No es algo que no sospecháramos, pero ahora se puede decir “con los pelos de la burra en la mano”.
Los niños que nacen y crecen en el seno de una familia acomodada tienen mayores probabilidades de tener éxito, en comparación de los niños de familias pobres, no importa que los menores desfavorecidos económicamente sean más inteligentes… Esta triste realidad fue comprobada por la Comisión para la Movilidad Social y Pobreza Infantil en Reino Unido”, la cual comprende que “una sociedad en la que el éxito o el fracaso de los niños con la misma capacidad se basan en la situación social y económica de sus padres no es justa. No sólo es injusto, sino que es una pérdida de los talentos de los que tienen el potencial pero provienen de entornos menos favorecidos; perjudicial para las personas, la economía y la sociedad”… sin embargo, así están las cosas.
El estudio “Downward mobility, opportunity hoarding an the ‘glass floor’” se efectuó al analizar las vidas de 17 mil personas nacidas en la misma semana de 1970, comparando cómo les había ido al llegar a sus 42 añitos. Para determinar que tan obtusos estaban los sujetos, se les realizó una prueba cognitiva a los 5 años… a grandes rasgos, las conclusiones fueron las siguientes: aun cuando habían salido con la inteligencia de un zapato, los niños provenientes de familias ricas tuvieron 35% más probabilidades de tener una vida exitosa.
“Los niños que muestran signos tempranos de la baja capacidad de las familias más acomodadas evitan en gran medida movilidad descendente. Los factores que parecen limitar esta posibilidad son: mayor educación de los padres (…) matricularse en escuela privada, lograr un grado…”
… y si, como en el caso de México, se le añaden “palancas” al asunto, hasta andan ganando más de 50 mil pesos al mes…
Pero además de las posibilidades que el dinero puede ofrecer, también el éxito de los menos inteligentes depende de sus habilidades sociales y emocionales, muchas de las cuales ganan por su posición social: los niños con un alto sentido de control sobre su propio destino son más propensos a tener éxito en el mercado laboral.
“Si los políticos están hablando en serio acerca de su deseo de aumentar la movilidad social en el Reino Unido, necesitan quitar las barreras que impiden a los niños alcanzar su potencial total, y remover las barreras que bloquean la movilidad social descendente”, añaden los investigadores que integran la Comisión que realizó el informe.
Con el término “movilidad social descendente” los investigadores se refieren a aquella en que el sujeto cambia de una clase social buena para una menos favorecida… La barrera que impide ese cambio es lo que se conoce como el “piso de cristal”, el cual impide a los de clase económica favorable el caer a un nivel que no “corresponde” al de su familia… aun cuando su inteligencia sea inferior al de sus integrantes… De la misma forma en que se impide a los pobres alcanzar estatus socioeconómicos superiores, aun cuando tienen el potencial para lograrlo.
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