municipio para conocer la situación de su hijo y de Junior Alarcón.
Es decir, Navarrete acudió al cuartel y no fue detenido en medio de una acción federal.
La presencia de Navarrete en el cuartel por su propia voluntad fue corroborada por un mando de la Marina consultado por este diario.
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