El ex líder del cártel mexicano Ismael “El Mayo” Zambada se declaró culpable este lunes de cargos federales relacionados con su papel en el tráfico de drogas que durante años inundó a Estados Unidos con cocaína, heroína y otras sustancias ilícitas.
El hombre de 77 años se declaró culpable de un cargo de conspiración de crimen organizado y un cargo de dirigir una empresa criminal continua.
“Culpable”, dijo Zambada en español con voz casi inaudible, de los cargos de empresa criminal continuada y actividades de crimen organizado dentro de un grupo criminal, por los que pidió perdón tras reconocer que “promovió la corrupción de policía, mandos militares y políticos” en México.
Que significa esto en español llano:
Lo que acaba de pasar hoy con “El Mayo” Zambada no es cualquier cosa. El viejo capo, que durante décadas fue el cerebro y la mano invisible del Cártel de Sinaloa, se paró frente a un juez gringo y soltó el “culpable” como quien ya carga demasiado y decide tirar la piedra al pantano. Pero ojo: no fue una confesión cualquiera. Lo que admitió es dinamita pura contra el sistema mexicano entero.
Porque no sólo aceptó que traficó toneladas de droga a Estados Unidos —eso ya lo sabíamos todos, hasta el cartero—, sino que lo dijo clarito: que el jugoso negocio funcionó a punta de comprar policías, corromper generales y tener políticos de su lado. O sea, que el país estaba (y está) podrido desde la raíz y todos lo sabían, nomás que nadie lo decía tan directo frente a un tribunal con reflectores internacionales.
Que ahora el Mayo reciba como recompensa menos años de sentencia,no le ayuda mucho, el capo tiene 77 años y asi sean benévolos y le den 15 años,no deja de ser una sentencia de cadena perpetua biológica. Lo que realmente mete miedo en Palacio y en los cuarteles es la exhibida monumental que esto implica. Porque si el “patriarca” del narco se echa en cara la complicidad de los que deberían haberlo perseguido, ¿qué queda para toda esa élite política con énfasis en el oficialismo Moreno,que fingió ceguera absoluta por mas de 40 años?
Bien resumido: Zambada no sólo se declaró culpable de narcotráfico; firmó, en voz baja pero con eco brutal, un acta notariada de que el Estado mexicano ha jugado de socio incómodo pero necesario del crimen organizado. Y esa frase, pronunciada casi en susurro, retumba como trueno: agarró a la clase política con los pantalones abajo, en plena función de circo.
El juicio es en Estados Unidos, pero la vergüenza se queda en México.
Con informacion: ELNORTE

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