En una prisión de máxima seguridad, la SUPERMAX de Colorado en EE.UU, donde hasta las paredes parecen tener estrés postraumático, dos leyendas del narco conviven separados por una grosera cantidad de concreto, acero y paranoia institucional.
Uno de ellos es el mismísimo Joaquin Guzman Loera,alias El “Chapo”, el tipo que ya se fugó más veces de lo que algunos han terminado una relación estable. El otro, un “peso pesado” ,James Sabatino, un ex capo de la Cosa Nostra, quien robó millones de dólares en diamantes engañando a varios joyeros, y con quien ha convivido en los últimos cinco años, cuando ocasionalmente coinciden en alguna de las dos horas a la semana que se les permite salir a que les pegue el sol y se ejerciten. La comunicación, aunque limitada, existió y, extrañamente, construyó una amistad.
El drama empieza cuando uno de ellos, harto de hablar con las cucarachas del módulo y los ecos de sus propios pensamientos, pide lo que parecería un gesto mínimo de humanidad: “déjenme platicar con el compa”.
«Sabatino escribio una moción, de su propio puño y letra, para que se le permita convivir con Guzmán Loera de una manera recreativa, para al menos darse consuelo y ánimo. La petición fue enviada a un tribunal de distrito de EU el pasado 29 de octubre, a través del abogado de ambos, Israel Encinosa, aunque esta apenas fue recibida el pasado 13 de noviembre, según consta en documentos del Departamento de Justicia.
“He estado totalmente aislado durante más de veinte años en esta sección de Las Suites, y en los últimos 5 he llegado a conocer al señor Guzmán, y puedo decir que me preocupa su condición mental, pues en el último año se ha deteriorado, ya que las condiciones de aislamiento extremo en que estamos, sin tener contacto con otros presos, destruye a cualquiera”…James Sabatino.
Pero las autoridades penitenciarias tienen otra lectura del término “riesgo”—porque claro, juntar dos mentes criminales de alto calibre puede sonar a inicio de secuela de Escape Imposible 3: El Retorno del Túnel.
Aun así, hay algo trágicamente tierno en la petición. Detrás del mito, el dinero, las fugas y las portadas, hay un ser humano que claramente al estar ligados al crimen fueron poco humanos,pidiendo compañía.
Sabatino al menos tiene un hilo de esperanza, si no es que antes enloquece, como dice él. Su salida de la prisión está programada para 2034. El caso de Guzmán Loera es diferente, pues enfrenta tres cadenas perpetuas, y al parecer todo ese tiempo en Las Suites.
Con informacion: RIO DOCE/HOW TO SURVIVE/

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