Entre el llanto de su familia y cercanos, rezos y hasta una maldición contra criminales lanzada por el cura que ofició la misa, el cuerpo de la candidata Gisela Gaytán, asesinada hace dos días en pleno mitin, fue despedido en la Catedral de Celaya, Guanajuato.
En la homilía que duró cerca de 50 minutos, el sacerdote católico, César Corres Cadavieco, culpó a los políticos, pero también a la sociedad, de este homicidio en contra de la morenista que se suma a la ola de violencia de lo que ocurre en esta ciudad de la región Laja-Bajío.
"Nos desgarra el corazón, un esposo que le arrebataron a su esposa, esos malditos lo van a pagar, créanme", expresó desde el altar.
Mientras la misa se desarrollaba, al menos una decena de elementos de la Guardia Nacional, así como también de policías locales, resguardaron el recinto religioso.
"No sólo mataron a la candidata, mataron a un cúmulo de posibilidades de bien, que le fueron arrebatadas a esta ciudad por delincuentes, todo el bien que ella iba a hacer, las políticas que iba a implementar, borradas de un plomazo, porque alguien cree que es dueño de la sociedad, que puede comprar la vida de los demás, pero óiganlo bien malditos, somos más los hombres de bien, y la sangre de Gisela caerá sobre sus cabezas y la de sus hijos por siete generaciones, como dice la biblia".
Corres Cadavieco, frente al cuerpo guardado en un ataúd cobrizo con una corona de flores blancas, añadió en su crítica la falta de seguridad en el País, lo cual se refleja con los crímenes de candidatos.
"Quizá sí ante los poderes humanos, donde el 99 por ciento de crímenes no se castigan, quizá la salvan acá, la libren, ante el juicio de Dios no se podrán librar, les espera la destrucción, el sufrimiento atroz. Gisela hija es de una sociedad que no se pueda derrotar ante el mal", advirtió.
"Era una mujer cristiana, creyente, con valores morales, sientan vergüenza ciudadanos de esta ciudad que hayan permitido este atropello, porque todos somos responsables cuando se mata a una mujer que podía haber hecho el cambio en esta ciudad, todos somos responsables, empezando por el Gobierno que no es capaz de ofrecer lo más básico que todo Estado debería ofrecer, seguridad a sus ciudadanos".
A la Catedral acudieron el candidato a regidor, Adrián Guerrero Caracheo, quien fue baleado en el mismo ataque del 1 de abril y después reportado como desaparecido unas horas, así como también la candidata de Morena a la Gubernatura, Alma Alcaraz, y el candidato a senador del mismo partido, Ricardo Sheffield.
Previo a la misa, la familia de la candidata asesinada realizó la velación del cuerpo en la funeraria San Rafael, ubicada en la Colonia La Alameda.
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