En el corazón del llamado Triángulo Dorado, un hombre con vestimenta militar y lentes oscuros ordena detener la marcha de la camioneta.
Porta un arma larga, seis cargadores al pecho y dos radios.
A simple vista pudiera parecer un miembro del Ejército, pero el uniforme lleva escudos con un número 7 y dos naranjas. Tampoco lleva botas, como los soldados, sino huaraches. No es soldado.
-"¿A dónde van?", pregunta con voz firme sobre la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo, en Sinaloa, a una media hora de La Tuna, cuna del capo Joaquín "El Chapo" Guzmán.
-"Al evento del Presidente", se le indica ante la mirada atenta de al menos otros ocho hombres armados, también con indumentaria militar, de camuflaje.
-"¿Y no traen armas?", pregunta menos enérgico al tiempo que echa un vistazo rápido al interior de la camioneta para corroborar la versión.
-"No, sólo las cámaras", se le dice.
"¿Y están apagadas?", replica.
-"Sí".
El individuo permite el paso para que la camioneta avance y pueda llegar a Guadalupe y Calvo, donde el Presidente Andrés Manuel López encabezará un evento más tarde.
Sin embargo, ordena llevar a un señor de la tercera edad a "Los Frailes", una comunidad ubicada a unas dos horas del retén, rumbo a Chihuahua.
"Pásenle, pero se llevan al viejo", demanda, sin decirlo de manera despectiva.
Mientras la camioneta avanza lentamente, al menos dos de los individuos del retén levantan la mano y se despiden con un dejo de amabilidad.
Kilómetros adelante, a la altura de La Tuna, se observa a jóvenes armados vigilando una construcción ubicada sobre la carretera, a un costado de maquinaria para aplanar caminos.
En la ruta a "Los Frailes", el hombre de la tercera edad comenta que los hombres armados son "bien buenas gentes" y que siempre lo ayudan cuando lo necesita.
También cuenta que por esa zona vive la mamá del "Chapo", a quien el Presidente saludó en 2020 en la misma región.
"Su casa está por allá arriba", expresa con naturalidad mientras bebe una coca cola en un envase de plástico del mismo refresco, pero cortado a la mitad.
"Ellos tienen allá un restaurante y hasta comida gratis nos dan", agrega el hombre que además carga una bolsa con platos de unicel y otra con algún vegetal.
El retén de los hombres armados fue montado cerca de la comunidad de Bacacoragua, a casi dos horas del emblemático arco de la entrada a Badiraguato.
Una camioneta fue atravesada en la carretera para impedir el libre paso de los vehículos y otras dos fueron estacionadas a los costados, entre ellas una Cheyenne azul.
La carretera Badiraguato-Guadalupe, que se recorre en unas cinco horas por territorios dominados por el Cártel de Sinaloa, no tiene ningún tipo de vigilancia militar o policial.
Esto, a pesar de que es una vía sujeta a trabajos de rehabilitación y modernización a lo largo de 140 kilómetros, que cruzan la sierra en la zona del Triángulo Dorado.
La única "vigilancia" es la de hombres armados que recorren la carretera -en camionetas- portando armas y equipos tácticos similares a los del Ejército.
-"¿Cuántos retenes encontraste?", se le pregunta a una persona al llegar a Guadalupe y Calvo, después de que hizo poco más de cinco horas por tierra desde Culiacán.
-"Hoy nada más uno, pero ayer había tres, de los mismos... pero tranquilo", responde dos horas antes del acto presidencial en Guadalupe y Calvo, donde sí hay presencia militar.
Quisiera q criticaras el actuar del Gobierno de Ese estado q esta de adorno
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