El chofer de Lorena Cuéllar Cisneros, gobernadora de Tlaxcala, Alfredo Fredy Pérez Águila, acaba de ser nombrado juez especializado de mujeres del Tribunal Superior de Justicia estatal, por lo tanto recibe su regalo anticipado de Navidad, nombramiento en color rojo, verde y blanco, los tradicionales.
Fue el pasado 5 de diciembre, cuando Alfredo Pérez recibió su nombramiento, aunque en su experiencia laboral, se revela que el nuevo juez del Poder Judicial del Estado, carece de práctica en el tema de impartición de justicia, así como el dato de que fue en este año, cuando obtuvo su cédula profesional como abogado, egresado del Centro de Educación Abierta, ubicada en el Estado de Puebla.
En anteriores tiempos, era como estudiar por correspondencia y de esa manera pasar su exámenes “profesionales”, como un sistema de enseñanza, el estudiante recibe el material de estudio (personalmente, por correo postal, correo electrónico u otras posibilidades que ofrece internet).
La única experiencia laboral que presenta “Fredy“, es como chofer adscrito al despacho de la gobernadora Lorena, desde el inicio de su administración, así como jefe de capacitación de Prospera y Auxiliar administrativo en el Senado de la República.
El nombramiento de Fredy en el Tribunal Superior de Justicia del Tlaxcala, que encabeza Anel Bañuelos Meneses, provocó indignación entre activistas en defensa de los derechos humanos.
Calificó el nombramiento de Fredy, la activista Yeny Charrez, como barbarie y un atentado contra las mujeres tlaxcaltecas la designación de un juez que no tiene experiencias y además de que su designación parece un acto de corrupción.
Violenta la legalidad,la etica y la moral
A la luz de la evidencia y bajo un hipotético estado de derechos, suponiendo que hubiera “gente derecha”, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros parece haber incurrido en varias conductas cuestionables desde el punto de vista ético y posiblemente legal:
- Nepotismo y tráfico de influencias: Al nombrar a su chofer personal, Alfredo Fredy Pérez Águila, como juez especializado, la gobernadora aparentemente utilizó su posición de poder para favorecer a un allegado sin las calificaciones adecuadas para el puesto.
- Falta de transparencia y meritocracia: El nombramiento no parece haberse basado en méritos profesionales o experiencia relevante, sino en la cercanía personal con la gobernadora.
- Comprometer la integridad del sistema judicial: Al designar a una persona sin experiencia en impartición de justicia para un cargo tan delicado como juez especializado en asuntos de mujeres, se pone en riesgo la calidad de la justicia y los derechos de las víctimas.
- Posible violación de normativas: Dependiendo de las leyes estatales, podría haber infringido regulaciones sobre nombramientos judiciales y requisitos mínimos para ocupar dichos cargos.
- Desatención a la perspectiva de género: Al nombrar a alguien sin formación especializada en temas de género para un juzgado enfocado en mujeres, se ignoran las necesidades específicas de este grupo vulnerable.
- Mal uso de recursos públicos: Utilizar un puesto judicial como “regalo” personal implica un uso indebido de los recursos y cargos públicos.
- Desestimación de críticas y falta de rendición de cuentas: La aparente falta de respuesta ante las críticas de activistas y defensores de derechos humanos sugiere una actitud de poca apertura al escrutinio público.
Estas acciones no solo comprometen la integridad del sistema judicial de por si vilipendiado, sino que también erosionan y cada vez mas,la confianza pública en las instituciones gubernamentales y el estado de derecho en Tlaxcala ,en el preambulo de una farsa de elección en la Reforma judicial en ciernes.
Con informacion: REVISTA VERTICAL/
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