Las autoridades y el gobierno de todos los niveles con “muy poco nivel”, estan perdiendo de vista que su principal obligacion constitucional es dar seguridad a los ciudadanos,en su persona y bienes ,en ese orden, pero estan fallando garrafalmente y no solo en Culiacán donde la violencia ha provocado el encierro de la población que tiene miedo a salir al cine, el café o al centro comercial, pues en esta ciudad el dia se acaba a la 5pm y todo,absolutamente todo,se oscurece.
Mientras esto ocurre,en el gobierno hay un plan en marcha,totalmente mediático que utiliza en los hechos, arrestos poco significativos, porque no significan nada para “paliar la violencia” , muy al estilo de los “golpes” de Felipe Calderón y García Luna,lo que no es casualidad, pues el responsable directo de combatir la inseguridad, es precisamente uno de los que antes la consecuentaba como miembro distinguido de la cofradía de criminales que ya nos distraian con arrestos y decomisos que nunca la frenaron, es mas ,ahora resulta que en vez de contenerla esta se incrementa,dizque por el efecto de combatirla.
“Los asaltos se dan a cualquier hora” o “te muestran las armas desde otro vehículo”, son algunas de las experiencias que ciudadanos y empresarios relataron a Grupo REFORMA.
SON VÍCTIMAS O TESTIGOS
Aún con los miles de militares que patrullan Culiacán, los ciudadanos temen ser blanco de un atraco, un levantón o presenciar una ejecución.
“No sentimos que exista seguridad”, señaló una madre de familia.
“Al salir de tu casa sientes ese temor de que te puedan quitar tu vehículo, que te puedan secuestrar o que te pueda tocar un evento de alto impacto como es ver que levanten a alguien o le disparen frente a ti, porque esto ocurre hoy”, agregó.
“Cada familia hemos tomado diferentes medidas de seguridad para sentirnos menos expuestos”.
La residente contó que sólo sale para llevar a sus tres pequeñas a la escuela cuando es posible, incluso en el colegio ya se valora si las clases van a cambiar a la modalidad en línea.
Los fines de semana su familia mantiene el encierro y sólo sale al súper en su auto más modesto.
“Todos conocemos a alguien a quien ya le han quitado un vehículo. Por mi trabajo me ha tocado enterarme de clientes a los que les han quitado hasta dos carros. El dato que se tiene es que a esta fecha se han quitado mil 300 unidades en 90 días, que es demasiado”.
‘EL DÍA SE ACABA A LAS 5’
Al amanecer, lo primero que hace el empresario ‘Juan José’ –nombre ficticio–, es revisar en su celular los grupos de mensajería que alertan sobre la violencia del día en Culiacán.
“Reportan balaceras o ponchallantas en algún sitio, robo de vehículos en algunas zonas, esto con la idea de no movernos ahí. Revisamos continuamente, para ver si ya se puede circular por la ciudad”.
Explicó que el transporte es un factor de preocupación. Las corridas y los taxistas disminuyeron su flota, y los ruleteros de aplicación aumentaron sus tarifas.
“Hace poquito amenazaron a los Uber y ahorita circulan nada más durante el día y son muy caros. Oscurece a las 5 de la tarde y se acaba, agarrar un Uber a esa hora ya empieza a complicarse; en la noche, de plano, no hay nadie circulando en Uber.
“Ya sabes cuáles colonias o zonas son las conflictivas y tratas de no acercarte ni de día”, añadió.
‘Juan José’ explicó que en Culiacán no es posible traer carros de alta gama ni de media porque los están robando.
“Roban muchas pick-ups, yo creo que por el tipo de uso que le dan. Y bueno, trata uno de viajar con lo indispensable.
“Tratamos de no mostrar cosas en las redes ni llevamos en el teléfono algo que ellos puedan usar; extorsionan y utilizan información que traen los celulares. Ha sido una psicosis aquí, desde agarrar camino todos los días, porque en cualquier momento empiezan los whatsapps avisando que hay balacera en tal lado o muertos allá, que amanecieron en este lado embolsados, en cajas, que las avionetas que pasaron tiraron no sé qué…
“Todos los días hay algo. Ahora que los mentados punteros, que son los que se ponen en las motos, hace poco estaban flasheando a los autos en la noche y no sabemos para qué, pero como para cegarlos pues, con lámparas y no sé, no sabemos para qué era, pero empezó ese tipo de acción ayer (miércoles) en la noche”, expuso.
‘SAQUÉ A MI FAMILIA DE AQUÍ’
“Yo no tengo aquí (en Culiacán) a mi familia”, relató un empresario.
“La saqué del estado, pero en las (pasadas) vacaciones les dije que vinieran y ya se querían ir porque no salieron para nada”.
Señaló que la mayoría de las colonias donde hay reportes de violencia son las que están en las entradas de la ciudad, al sur, hacia Mazatlán, en la periferia y cerca de las carreteras.
– ¿Pero sí se puede salir en taxis, en transporte?
“En el día sí. A lo mejor puedes sentir menos flujo de vehículos, pero si hubo un evento fuerte, los niños no van a la escuela.
“Y eso repercute en la movilidad. Hay menos camiones y taxis y los Uber están amenazados. Como si hubiera un toque de queda por parte de ellos (los delincuentes), y nadie quiere vivir fuera de sus casas a partir de, máximo, las 8 de la noche.
“A las 5 o 6 de la tarde empieza que la balacera, y luego ves los convoyes militares (…) pero la verdad, como que no hay intención de buscar a alguien, están como que en el plan de no de actuar”, consideró.
Refiere que en algunos comercios ya es visible el desabasto de ciertos artículos y cierran después de las cinco o seis de la tarde.
“¿Imagina una panadería cerrada a esa hora? ¡No es normal! Muchos negocios, restaurantes y cafeterías han cambiado sus horarios.
“Si te metes a la última función del cine, a las 6 de la tarde, sales a las 8:00 pm y en la plaza ya no hay nadie”, alertó.
– ¿Si alguien llega al centro de Culiacán con qué se encuentra?
“Con negocios cerrados. Muchos negocios que eran zapaterías de puro cristal, ahora están con malla ciclónica, en las noches los rompían o con las balaceras se rompían, y la gente rapiñaba.
“Los restaurantes, pobrecitos, han sido los más afectados. Mucha gente está quedándose sin trabajo”.
Indicó que las agencias de seguros aumentaron costos hasta en un 40 por ciento.
“Nos dicen las aseguradoras que en Culiacán estamos en zona de guerra, por eso es más caro”, advirtió.
‘EN CULIACÁN VIVES EN PSICOSIS’
Los cientos de tropas militares en las calles de Culiacán agregan zozobra a la ciudadanía que atestigua cómo las actividades públicas acaban a las seis de la tarde.
“En Culiacán, las sirenas de las ambulancias o patrullas no dejan de sonar en las noches, todo eso causa psicosis, así vives, nos hemos dedicado al encierro, a quedarnos en la casa el mayor tiempo posible, y salir sólo para lo necesario. No estar más allá de 20 minutos en un centro comercial para comprar la despensa, cuando antes esto llevaba hasta dos horas, para comprar el helado o mirar cosas en la plaza”, narró un habitante de la capital de Sinaloa.
“Los comercios están cerrados, por ejemplo, en el centro, junto a la Catedral, los que tenían vidrios amplios les pusieron barrotes, porque la delincuencia los rompía para meterse; aun así, terminan cerrando a las seis de la tarde y a los que están abiertos les pegan. Apenas un Oxxo fue víctima de tres asaltos en un día, bajan los criminales de sus vehículos, con el arma al hombro, toman lo que quieren y se van, con eso el negocio terminó por cerrar”, advirtió otro testigo de la violencia.
Los habitantes de Culiacán, que prefieren el anonimato, narran la zozobra que padecen desde que comenzó la guerra entre dos facciones del Cártel de Sinaloa, situación que las autoridades no han logrado resolver.
“¿Las tropas? Se ven cuando pasan muy rápido, manejan igual que los ciudadanos: rápido para que no les pase nada, y la otra, siempre llegan a los eventos de violencia cuando ya pasó todo ¿Es esa la seguridad?”, planteó uno de los ciudadanos.
NI VIDA NOCTURNA NI ECONOMÍA
En Culiacán, la vida nocturna está acabada, la economía estancada y el ánimo por los suelos, refiere un habitante de esta capital.
“Es vivir con angustia absoluta”, resumió.
Hasta para ir a misa, contó, hay que ir a un horario “prudente”, es decir, a las 12:00 o 13:30 horas.
“El problema es que los enfrentamientos o la inseguridad pueden ser a cualquier hora del día”, lamentó.
“Se acabaron las salidas de distracción o la vida nocturna; la gente ya no tiene la confianza de acudir después de las cinco o seis de la tarde a un restaurante, a cenar con la familia o algún tema distracción como ir al cine, etcétera; la economía sí ha sido muy, muy, afectada”, lamentó.
“Hablando del tema económico, adquirir una casa, un auto o solicitar un crédito personal ya pasó a segundo término”.
– ¿Cambió la vida común? ¿Las tropas no la garantizan?
“Las tropas que mencionan en las noticias no se ven a esa magnitud en la ciudad, quisiera pensar que a lo mejor están cuidando las orillas, etcétera, pero dentro de la ciudad no ves tropas de Gobierno tomando un control o dando una seguridad.
“Las cadenas extranjeras limitaron su horario, cierran a las 6 de la tarde, máximo a las 7. Por ejemplo, Walmart, Sam’s, Costco, etcétera, están limitando su horario cuando antes estaban abiertos a las 10 u 11 de la noche, los bancos están cerrando entre dos de la tarde y tres y media”, reprochó.
– ¿Viajar en auto, caminar, cómo es?
“Si te paras en un semáforo estás revisando tu retrovisor y tus lados, no sabes si puede llegarte un robo a mano armada, un secuestro exprés, que también hay mucho, o alguna balacera; es vivir con angustia todo el día que estás en la calle.
“¿Cómo le explicas a tus hijos la situación que estamos viviendo, si venimos saliendo de una pandemia de Covid, de un par de años, y ahora viene esta otra especie de pandemia?”, lamentó el entrevistado.
Con informacion: REFORMA/
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