Aunque el Gobierno federal afirma que reduce la tendencia de homicidios dolosos, en sólo tres días de esta semana se reportó un caso cada 15 minutos.
El 24 de mayo pasado, México registró el segundo récord de homicidios dolosos en el sexenio, con 118; dos días antes, el domingo 22, ocurrieron 107, y el lunes 23 sumaron 69 casos. Un total de 294 asesinatos violentos en tres días.
Según los datos, uno de cada cinco crímenes ocurrió en Guanajuato y el Estado de México.
El inicio de semana supera el promedio de homicidios dolosos del primer cuatrimestre de 2022, que según las cifras reportadas por las Fiscalías estatales a la Comisión Nacional de Seguridad, fue de 82 asesinatos por mes.
El lunes pasado, el Gobierno federal dio a conocer su reporte de delitos, con corte al 30 de abril, y afirmó que había logrado una disminución del 17 por ciento en homicidios dolosos. Sin embargo, la crisis de esta semana revela que persiste el problema.
Para analistas e investigadores en seguridad pública, las cifras dan cuenta de una situación de impunidad y una estrategia fallida.
"Es la confirmación de que su narrativa (del Presidente) no concuerda con la realidad", afirmó Carlos Mendoza Mora, experto en seguridad y ex asesor del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
"En 41 meses de Gobierno tenemos 121 mil homicidios dolosos", alertó Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano.
"Duplicamos las víctimas del sexenio de Calderón para el mismo periodo. Tenemos 60 por ciento más respecto del sexenio de Peña Nieto. Es evidente que las cosas van a seguir empeorando. Este será el sexenio más violento en la historia de nuestro País con las autoridades más incompetentes.
"Es más, hoy estamos en los peores niveles de desempeño de las Fiscalías del País y de la Fiscalía General", aseveró.
Los investigadores consultados coincidieron en que las cifras reales todavía son más altas, pues los homicidios reportados son únicamente los que conocieron las autoridades y puede haber un subregistro de los gobiernos estatales.
Según los reportes gubernamentales, seis entidades concentran casi el 50 por ciento de homicidios dolosos: Guanajuato (gobernado por el PAN); Estado de México (en manos del PRI); Michoacán, Baja California y Sonora, (gobernados por Morena), y Jalisco (con gobierno de Movimiento Ciudadano).
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