Los crecientes piquetes para ordeñar ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Nuevo León prendieron alertas en Seguridad Física de la empresa.
En lo que va de la actual Administración federal, el promedio mensual de tomas clandestinas se incrementó un 133 por ciento, al pasar de 12 a 28 entre el 2019 y el 2022.
Sólo del 2021 al 2022, el hallazgo de tomas clandestinas aumentó un 56 por ciento, al pasar de 18 a 28 piquetes en promedio mensual de acuerdo con reportes oficiales de Pemex.
Los municipios que son focos rojos por la presencia de huachicoleros son Santa Catarina, Mina, Cadereyta, General Bravo y Pesquería.
De acuerdo con las estadísticas de Pemex, en el 2019 elementos de Seguridad Física de la paraestatal encontraron 146 tomas clandestinas en los ductos que atraviesan Nuevo León.
Para el 2020 se reportaron 147 y el 2021 cerró con 225.
Y el 2022 lleva una marcada tendencia a la alza en el huachicoleo, pues Pemex contabiliza 112 tomas entre enero y abril pasado, por lo que, de seguir la tendencia, el año cerraría con 336 piquetes.
"Sobre el robo de hidrocarburos en el Estado", informó el General Luis Cresencio Sandoval, Secretario de la Defensa, en la gira presidencial del 13 de mayo a Nuevo León, "es cruzado por cuatro poliductos, dos oleoductos y uno de combustóleo.
"En todos ellos se han localizado 630 tomas clandestinas en lo que va de la Administración", agregó, "y los municipios son cinco donde se ubica la mayor cantidad: Cadereyta, Mina, Santa Catarina, General Bravo y Pesquería".
En los operativos desde el 2019, Pemex y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) han encontrado 143 piquetes en Cadereyta; 97 en Mina; 96 en Santa Catarina; 55 en General Bravo; 49 en Pesquería, y 190 más en otros municipios.
Los reportes indican que en esas acciones se decomisaron 289 vehículos, 7.5 miles de litros y 28 predios y la detención de 256 personas.
Los piquetes han sido localizados en los poliductos de 12 y 10 pulgadas que van de Madero a Cadereyta; el de 10 pulgadas que va de Monterrey a Sabinas; el de 10 y 14 pulgadas que va de Monterrey a Gómez Palacio, y el de 18 pulgadas que va de Cadereyta a Ciudad Satélite.
Los huachicoleros también han ordeñado los oleoductos de 30-24 y 20 pulgadas que recorren Nuevo Teapa-Poza Rica-Madero-Cadereyta y el de 24 pulgadas que conecta Nuevo Teapa-Madero Cadereyta.
Otro ducto que es perforado de manera recurrente es el de 16 y 12 pulgadas que va de Cadereyta-CFE-Mezquital.
Elementos de la Sedena vigilan de manera permanente ocho ductos que están en operación y que son blanco de bandas dedicadas al robo de combustible.
Dos de ellos con el Cadereyta-Matamoros y el Cadereyta-Madero, en Nuevo León.
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