LA “CONTRUCCION de PAZ al ESTILO OMAR GARCIA LUNA”: “10 EJECUCIONES en 32 HORAS en CULIACAN contradicen la ESTRATEGIA porque CUALQUIER PLAN que se DIGNE en SERLO pasa por MEJORAR y NO EMPEORAR”…inteligencia vs la delincuencia,repetia “Genarco”.
En Culiacán, Sinaloa, se vivió otra jornada de violencia extrema entre el sábado 24 y la tarde del domingo 25 de mayo, con al menos diez homicidios dolosos registrados en distintos puntos de la ciudad en apenas 32 horas.
La mayoría de estos crímenes involucraron ataques con armas de fuego y ocurrieron en diferentes colonias y sindicaturas, evidenciando una escalada de violencia que contrasta con los discursos oficiales sobre la “construcción de la paz”.
Los homicidios ocurrieron en un corto periodo y en lugares públicos, como una hielería, calles principales y hasta en el estacionamiento de una iglesia.
Varias víctimas fueron privadas de la libertad antes de ser asesinadas, y al menos dos cuerpos fueron encontrados envueltos en plástico, uno de ellos acompañado de un mensaje, lo que sugiere prácticas ligadas al crimen organizado.
La ola de violencia se desató tras un operativo federal en el que fue abatido Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “La Perris”, presunto líder criminal, junto a su compañero “El Chema”, durante un enfrentamiento con fuerzas armadas en Navolato.
Contexto y contraste con la “construcción de la paz”: La narrativa oficial sobre la “construcción de la paz”, impulsada por figuras como Omar García Harfuch y respaldada por el Ejército, busca proyectar una estrategia de seguridad basada en la coordinación interinstitucional y la reducción de la violencia.
Sin embargo, los hechos recientes y pasados en Culiacán muestran una realidad distinta: la violencia no solo persiste, sino que se intensifica tras operativos federales, generando reacciones violentas de grupos criminales y afectando gravemente a la población civil.
Slogan y discurso oficial: “Inteligencia contra la delincuencia”
Durante el sexenio de Felipe Calderón y Genaro García Luna, igual que con Shienbaum y Garcia Harfuch,se se presumía la “inteligencia” como eje de la estrategia contra la delincuencia organizada.
1. Slogan y uso en discursos oficiales
Durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), Genaro García Luna, entonces secretario de Seguridad Pública, impulsó el lema “Inteligencia contra la delincuencia” como parte central de la estrategia de seguridad. El objetivo era diferenciarse de operativos meramente reactivos y destacar el uso de tecnología, análisis y coordinación interinstitucional.(…algun parecido ?)
Ejemplo de uso en discurso oficial:
“La estrategia de seguridad del gobierno federal se basa en la inteligencia contra la delincuencia, utilizando tecnología de punta y análisis de información para anticipar y neutralizar las acciones del crimen organizado.” — Felipe Calderón, 2008, presentación del C4 en la Ciudad de México.
2. Material visual y campañas
Imágenes de conferencias de prensa: García Luna y Calderón frecuentemente aparecían juntos en eventos donde presentaban centros de mando, mapas digitales, pantallas de monitoreo y equipos de inteligencia policial.
Fotografías oficiales: Se difundieron imágenes de los Centros de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C4 y C5), con el logo de la Secretaría de Seguridad Pública Federal y el slogan “Inteligencia contra la delincuencia”.
Videos institucionales: En spots televisivos y redes sociales, se mostraban operativos coordinados, uso de tecnología, y frases como:
“La inteligencia es nuestra mejor arma contra el crimen.”
3. Textos periodísticos y comunicados
El Universal, 2008:
“García Luna presenta el nuevo modelo de seguridad basado en inteligencia contra la delincuencia, con énfasis en la coordinación de información y la tecnología de punta.”
Excélsior, 2009: “El secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, destacó que la inteligencia policial es el eje de la lucha contra el narcotráfico.”
4. Referencias documentales
Informe de Gobierno 2008:
“La Secretaría de Seguridad Pública Federal ha fortalecido sus capacidades de inteligencia contra la delincuencia, desarrollando sistemas de información y análisis criminal.”
Libro “El enemigo en casa” de Anabel Hernández: Incluye referencias directas a la obsesión de García Luna por la tecnología y la inteligencia como herramientas clave del combate al crimen.
El slogan “Inteligencia contra la delincuencia” fue una de las banderas más visibles del sexenio de Calderón y García Luna, utilizado en discursos, campañas institucionales, y material gráfico. La promesa era que la tecnología y el análisis de información cambiarían el rumbo de la lucha contra el crimen organizado, aunque la realidad terminó mostrando limitaciones y contradicciones de esa estrategia, que vemos otra vez.
La masacre de Culiacán evidencia las limitaciones y contradicciones de la estrategia de “construcción de la paz” en regiones donde el crimen organizado mantiene una fuerte presencia y capacidad de respuesta armada.
Los datos de este fin de semana demuestran que, pese a los operativos y el discurso oficial, la seguridad en la ciudad sigue siendo precaria y la violencia, desbordada.
No debe de perderse de vista, que cualquier plan que se digne en serlo, debe pasar por avances en la seguridad y debe percibirse mayor tranquilidades esto no ocurre, esta fallando el plan.
Desmenuzando la reflexión
1. Enfoque en la seguridad como eje central
La frase subraya que cualquier estrategia o plan gubernamental, especialmente en contextos de violencia o inseguridad, debe tener como condición indispensable el avance en materia de seguridad. No basta con buenas intenciones o discursos: la seguridad debe ser un pilar ineludible.
2. La percepción ciudadana como termómetro
No solo importa que existan acciones operativas o estadísticas oficiales,asis han maquilladas; la tranquilidad debe ser perceptible para la ciudadanía. Si la gente no siente un ambiente más seguro, el plan pierde legitimidad y eficacia, independientemente de los informes oficiales recurrentemente optimistas.
3. Criterio de evaluación
El éxito de un plan no se mide únicamente en documentos o cifras, sino en resultados tangibles y en la percepción social. Si la tranquilidad y la seguridad no aumentan, el plan —por bien diseñado que esté en el papel— está fallando en su objetivo fundamental.
4. Llamado a la honestidad y la autocrítica
La reflexión invita a no perder de vista lo esencial y a ser honestos en la evaluación de resultados. Si la realidad contradice los objetivos del plan, es necesario reconocerlo y ajustar la estrategia, en vez de maquillar los resultados o insistir en un discurso triunfalista que le llevo a Felipe Calderon y el ejercito a 6 años de masacres y fracasos.
“Estamos repitiendo todo como García Luna: un déjà vu”
1. Estrategias centradas en el uso de la fuerza
Durante el sexenio de Felipe Calderón, Genaro García Luna fue el arquitecto de la llamada “guerra contra el narco”, una estrategia basada en el despliegue masivo de fuerzas federales y militares, con la promesa de recuperar la seguridad y la paz. Hoy, pese a los cambios de gobierno y de discurso, la militarización de la seguridad pública sigue siendo el eje central, con operativos espectaculares y el protagonismo del Ejército y la Guardia Nacional.
2. Resultados cuestionables y percepción de inseguridad
En ambos periodos, los resultados tangibles para la ciudadanía han sido limitados: la violencia persiste, los homicidios no disminuyen de manera sostenida y la percepción de inseguridad se mantiene alta. Así como en tiempos de García Luna, hoy se reportan operativos exitosos y detenciones importantes, pero la tranquilidad en las calles no llega.
3. Narrativas oficiales vs. realidad cotidiana
Tanto en el pasado como en el presente, el discurso oficial insiste en que se avanza hacia la paz y la reconstrucción del tejido social. Sin embargo, la realidad cotidiana —balaceras, desplazamientos, masacres— desmiente ese optimismo. La brecha entre la narrativa gubernamental y la experiencia ciudadana es, otra vez, abismal.
4. Falta de autocrítica y revisión de estrategias
Uno de los grandes errores del periodo de García Luna fue la falta de autocrítica: se insistió en la misma estrategia pese a sus evidentes fracasos. Hoy, el gobierno repite el patrón: ante la falta de resultados, se refuerzan las mismas acciones, sin abrirse a una revisión profunda ni a alternativas que aborden las causas estructurales de la violencia.
5. Riesgos de la repetición
Repetir las fórmulas del pasado sin aprender de los errores solo perpetúa la crisis de seguridad. La historia reciente demuestra que la militarización y los “golpes de efecto” no garantizan la paz; al contrario, pueden agravar el problema y minar la confianza ciudadana en las instituciones.
Conclusión
La sensación de déjà vu es inevitable: las estrategias, los discursos y hasta los fracasos parecen calcados de la era García Luna y no es casualidad,es causalidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: