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jueves, 1 de mayo de 2025

“DUELO de PASIONES”: EL “DEDO FLAMIGERO de ZEDILLO se ENFRENTA a la MANO TEMBLOROSA de SHEINBAUM en COMPETENCIA por el MAS MENTIROSO y MAS HIPOCRITA”…un par de ventrílocuos que hablan de democracia mientras la manipulan a su antojo.


El expresidente Ernesto Zedillo le ha puesto un poco de salsa picante a la política interna mexicana con la publicación de un artículo de tintes apocalípticos en el que habla de la “muerte de la democracia” en México, sustituida, dice, por una “tiranía sucia” con los gobiernos de la Cuarta Transformación, como se hacen llamar el anterior y el actual de Claudia Sheinbaum. 

La publicación de ese texto en Letras Libres ha seguido con otras cartas a la presidenta del mismo tono que han revuelto las aguas en Palacio Nacional, donde se le ha tachado irónicamente de “paladín de la democracia”, cita la periodista Carmen Moran Breña en el Diario Español,El Pais.

El duelo Zedillo-Sheinbaum: dichos, inconsistencias y falsedades

Este reciente enfrentamiento entre Ernesto Zedillo y Claudia Sheinbaum ha reavivado viejas heridas y polarizado el debate sobre la democracia y el rumbo institucional de México. Ambos personajes se acusan mutuamente de autoritarismo, corrupción y simulación, pero ¿qué tan sólidas son sus posiciones y cuánta verdad hay en sus dichos?

Dichos y argumentos de Ernesto Zedillo

  • Acusaciones al gobierno actual: Zedillo sostiene que la democracia mexicana ha muerto, sustituida por una “tiranía sucia” bajo Morena y la llamada Cuarta Transformación. Particularmente, denuncia la reforma judicial -que propone la elección popular de jueces y magistrados- como una “farsa” que destruirá la independencia judicial y convertirá al Poder Judicial en un instrumento del Ejecutivo.
  • Crítica a la “simulación” democrática: Argumenta que la elección de jueces por voto popular es un mecanismo de simulación, pues los candidatos serían seleccionados por el partido en el poder, lo que comprometería su autonomía y abriría la puerta a la injerencia política y criminal.
  • Señalamientos sobre órganos autónomos y militarización:Zedillo también critica la desaparición de órganos autónomos como el INAI y la militarización de la seguridad pública, advirtiendo que esto apunta a un régimen autocrático.
  • Respuesta a críticas sobre su sexenio: Ante los señalamientos por el Fobaproa, masacres y privatizaciones, Zedillo pide que se discutan “sin falsedades ni calumnias”, defendiendo que actuó conforme a la ley y en defensa de la estabilidad financiera.

Dichos y argumentos de Claudia Sheinbaum

  • Descalificación de Zedillo: Sheinbaum retruca llamando a Zedillo “vocero de la oposición” y cuestiona su autoridad moral para hablar de democracia, recordando los episodios de represión, el Fobaproa, la privatización de los ferrocarriles y la imposición de ministros en la Suprema Corte durante su sexenio.
  • Defensa de la reforma judicial: Sostiene que la elección popular de jueces es un acto de democratización y que el pueblo debe elegir a su Poder Judicial, descalificando las críticas como intentos de proteger privilegios y corrupción en el viejo régimen.
  • Ataques personales y desvío de la agenda: Sheinbaum ha utilizado el pasado de Zedillo para desviar el foco de la discusión sobre la reforma judicial y otras polémicas actuales, como los aranceles de Trump y las críticas empresariales.

Inconsistencias y falsedades de ambos

ZedilloSheinbaum
Inconsistencias:Inconsistencias:
– Se presenta como defensor de la democracia, pero su sexenio está marcado por el Fobaproa, privatizaciones polémicas, represión y masacres (Aguas Blancas, Acteal), y la imposición de ministros en la Corte, lo que debilita su autoridad moral para acusar de autoritarismo.– Defiende la elección popular de jueces como democratización, pero omite que esto puede derivar en captura política del Poder Judicial y poner en riesgo su independencia, como advierten expertos y organismos internacionales.
– Omite que la crisis financiera de 1994-95 y el rescate bancario beneficiaron principalmente a grandes empresarios y banqueros, socializando pérdidas y privatizando ganancias, lo que sigue siendo una pesada losa para el erario público.– Acusa a Zedillo de corrupción y autoritarismo, pero no responde de fondo a las críticas sobre la falta de contrapesos institucionales en el modelo actual y la concentración de poder en el Ejecutivo y su partido.
– Critica la supuesta “simulación” en la elección de jueces, pero su propia reforma judicial de 1994 también fue criticada por centralizar el control en el Ejecutivo y el Senado, aunque fortaleció la Corte en otros aspectos.– Omite los señalamientos sobre el manejo de la pandemia, negligencia en infraestructura (caso Línea 12) y otras acusaciones de corrupción y opacidad en su gestión, desviando la discusión hacia ataques al pasado priista.
Falsedades:Falsedades:
– Exagera al declarar “muerta” la democracia mexicana: aunque hay retrocesos y riesgos claros, México sigue contando con elecciones competitivas, prensa crítica y movilización social, aunque bajo amenaza.– Presenta la elección de jueces como una panacea democrática, cuando existen riesgos reales de politización,filtracion del narco y captura partidista, en vez de una verdadera apertura al pueblo.
– Se deslinda de responsabilidad sobre el Fobaproa y las privatizaciones, aunque fue el principal arquitecto de esas políticas y sus consecuencias siguen vigentes.– Minimiza los riesgos de la reforma judicial y la desaparición de órganos autónomos, pese a que estos son pilares de la rendición de cuentas y la transparencia institucional.

Conclusión: el justo lugar de cada uno

  • Zedillo: Tiene razón al señalar los riesgos de la reforma judicial y la concentración de poder en Morena, pero su autoridad moral está severamente limitada por su propio historial de autoritarismo tecnocrático, crisis social, represión y políticas que favorecieron a las élites. Su discurso apocalíptico es inconsistente con su legado.
  • Sheinbaum: Acusa con acierto los pecados del pasado priista, pero evade los riesgos actuales de su propio modelo que tiene muchos ingredientes de contenido priista,minimiza los peligros de politización judicial ,la narcofiltracion y concentración de poder. La defensa de la reforma judicial como democratización es, en el mejor de los casos, ingenua y, en el peor, una simulación de apertura.

El dedo flamígero y la mano temblorosa

En el duelo de Zedillo y Sheinbaum, la democracia termina siendo rehén de dos narrativas que, más que defenderla, la utilizan como escudo para ocultar sus propias sombras. Al final, ambos parecen olvidar que la memoria histórica de México es más larga que sus discursos y menos indulgente que sus justificaciones.

Entre el dedo flamígero del pasado y la mano temblorosa del presente, la democracia mexicana sigue esperando a quien la defienda sin hipocresía ni simulación. Por ahora, solo asiste, paciente, al espectáculo de sus falsos paladines.

Quizá el mayor peligro para la democracia mexicana no sea la tiranía ni la simulación, sino la desmemoria de quienes la invocan para encubrir sus propios pecados.

En este duelo de pasiones, la democracia mexicana no encuentra defensores, solo ventrílocuos que hablan de ella mientras la manipulan a su antojo.


Conclusión 

Ambos utilizan el pasado del otro como arma arrojadiza para evitar responder de fondo a las críticas sobre sus propios proyectos y omisiones. 

El duelo revela más sobre la precariedad de la transición democrática mexicana y la ausencia de autocrítica en la élite política que sobre una verdadera discusión sobre el futuro institucional del país.

Con informacion: CARMEN MORAN/Diario Español/ELPAIS/

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