Las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-DMX) apuntan a que la agresión contra Ismael Figueroa, líder del Sindicato de Bomberos, fue planeada al menos dos meses antes por un solo individuo al que supuestamente defraudó por una plaza laboral.
Exmiembro del Ejército mexicano, adepto a la Santa Muerte y admirador del residente Enrique Peña Nieto; así es Baduel M., detenido por atentar contra Ismael Figueroa, líder del Sindicado de bomberos, y dos vulcanos más.
Un hombre solitario, desempleado y que supuestamente pagó 120 mil pesos para que Figueroa le diera una plaza como bombero. Al presuntamente no cumplir con el trato, Baduel intentó matarlo a tiros la tarde del viernes afuera de una tortería en la Condesa.
Ahora está bajo proceso por homicidio doloso en grado de tentativa, pues un juez lo vinculó a proceso y ordenó su internamiento en el Reclusorio Norte.
De acuerdo con las investigaciones de la Procuraduría capitalina (PGJ-CDMX), Baduel cayó en desgracia tras desertar de las Fuerzas Armadas hace 11 años.
Trabajó en empresas de seguridad privada, luego de que no logró acomodarse en instituciones de Seguridad Pública. No contaba con el perfil, pues padecía trastornos sicológicos e ira.
A algunas pocas personas de su confianza, Baduel decía que la guerra lo había transformado, aunque nunca especificaba cuál guerra; no obstante, era un amante de todo lo que hacía referencia al Ejército.
En su página de Facebook seguía a varias dedicadas a enaltecer los valores militares y difundir noticias referentes a la acción armada.
En algunas de sus fotografías aparece con uniforme militar y en campos de entrenamiento.
Pero desde hace tiempo estaba sin trabajo, solo y con cuadros de depresión, según las pesquisas.
La tarde del viernes pasado ubicó a Figueroa y a dos de sus compañeros en la tortería Jardín México, asentada en la calle Iztaccíhuatl.
Interceptó al líder sindical y le espetó: "Tú me debes una, cabrón" y abrió fuego.
Figueroa recibió tres impactos de bala y se desplomó sobre la vía pública, entre el griterío y las desesperadas llamadas de emergencia de los comensales.
Figueroa presuntamente se quedó con 120 mil pesos que su agresor le dio para asegurarle una plaza como bombero capitalino, pues así lo admitió el propio Baduel tras ser arrestado.
En la PGJ informaron que Figueroa tiene 19 denuncias en su contra, algunas de ellas por fraude y amenazas, pero ni una sola ha derivado en una orden de aprehensión en su contra.
Mientras tanto, Figueroa permanece hospitalizado; salió ayer del quirófano, pues los médicos le extrajeron una bala del tórax.
Roberto Velasco López y Moisés Navarrete Romero son las otras víctimas del ataque. De igual manera siguen en el hospital.
Los avances en la indagatoria confirmaron que Baduel actuó solo, por propia iniciativa y el arma la adquirió con un expolicía conocido.
Ya había tenido al menos dos altercados con Figueroa, pero hasta el viernes pasado estos se convirtieron en agresión a balazos.
De ser encontrado culpable, Baduel podría pasar hasta 15 años en prisión.
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