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Cierto personaje que se hizo popular en redes sociales sólo por dar un gritito durante una entrevista de televisión a asistentes a un concierto, recibió un coche porque la gente le dio un millón de “me gusta” a su alarido en una promoción de una empresa de publicidad.
Una quinceañera de San Luis Potosí, Rubí, tendrá una de las fiestas de la edad de las ilusiones más memorables de la historia, sólo porque su padre subió a redes sociales un video casero en el que invitaba “a todos” al festejo en su finca.
Si a través de la ley del nulo esfuerzo se obtienen sueños que para millones son algo grande, es natural que nuestros adolescentes aspiren a ser científicos cuando sean mayores sin tener buenas calificaciones.
Sobre una escala en la que la media es de 500 puntos, nuestros alumnos de secundaria básica reprobaron en ciencias, lectura y matemáticas, de acuerdo con el reciente informe PISA, el examen internacional sobre educación más reconocido del mundo.
Pese a las malas calificaciones en ciencia (apenas uno por ciento registra rendimiento aceptable y 36 por ciento no obtiene el nivel mínimo), el 41 por ciento no tuvo empacho en asegurar que quiere ser científico, en una encuesta de la OCDE.
Los estudiantes mexicanos de secundaria representan la mayor proporción de los alumnos de ese nivel que pretenden ser científicos entre los países de la OCDE, aunque en ciencia tienen 70 puntos menos que los de España y 60 menos que los de Chile, por ejemplo.
Es loable saber que tantos de nuestros adolescentes se planteen objetivos profesionales muy altos sin contar con una base académica adecuada.
Significa que están convencidos de que en la enseñanza preparatoria deberán exigirse al máximo para obtener las carreras indicadas.
En este momento sus pretensiones de ser científicos no son proporcionales a la realidad académica que viven en la asignatura de ciencia, que es básica para desarrollarse en ese tipo de profesión. Sin embargo, tienen razón en creer que los sueños son posibles.
En especial si comprueban que por aullar “¡Ay muchas cosas! ¡Wuuuuu!” alguien se gana un Chevrolet del año, porque el video en el que apareció “se hizo viral”, fue reproducido ocho millones de veces y reunió un millón de “me gusta” a menos de un día de haber sido publicado.
Y que el gobierno de San Luís Potosí declaró a Rubí embajadora del estado por la “trascendencia que causó la invitación a sus XV años” tras el video que “se hizo viral”.
Vistos los casos y comprobados los hechos, es lógico que 41 por ciento de nuestros estudiantes de secundaria quiera ser científico, aunque la ciencia no sea su fuerte.
Pues sí: estamos en un problema.
Fuente.-Twitter: @ruben_cortes
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