María Isabel Cruz Bernal, líder del colectivo Sabuesos Guerreras, ha sido testigo en carne propia de esta realidad, la cual compartió en el conversatorio “Políticas de olvido y desaparición forzada”, organizado por el Comité de Participación Ciudadana de Sinaloa ante el incremento de desapariciones en el Estado.
Durante la charla, María Isabel, quien ha dedicado años en buscar a su hijo Yosimar García Cruz y a otras personas, habló sobre la falta de empatía que tiene la sociedad e incluso las propias autoridades, con los familiares de una persona desaparecida.
“Creo que eso nos ha estigmatizado y ha puesto demasiado focos rojos, incluso ahora que está sucediendo toda esta violencia en el Estado se sigue criminalizando diciendo que están enredados, que por algo se los llevan, sin embargo, nosotras siempre hemos dicho que hayan hecho lo que hayan hecho, nadie merece ser desaparecido”, dijo.
Indicó que la desaparición forzada es una problemática que afecta a todos los sinaloenses, pues “nadie está exento de ser desaparecido”, mucho menos ahora que la problemática se ha agravado.
INCREMENTAN DESAPARICIONES, SECUESTROS Y EXTORSIONES DURANTE LA “GUERRA” EN SINALOA
La madre buscadora añadió que en los últimos meses, la crisis de inseguridad que se vive en Sinaloa ha agravado laproblemática de desapariciones, pues según el registro del colectivo, septiembre cerró con 220 personas desaparecidas y en octubre ya van más de 130 casos de desaparición forzada.
De acuerdo con María Isabel Cruz, las desapariciones han tenido un patrón: “Lo primero que hicieron fue pues levantar a personas adultas, a personas de entre 40, 45 y 50 años de diferentes colonias, (…) queremos pensar que algunas de esas personas que se levantaron durante ese tiempo eran personas adultas involucradas y se levantaron en ciertos puntos de ciertas colonias y es ahí donde empieza el 9 de septiembre, pues a darse este repunte de levantamientos”, dijo.
Sin embargo, mencionó que las cifras oficiales son menores al registro que tienen como colectivo ya que muchas familias tienen miedo de denunciar la desaparición de una persona o desconocen cómo hacerlo. De ahí la importancia de los colectivos que no han parado de brindar acompañamiento a los familiares.
“Creo que ha sido bastante pesado para nosotros porque las familias muchas veces nos exigen, nosotros no somos autoridades, somos igual que ellas, somos madres de familia buscando a nuestros hijos y no tenemos ningún compromiso más que nuestro compromiso moral y nuestro compromiso por encontrarles y las colectividades creo que hacen bastante para ayudar en este tema, para tratar de hacer el trabajo que las autoridades no hacen”, agregó.
Además, indicó que en estos meses también se ha registrado un incremento en las extorsiones y secuestros, donde los delincuentes utilizan el dolor de las familias para pedir grandes sumas de dinero.
“También se viene la extorsión y los levantamientos solo para extorsionar a las familias, esas familias que no tienen nada que ver, que iban circulando y los agarraron, se los llevaron, a los jovencitos que salían de las escuelas, que agarraban, que los mandaban a la tienda y se los llevaban para pedir cantidades estratosféricas de dinero entre 80, 100 mil, 150 mil y lo siguen haciendo”, dijo.
Mencionó que no solo los colectivos están sobrepasados debido al incremento de estas problemáticas, sino que la Fiscalía y otras autoridades también se encuentran colapsadas ante la violencia.
“Las fiscalías, pues colapsadas, el 911 se colapsa, los cuerpos tirados que muchas veces ni las mismas autoridades van a recogerlos, es cuando nosotros recibimos las llamadas y por favor, tenemos que acudir a levantar esos cuerpos para que las autoridades vayan a levantarlos”, dijo.
Finalmente, destacó la importancia de tener un análisis de contexto de las desapariciones y que las autoridades logren difundir información a los sinaloenses sobre cómo se debe de actuar ante una desaparición forzada.
LAS FAMILIAS DE DESAPARECIDOS SON VÍCTIMAS DE CORRUPCIÓN
En el conversatorio también participó la académica Nancy García Vázquez, investigadora del Instituto de Investigación en Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de la Universidad de Guadalajara, quien denunció que las familias de personas desaparecidas no solo enfrentan el dolor de la desaparición, sino que además son víctimas de corrupción que las revictimiza y entorpece los procedimientos de búsqueda y justicia.
Destacó que las familias pueden ser víctimas de extorsiones, omisiones en los protocolos de búsqueda, localización, identificación y acceso a la justicia que violentan los derechos humanos de la persona desaparecida y sus familiares.
“Por ejemplo, la omisión en la aplicación de los protocolos Amber o Alba, (…) que se les pierde evidencias, que hay negligencia en las diligencias ministeriales, que no hay la debida diligencia para realizar las comparecencias, omisiones o retrasos en los traslados a donde está la persona que es localizada, omisión o negligencias en las valoraciones médicas psicológicas o forenses, omisiones en muchos protocolos, extorsiones para la entrega de restos a los familiares (…) hay muchísimas, pero el caso es que todas estas al final suman en evitar que las personas no solo sean localizadas, sino que tengan un acceso a la justicia”, dijo.
Informó que de acuerdo a una investigación que realizó sobre la identificación de riesgos de corrupción y faltas administrativas en la problemática social de personas desaparecidas en Jalisco, encontró que dentro de las fases en la localización y búsqueda de una persona, hay un total de 86 procesos en donde eventualmente las personas podrían ser víctimas de corrupción.
DESAPARICIONES, EL SÍNTOMA MÁS GRAVE DE LA CRISIS DE INSEGURIDAD
Durante el conversatorio, Roxana Vivanco, periodista de Río Doce, un medio de comunicación local, destacó que la desaparición forzada ha sido la problemática que más ha crecido en Sinaloa debido a la pugna que existe entre los grupos delincuenciales.
Criticó que las autoridades no han sido capaces de prevenir o implementar operativos que permitan llevar a la justicia a los responsables de esta violencia y que actúen en la liberación de las personas privadas de la libertad.
“La Fiscalía se ha dedicado ahorita a contar asesinatos, desapariciones y robos lo que está ocurriendo todo este marco que también se han multiplicado, pero pues solo están reportando a números no y generalmente son inferiores a las a los que tienen asociaciones como Sabuesos Guerreras”, dijo.
Por su parte, tanto María Isabel Cruz Bernal como la académica Nancy García coincidieron en que las autoridades se están viendo rebasadas ante la crisis de desapariciones que hay en Sinaloa. Mientras que la buscadora agregó que hace falta más empatía hacia los familiares de una persona desaparecida.
Fuente.-REVISTA ESPEJO/
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