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miércoles, 12 de noviembre de 2025

«VIOLARON las REGLAS de la COMPAÑIA por…la COMPAÑIA ?»: «FABRICANTE de las BLACK MAMBA le PRESTO BLINDADO al REGUETONERO ANUEL AA en VISITA de CUATES a N.L»…le querían regresar la copa.


En Monterrey, donde hasta los semáforos parecen tener blindaje, un suceso digno de corrido ocurrió cuando Emmanuel Gazmey Santiago más conocido por su nombre artístico como Anuel AA ,un reguetonero puertoriqueño ,decidió que los fines de semana también merecen blindaje nivel de guerra.

A bordo de una “Black Mamba” con protección 7 Plus —lo más cercano a pasear dentro de un tanque con aire acondicionado— el reguetonero puertorriqueño rodó por San Pedro y Santiago con la sonrisa de quien acaba de descubrir que en México todo se puede, siempre y cuando haya palabra empeñada de por medio.

El anfitrión, Marcial Herrera, empresario regio y caballero de las promesas imposibles, se sacó de la manga una joya de reglamento corporativo: “Por políticas de la empresa no sacamos esas camionetas”. Pero como el verbo cumplir pesa más que cualquier manual de ética interna, le soltó la frase mágica a su hermano el fabricante de estos vehículos en TPS ARMORING: “Préstame una Mamba, es para el compa Anuel”. Y lo que siguió fue la excepción más consentida del año.

La escena parecía de película: Marcial al volante —porque claro, el jefe maneja su propio pecado—, su hijo Luis Felipe, su sobrino Adrián, y el mismísimo Anuel AA con una mirada que decía “esto sí que no lo hace nadie ni en Dubai”. Lo llevaron al Barrial, luego a Santiago, y en un punto el cantante decidió que un artista con numerosa escolta también tiene derecho a jugar con su juguete nuevo. Sin aviso ni permiso, se echó unos cien metritos al mando de la bestia de acero, porque si vas a romper reglas, hazlo con estilo y motor turbo.

“Háganse pa’llá escoltas, aquí nadie le va a hacer daño”, soltó Marcial, más sereno que el botón de pánico. Y así fue: Monterrey se rindió ante el paseo más caro y técnicamente ilegal de la semana, pero bendecido por la amistad y el blindaje.

Al final, nadie suspendido, nadie herido, solo una promesa cumplida y un nuevo mito de la ingeniería regiomontana: las Mambas no vuelan, pero con Anuel al volante, casi.

Con informacion: ELNORTE/

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