El gran contraste del trato del gobierno mexicano a los migrantes de la caravana y a los damnificados en Nayarit por el huracán Willa provocó opiniones encontradas en redes sociales.
Imágenes del campamento que se instaló en un centro deportivo de la capital con tiendas de campaña y servicios sirvieron para que las críticas no se detuvieran.
Usuarios de redes sociales comparan ese apoyo frente a las condiciones en las que viven damnificados del fenómeno meteorológico y del sismo del 19 de septiembre de 2017, quienes siguen viviendo en la calle.
El gobernador de Nayarit Antonio Echevarría estimó que hay 180.000 afectados en 8 municipios del norte del estado, por el desbordamiento de los ríos San Pedro y Acaponeta. Las pérdidas se estiman en 10.000 millones de pesos (500.000 dólares).
Entre agua, lodo y escombros viven los damnificados, hecho que disgusta a cierta parte de la población mexicana, que exige que los recursos que se utilizaron para apoyar a los centroamericanos, vaya a la reconstrucción de la zona de desastre.
Hubo quien propuso que en su trayecto rumbo a los Estados Unidos, los migrantes trabajaran en Nayarit para ayudar a reconstruir.
"Si está muy bonito que anden ayudando a la caravana migrante y todo, pero Nayarit necesita bastante apoyo", escribió una mujer.
Nayarit tendrá que esperar
El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que por cuestiones de agenda, hasta diciembre viajará para demostrar que no tienen olvidados a los habitantes damnificados.
Mientras tanto les envió un mensaje:
“Yo hago el compromiso de ir la primera semana llegando a la presidencia, voy a estar en Nayarit en la zona afectada y voy a estar con ustedes (…) Transmitirles que pueden contar con nosotros, que vamos a apoyar en todo lo posible, vamos a hacer todo lo que humanamente podamos, no los vamos a dejar solos”.
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