El Departamento de Estado de Estados Unidos evidenció que en México existe una contradicción importante en las estadísticas de la trata de personas en México, donde autoridades gubernamentales federales, en conjunto, informaron de la identificación de 1,570 víctimas de este delito en el país, pero no llega siquiera a especificar cuántos fueron explotados en trabajos forzados o tráfico sexual.
En su último Reporte de Tráfico de Personas, el Departamento de Estado de Estados Unidos destaca que con datos de autoridades gubernamentales, se identificaron 1,570 víctimas de la trata en el país, mientras que con la información obtenida de las dependencias estatales, la cifra es de 1,000 víctimas en el 2013.
Sin embargo, detalla el reporte, no informaron el número de enjuiciamientos de tráfico iniciados el año pasado, en comparación con 30 procesos federales y 177 estatales en el 2013.
En cuanto a sentencias, a nivel federal informaron de tres traficantes de personas y a nivel estatal por lo menos 108 en el transcurso del 2014, que representó un aumento anual, ya que en el 2013 no emitieron ninguna condena federal de trata y sólo 73 a nivel estatal, incluyendo 38 en el Distrito Federal; pero no estuvo claro cuántas de estas condenas fueron por tráfico de crímenes definidos por el Protocolo de Palermo.
En varias entidades del país, la policía se centró en la investigación de bares y discotecas por irregularidades administrativas.
El documento hizo énfasis en que en la trata de personas, la corrupción está relacionada con algunos funcionarios públicos, quienes extorsionan a las víctimas, falsifican sus documentos y las amenazan a éstas; además de que aceptan sobornos de los traficantes; facilitan el movimiento de las víctimas a través de las fronteras; operar o frecuentar burdeles donde se explota a las víctimas; o dejar de responder a los delitos de trata.
Las mujeres que ejercen la prostitución en la Ciudad de México declararon que funcionarios les obligaron a firmar declaraciones, acusando a personas detenidas de la trata, que levantaron serias preocupaciones sobre las tácticas policiales.
Sin procesados
Otro punto negativo que añadió el departamento estadounidense fue que las autoridades no informaron de procesamientos o condenas de los funcionarios públicos cómplices de la trata en el 2014, donde no se ha informado sobre una sola condena a empleados del gobierno desde el 2010.
Un ejemplo fue la nula información sobre la investigación en el 2013 de dos agentes de la policía de Tijuana por la explotación de una víctima de la trata sexual.
País de destino y tránsito de trata
La trata de personas es un fenómeno delictivo en el que miles de víctimas son captadas, trasladadas y entregadas con fines de explotación, y aunque es un delito extendido por todo el mundo, el caso de México es relevante porque es país de destino y tránsito para hombres, mujeres y niños víctimas de la trata sexual y el trabajo forzoso (agricultura, servicio doméstico, procesamiento de alimentos, construcción, mendicidad).
Los grupos más vulnerables ante este problema son las mujeres, infantes, indígenas, personas con discapacidades físicas y mentales y la comunidad LGBT.
En su mayoría, las víctimas extranjeras en México provienen de América Central y del Sur, mientras el turismo sexual infantil persiste, particularmente, en las zonas turísticas y en las ciudades de la frontera norte, cuyos consumidores provienen principalmente de Estados Unidos, Canadá y Europa Oriental.
Un grupo beneficiado de la trata sexual es el crimen organizado, obligando a realizar actividades ilícitas, como sicarios, halcones (miradores), productores, transportistas y vendedores de drogas.
Según estimaciones del Foro de Viena para combatir la Trata de Personas, organizado por diversas agencias de las Naciones Unidas, este delito se considera el tercer negocio ilícito más lucrativo del mundo, únicamente superado por el tráfico de drogas y de armas; aproximadamente cada año genera ganancias entre 32,000 y36,000 millones de dólares.
En el informe sobre tráfico de personas 2015, la oficina estadounidense exhibió que gobierno de México no brinda servicios especializados a las víctimas de tráfico y la mayoría de los funcionarios gubernamentales carecen de directrices para canalizar a quienes sufren de este delito.
Lanzado en vísperas del Día Mundial contra la Trata de Personas, el documento, señala a los agentes de migración, los cuales, continúan sin preguntar a los extranjeros sin documentos si fueron víctimas de trata y carecen, asimismo, de mecanismos de detección en profundidad.
El Departamento de Estado reporta que son las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) -que reciben financiamiento privado o del extranjero- las que proveen la mayor parte de la asistencia especializada. A su vez, la coordinación entre el nivel federal, el estatal y las oficinas locales de servicios para víctimas es débil.
Fevimtra opera un albergue de alta seguridad en el Distrito Federal para mujeres que fueron traficadas para trabajos sexuales. El refugio alberga un número no específico de personas y durante tres meses no se les permite la salida por razones de seguridad. No obstante OSC han externado preocupación sobre este encierro, el cual podría retraumatizar a las chicas.
Un insulto a la dignidad humana
La trata de personas es un insulto a la dignidad humana y un asalto a la libertad. Para combatir este fenómeno en el país, una de las formas sencillas y prácticas es la prevención.
Oscar Delgado, coordinador de proyectos de 1A1 Movimiento en contra de la esclavitud, señala algunas medidas para prevenir la trata de personas, como estar al pendiente con quiénes se están comunicando y relacionando familiares durante sus actividades diarias, especialmente en sus redes sociales.
Otra medida es desconfiar de alguien que no se conoce bien y ofrece un trabajo en otra ciudad u otro país, regala algún presente, presta dinero o resuelve algún problema de tu familia, ya que el endeudamiento y la oferta de una vida mejor son formas de engaño y enganche de las personas que se dedican a la trata de personas.
Una de las tácticas más utilizadas, indicó, es cuando algún hombre, mujer o joven usa la historia de que “tú eres su verdadero amor” y “necesita de tu ayuda porque perdió su trabajo”, para hacer propuestas de trabajo o pedir favores. Los tratantes usan el enamoramiento como método de enganche para obligar a sus víctimas a hacer “por amor” cosas que jamás hubiesen pensado estar dispuestas a hacer.
También se debe evitar encuentros reales con desconocidos que han contactado a través de redes sociales e Internet, debido a que los tratantes, generalmente, buscan alejar a su víctima de su entorno. Además, la violencia familiar hace más vulnerables a sus miembros.
Este movimiento sin fines de lucro combate, a través de la concientización y la prevención, a la trata de personas y otras formas de esclavitud moderna en México y Latinoamérica, y actualmente lleva a cabo en el Distrito Federal y en más de cinco entidades federativas un programa de prevención dirigido adolescentes y jóvenes, los grupos más vulnerables a caer víctimas de este delito.
“hoy en día la esclavitud moderna es una realidad que nos involucra a todos, ya que no es ajena a nuestro entorno. El aumento en la cifra de personas que están siendo víctimas de trata de personas y explotación es inmensamente abrumador. Existe más conciencia respecto a este tema especialmente con los jóvenes, quienes no se ven ellos mismos en riesgo de ser posibles víctimas. Es sumamente importante la colaboración de sociedad civil con gobierno”, manifestó Delgado López.
Testimonios
“Fui víctima de trata con fines de explotación sexual. Conocí a un chico de 17 años a fuera de la escuela, me dijo que le gustaba y con el paso del tiempo nos hicimos novios. Después me fui a vivir con él y, entonces, descubrí que él y sus hermanos eran padrotes. Me quería para prostituirme. Me dijo que escogiera entre ver a mis papás muertos o pagar por la vida de ellos; decidí entonces hacer lo que me pedían. Durante los seis meses que fuimos novios, fui un chico increíble; me daba consejos, me llevaba puntualmente a casa y siempre me trató con amabilidad. Nunca sospeché que me estaba tendiendo una trampa”. Liliana.
Cuando era más joven, llegó a mi pueblo un muchacho que me ofreció trabajo en la ciudad. Fue muy amable conmigo y, en ese momento, me sentí muy segura. Cuando me trajo a la ciudad todo cambió, me empezó a gritar, a pegar y a amenazarme con lastimarme y dañar a mi familia si no lo obedecía. Me movieron de casa en casa, obligándome a prostituirme. Era muy feo y tuve mucho miedo. Afortunadamente una vecina sospechaba que algo no estaba bien y denunció. Las autoridades vinieron y me rescataron. Después entré en una casa refugio en la que me cuidaron y protegieron mientras testificaba contra esa persona. Ahora estoy de regreso en mi casa, muy feliz con mi familia”. Verónica.
Fuente.-
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