Desde el arranque de las campañas en abril último, han sido ya millones los spots priistas y panistas dedicados a pintar una imagen negativa del candidato presidencial de la alianza Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador.
Lo tachan de promotor del vandalismo o como un anciano incapaz de tomar decisiones sensatas. A su vez, el empresariado invita a trabajadores de sus propias compañías a negarle el voto a AMLO. A lo anterior se sumó en la última semana una campaña telefónica de amplio espectro en la que se acusa al tabasqueño de querer venezolanizar a México o regalarle el petróleo mexicano a Rusia.
Andrés Manuel López Obrador arenga a una multitud y ofrece que cancelará la reforma educativa. No hay contexto ni argumento; sólo la frase seguida de una secuencia: una persona vandaliza mobiliario, un vehículo incendiado es impactado por un tractocamión… López Obrador vuelve a cuadro.
“No voy a seguir comentando nada de la maestra por respeto”, dice el candidato presidencial; se suceden más imágenes de vandalismo y vuelve a cuadro López Obrador, dando la bienvenida al nieto de Elba Esther Gordillo…
El diseño de audio es impecable al acentuar las estampas de los actos vandálicos; el candidato dice que en su movimiento “no se ha roto un vidrio” y de inmediato aparecen encapuchados que provocan incendios, movilizaciones con violencia urbana, vehículos en llamas, caos y una vez más el inserto de López Obrador ofreciendo un mensaje en el que convoca: “No tengas miedo”.
Así, lo que Todos por México –PRI, Partido Verde y Nueva Alianza– plantea a los votantes es: “Elige, miedo o Meade”.
Se trata de uno de los spots que en estos meses inundaron los medios, hasta sumar en abril y mayo –dos tercios del periodo de campaña– 2 millones 401 mil transmisiones dedicadas a repetir que López Obrador es un peligro, que pacta con delincuentes y por eso les ofrece amnistía; que es populista o que lo comparan con el expresidente venezolano Hugo Chávez.
La transmisión de spots, junto con noticias e información falsa o tergiversada difundida desde plataformas digitales creadas al efecto, se suma a la operación del alto empresariado, que intenta influir en el voto de los trabajadores, y a la reciente operación de call centers que si bien se han empleado en otros momentos del actual proceso electoral, nunca habían implicado barridos geográficos como ahora.
Nada ha hecho mella en el tres veces candidato presidencial que, conforme a las encuestas publicadas la primera semana de junio, ha mantenido un crecimiento que ya ronda 50% en las preferencias electorales, de acuerdo con los estudios publicados por Reforma (52%), Parametría (45%), El Financiero-Bloomberg (50%) y GEA-ISA (46%).
Bombardeo de salva
Como nunca en su historia, el PRI y sus aliados centraron su estrategia de campaña en referencias a López Obrador; tanto, que llegó a ocupar 70% de su pauta para radio y televisión en descalificar al puntero, más o menos lo mismo que ha destinado la alianza Por México al Frente, que integran PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
Desde la primera quincena de abril, con el inicio oficial del periodo de campaña, el PRI envió sus spots con tres mensajes centrales: el miedo a la amnistía a delincuentes, miedo a la propuesta de derogar la reforma educativa o los riesgos para la inversión extranjera.
Para ello destinó 30% de sus spots, mientras que el resto pretendía apuntalar a su candidato, José Antonio Meade Kuribreña. Pero en la segunda quincena de abril la correlación de la pauta se invirtió, cuando 70% de los mensajes fueron para descalificar al tabasqueño.
A partir del 26 de abril el PRI aumentó la intensidad de su campaña contra López Obrador. Ese día inició la programación de 12 de los 16 spots diarios que le corresponden en las 3 mil 111 emisoras del país; en suma, 37 mil 332 mensajes diarios.
Dichos mensajes corresponden a 12 versiones para televisión y sus espejos de audio para radio que, en total, según las cuentas de Morena, suman 1 millón 343 mil 952 spots antilopezobradoristas, transmitidos entre el 26 de abril y el 31 de mayo.
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha dado su autorización para que los spots se mantengan al aire, pese a las inconformidades que la alianza Juntos Haremos Historia –Morena, Partido del Trabajo y Encuentro Social– denunció una y otra vez por considerar que contiene información engañosa o que las declaraciones de su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, fueron sacadas de contexto.
Por ejemplo, la representación de Morena ante el INE observó que, en el caso del spot que explícitamente identifica a López Obrador con la palabra miedo, se incluyen imágenes que pueden ser o no de protestas magisteriales y que no son atribuibles a Elba Esther Gordillo y mucho menos que ella, o que dichas protestas, se relacionen con López Obrador. Pero la autoridad electoral las dio por válidas.
La ofensiva panista
La edad de Andrés Manuel López Obrador ha sido acentuada por videos anónimos desde el inicio de las campañas, al grado de colocar en la discusión supuestos problemas de salud.
La referencia, retomada en videos de confección anónima, que en al menos un caso apunta al vocero de Meade, Javier Lozano Alarcón, no ha sido tan efectiva, especialmente por la sanción en redes sociales que tuvo al publicar un video de un hombre mayor, tomado de espaldas y con parecido a López Obrador, que no puede encender un automóvil.
En la alianza Por México al Frente el mensaje tampoco ha sido afortunado. Por ejemplo, uno de los coordinadores de la campaña de Anaya, Jorge Castañeda, dijo el pasado 21 de mayo que su candidato tenía que ir contra “ese angry old man” (hombre viejo y enojado), cuando él mismo, de 65 años, es mayor que el fundador de Morena, contemporáneos los dos de Santiago Creel, el otro coordinador, que tiene 63.
Anaya ha sido más prudente respecto a la edad. Ha optado por decir que las ideas del exjefe de gobierno capitalino son viejas, que no comprende el mundo de hoy, como le espetó en el debate y en uno de los spots pautados por su campaña: con acordes suaves de fondo, Ricardo Anaya aparece a cuadro admitiendo que el país debe cambiar, pero colocando al espectador en una disyuntiva.
“La pregunta es: ¿qué tipo de cambio quieres? ¿El de Andrés Manuel –a mi parecer con una visión ya anticuada de México y del mundo– o el del Frente, con una nueva manera de gobernar y un verdadero plan”, y justo al decir eso, la música de fondo se intensifica en ritmo y volumen.
Como el PRI, el PAN programó, al iniciarse abril, de cinco a seis spots promocionales diarios en las mismas 3 mil 111 emisoras del país. Ya en la segunda quincena de abril aumentó a 12 el número de sus spots diarios contra López Obrador, a 70%, de manera que hasta el 31 de mayo Morena había contabilizado, con base en el monitoreo del INE respecto a promocionales federales, un total de 1 millón 57 mil 740 spots panistas en los que se alude al tabasqueño.
Y también los magnates
El 8 de mayo fue día de manteles largos para unos 500 campesinos laguneros. Tractoristas, regadores, ordeñadores y veladores que cuidan establos atravesaron un kilómetro y medio de terracería, cerca del ejido Monte Alegre en Matamoros, Coahuila.
Fue en el rancho de José Antonio Tricio Haro, hermano menor de Eduardo, presidente de Grupo Lala y de Aeroméxico, uno de los ricos de siempre convertido en años recientes en magnate con riqueza en auge que, el pasado 1 de mayo, en Zongolica, Veracruz, fue identificado por López Obrador como uno de los millonarios que intentaban conseguir que Meade declinara por Anaya.
Los campesinos llegaron al rancho de ese patrón entre patrones comarcanos, como a las 14:00 horas, y para entonces el establo ya estaba equipado para recibirlos con tacos al pastor, barbacoa de res y refrescos, pantalla y algunos ricos de la región que fungían como anfitriones, con ayudantes y técnicos dispuestos para la ocasión.
Transmitieron un video de hora y media sobre populismo y, para explicarles mejor, por si no entendieron, fungió como orador Ricardo Segura, cuya alocución se centró en contarles cómo López Obrador podía convertir a México en la Venezuela de Hugo Chávez, y en recomendarles no votar por él para no caer en el mismo error de los venezolanos, según campesinos laguneros asistentes consultados por Proceso.
La última semana de mayo se vio marcada por los mensajes que algunos magnates, miembros del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), destinaron a sus empleados a fin de alertarlos por el peligro populista y conminarlos, abierta o veladamente, a no votar por López Obrador.
Esa incursión, como nunca tan abierta del alto empresariado mexicano, tuvo un momento de aparente distensión, cuando el domingo 3 el CMN emitió un comunicado anunciando que se reuniría con los cuatro candidatos presidenciales.
La reunión con López Obrador ocurrió el martes 5 y fue la que mayor expectativa despertó. El candidato salió calmo de la reunión, dijo que fue respetuosa y que no hubo reclamos, aunque un día después Alejandro Ramírez Magaña, presidente del CMN, lo desmintió al afirmar que le reclamaron por llamarlos “traficantes de influencias”.
Hasta donde se sabe, López Obrador no respondió y se centró en sus propuestas, mientras que Carlos Slim, Alberto Bailleres y Juan Gallardo Thurlow expusieron sus inquietudes sobre crecimiento y desarrollo económico.
La distensión, sin embargo, no frenó el plan para varios de los magnates que, como los Tricio Haro, continuaron la contracampaña en sus corporativos, una estrategia revelada por este semanario (Proceso 2170), que prevé llamados a las cadenas productivas, de proveedores e inclusive propaganda en puntos de venta.
Seudoencuesta
Las llamadas llegaron a todos. Nadie sabe cómo se obtuvieron los números, si hay una violación a la privacidad, quién paga esas llamadas, a quién se propone favorecer ni desde dónde se realizan, pero ni siquiera el consejero del INE, Ciro Murayama, escapó a la campaña negra y hasta expuso en Twitter que ya estaban actuando, como también lo anunció la Fiscalía Especializada Para la Atención de los Delitos Electorales.
Una voz-robot inicia destacando la importancia de las elecciones: “Si no has decidido tu voto o simpatizas con López Obrador, este mensaje te interesa todavía más. Como tú sabes, López Obrador propuso que se les dé amnistía a quienes han participado en delitos de narcotráfico. ¿Tú estás a favor o en contra de que se perdone a quienes cometieron delitos relacionados con el tráfico de drogas?
“También ha dicho que va a retirar al Ejército y la Marina del combate al narcotráfico, a pesar de que son quienes han logrado detener a muchos de los grandes capos. ¿Tú estás a favor o en contra de que se retire al Ejército y la Marina del combate al narcotráfico? Si estás de acuerdo con cualquiera de las dos propuestas, marca 1.”
Al seguir la instrucción, como si fuera una encuesta, sin ninguna opción a elegir más que marcar el número uno, se corta la comunicación.
Con ese y otros contenidos, de lo que parece un barrido geográfico, las llamadas se iniciaron el lunes 4, invocando los temas que Meade ha orientado en spots, discursos, entrevistas y en redes sociales: La “amnistía”, la postulación al Senado de Nestora Salgado y Napoleón Gómez Urrutia, así como la promesa de López Obrador de derogar la reforma educativa.
La noche del miércoles 6, Morena y la iniciativa Abre Más los Ojos, de apoyo a López Obrador, habilitaron un sitio para denunciar; 36 horas después tenían 4 mil 700 registros de llamadas en el mismo sentido, de acuerdo con el representante de Morena ante el INE, Horacio Duarte.
No es la primera vez que mediante un call center se realizan llamadas de campaña negra y el antecedente más conocido ocurrió a finales de enero en Puebla, Veracruz y diferentes zonas petroleras: “Los rusos vienen a quitarnos el petróleo”.
La voz destacaba que de acuerdo con el FBI y el diario estadunidense The Washington Post, López Obrador tenía apoyo del gobierno ruso por el petróleo y por eso se proponía echar abajo la reforma energética.
Morena denunció el asunto y 45 días después reveló que la respuesta de la telefónica Axtel ubicaba como cliente del número desde el que se realizaron las llamadas al gobierno del estado de Puebla que, por su parte, argumentó que la línea había sido cancelada en 2012. El INE aceptó los alegatos del gobierno poblano, por lo que Morena impugnó en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que, a cuatro meses del registro de llamadas, no ha resuelto nada.
La dilación en la investigación de casos como el de las llamadas de Puebla preocupa en el entorno de López Obrador, pues éstas y otras acciones podrían continuar y no se resolverían antes de la elección del 1 de julio. De ahí que el pasado miércoles 6, López Obrador exigiera que se investigue el asunto y que Telmex dé a conocer quién está detrás de las llamadas. La empresa de Carlos Slim se deslindó.
Experto en estrategia de campañas, clave en la elección de 2006, Antonio Solá insiste en que invocar el miedo no funciona en esta elección, pues hay una indignación generalizada contra el sistema, que se canaliza hacia la preferencia por López Obrador, quien con todo y campañas negras o contracampañas no se ha visto afectado en su posicionamiento y, con las encuestas conocidas –y gracias a una metodología del diario El País, que convierte las preferencias en predicciones–, al 31 de mayo tenía 92% de posibilidades de triunfo.
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