“LEVANTADA, EJECUTADA y YA VAN 24 MIL”: “YA esta MUERTA la MADRE que BUSCABA AFANOSAMENTE a su HIJA ASI FUERA MUERTA”…terminan convertidas en estadística y olvido, enterradas por la misma violencia que las lanzó a la búsqueda.

Nadie en el poder gubernamental parece tener plan: los muertos se le amontonan a Claudia Sheinbaum y a este gobierno nada empatizo y poco humanista no le importan los reclamos, los gritos de las familias que buscan desparecidos en un pais donde desaparecer equivale a morir y terminan muertas. 

Otra tragedia en Zacatecas lo deja clarísimo: la madre buscadora Aida Karina Juárez Jacobo fue secuestrada y asesinada cuando sólo quería encontrar a su hija Goretty, desaparecida desde el 25 de junio. Pero aquí buscar a un desaparecido es deporte extremo—y más peligroso que enfrentarse al narco: las madres buscadoras terminan convertidas en estadística y olvido, enterradas por la misma violencia que las lanzó a la búsqueda.

Los muertos de Sheinbaum se acumulan

Mientras la Fiscalía de Zacatecas presume “colaboraciones” entre estados, las redes de organizaciones y colectivos no quieren palmadas en la espalda ni discursos bonitos: quieren justicia y protección, porque este país en el segundo piso,ya fue capaz de sumar casi 24 mil muertos a los 200 mil del primer piso.Más de 30 familiares de desaparecidos asesinados sólo en la última década, la mayoría mujeres buscadoras.

Quien busca muertos, también muere

Las buscadoras no sólo cargan palas y fotos; cargan miedo, amenazas y la certeza de que el Estado ni las cuida ni las va a cuidar. Muchos no quieren ni que les citen sus nombres porque saben que el siguiente cuerpo puede ser el suyo.

Indiferencia, impunidad y sangre fría

Organizaciones como Amnistía Internacional llevan años exigiendo protección para los colectivos de búsqueda: nada ha servido. Aquí la tragedia se repite brutalmente —y lo único que cambia son los nombres de las víctimas— el gobierno ni plan tiene y parece que tampoco le importa.

Si en este país alguien quiere buscar a su desaparecido, que se prepare: el horror no termina con la desaparición. No sólo es pelearse con la indiferencia oficial, sino jugar a la ruleta rusa en cada búsqueda. Y sí: los muertos se le acumulan al gobierno, y quienes buscan, también mueren. ¿Quién sigue?

Con informacion: DIARIO ESPAÑOL/ELPAIS/ Erika Rosete