Otro interesante articulo, publicado en el diario español,El pais,presume una triste realidad,la Presidenta Claudia Sheinbaum y lo que esta diga, vale muy poco, por no decir nada, al interior del partido de Morena.
Un Análisis del valor político de Claudia Sheinbaum en Morena de acuerdo con el artículo de El País
El diario El País utiliza una serie de metáforas bíblicas para ilustrar el momento que vive Morena bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum: la compara con Moisés bajando del Sinaí para entregar los mandamientos, pero advierte que, como en la historia original, la líder se enfrenta a una tribu indisciplinada, dividida y tentada por el “becerro de oro” del poder y los intereses personales.
El texto sugiere que, pese al gesto solemne de Sheinbaum al enviar su carta con “mandamientos” éticos a la militancia, su capacidad real de mando y transformación dentro de Morena es limitada y está en entredicho.
Desmenuzando la carta y el contexto
- La carta como síntoma de crisis interna: El envío de la carta no es un acto de fortaleza, sino un “último recurso” ante la amenaza de que el partido se le escape de las manos. El propio El País señala que la misiva fue recibida con recelo, guardada con celo y su contenido aplazado para una lectura pública posterior, lo que evidencia la falta de consenso y la resistencia interna.
- Llamado a la unidad y principios: El mensaje de Sheinbaum pide unidad, humildad y servicio público, y advierte contra la corrupción, el nepotismo y el influyentismo. Sin embargo, el propio artículo y los hechos recientes muestran que estos llamados han sido ignorados o, en el mejor de los casos, recibidos con escepticismo por las principales figuras que tienen capturado al partido y quienes siguen priorizando sus apetitos personales sobre el proyecto colectivo que nada tiene de humanista y si de transformador, pues la reversa también es cambio.
- Morena, un partido sin cohesión real: El artículo destaca que Morena es un “cajón de sastre” donde coexisten múltiples grupos y familias políticas, unidos más por la figura de López Obrador que por una identidad o disciplina propias. Ahora, sin ese pegamento, las divisiones y luchas internas afloran, y la autoridad de Sheinbaum es insuficiente para imponer orden o disciplina.
- Ejemplos de desobediencia y crisis: Casos como el de la gobernadora de Baja California y su esposo, Carlos Torres, investigados por lavado de dinero y corrupción o el de Rocha Moya en Sinaloa y Americo Villarreal en Tamaulipas, muestran que las advertencias éticas de Sheinbaum no han tenido efecto real. Los actores señalados no solo ignoran los principios proclamados, sino que incluso desafían abiertamente las reglas internas, justificando su permanencia y aspiraciones políticas pese a las investigaciones y escándalos que ya cruzaron la frontera a los EE.UU
- Resistencia de los liderazgos internos: Figuras como Ricardo Monreal y Adán Augusto López, destinatarios directos de la carta, no se sienten aludidos ni asumen responsabilidad alguna por la crisis interna, lo que refuerza la percepción de que la presidenta carece de fuerza real para disciplinar o renovar al partido en manos del junior del ex-presidente,para varíar enfrentado soterraneamente con la presidenta.
¿Cuánto “vale” Sheinbaum en Morena?
El balance que ofrece el artículo es contundente: el valor político de Sheinbaum dentro de Morena es, por ahora, muy bajo o nulo. Sus llamados a la ética y la unidad son ignorados, sus intentos de control se ven como gestos desesperados y su autoridad es socavada por la falta de cohesión, la indisciplina y el oportunismo de los cuadros internos. La comparación con Moisés es especialmente significativa: así como el profeta bíblico nunca llegó a la tierra prometida, Sheinbaum corre el riesgo de quedarse como una figura simbólica, incapaz de conducir realmente al partido hacia una nueva etapa.
La carta de Sheinbaum, lejos de consolidar su liderazgo, evidencia la debilidad de su posición dentro de Morena. El partido sigue dominado por intereses personales, oportunismo y una cultura política que privilegia la supervivencia y el reparto de poder por encima de los principios. La presidenta, pese a sus intentos, no logra imponer un rumbo claro ni frenar la degradación interna. Todo indica, como sugiere el artículo, que su peso real en el partido es “muy poco o nada”, y que Morena repite los vicios del pasado que tanto criticaba cuando era la “borracho y no el cantinero, ahora embriagado de poder”.
Asi lo dice EL PAIS:
“…Son varios quienes han comparado la entrega de la carta de Sheinbaum con sus mandamientos a la militancia de Morena con el episodio bíblico de Moisés al bajar del Sinaí.
Se le ve como un momento fundacional del claudismo, un cambio total que se llevará a cabo a partir de los nuevos mandamientos de la presidenta que, de manera similar a los mejores relatos de la historia, un nuevo rumbo a la marcha del pueblo que lidera.
Se entiende que entre la fanaticada siempre hay excesos cuando se exaltan los atributos del líder. El problema es creer que realmente se está en un momento fundacional. Poco le duró el gusto de la entrega de las tablas de la ley morenista. Sheinbaum ahora ha tendido que contemplar cómo su grey sigue entregada a la adoración del becerro de oro, los bailes orgiásticos y la conducta desenfrenada. Antes de partir a la tierra prometida, tendrán qué hacer el recuento de los daños. Como sabemos todos, Moisés no llegó a pisar la tierra prometida, solamente la pudo contemplar desde lejos.
¿Qué podía salir mal en esa tribu en la que está embutido lo peor de los otros clanes? Hasta en el Arca de Noé –pasaje bíblico que también resulta pertinente- el tema del abordaje fue más ordenado: una pareja de cada especie. En Morena son como veinte de cada una, se han apoderado del timón y nadie quiere asomarse a ver si el clima ya se despejó. Todos están cómodamente instalados y nadie se acuerda de Noé. En el arca morenista lo que importa no es salvar a las especies sino coleccionar animales.

Tomemos el caso de la hoy conocidísima gobernadora de Baja California. No sabemos, según esto ni la presidenta sabe, gran cosa sobre por qué le quitaron la visa estadounidense a ella y su esposo. Como hay un enorme vacío informativo, lo que tenemos son rumores. En el estado fronterizo los chismes recaen sobre el esposo de doña Marina. Se habla de lavado de dinero y negocios del marido y su hermano que levantaron la sospecha de las autoridades norteamericanas. Lo que no es especulación es la vida política del consorte de la gobernadora. El señor Carlos Torres fue panista desde joven. Llegó a ser el líder nacional de las juventudes panistas, fue legislador y funcionario en el calderonismo. Ya como diputado local en Baja California, hace pocos años, Torres fue expulsado del PAN por haber apoyado a Jaime Bonilla –archienemigo de su hoy esposa- en su pretensiones de quedarse en el poder de manera ilegal. En ese entonces se hablaba de sobornos de Bonilla por millones de dólares en el congreso estatal. Después Torres apareció como marido de doña Marina, que incluso le dio un puesto en el gobierno lo que lo convierte en su subordinado. Desde ahí, el cónyuge expanista parece haber desarrollado una novedosa habilidad para los negocios.
En su primera explicación sobre su visa cancelada, la gobernadora habló de la lealtad, del amor y de la pareja. Y que lo que le pasó a su marido, a quein primero le quitaron la visa, le pasaba a ella por extensión. Después de poner al consorte en el centro de la mirada pública ya no quiso decir nada. El señor Torres es ahora militante de Morena. La evolución de la crisis de la gobernadora Ávila indica que el hoy morenista y consorte Carlos Torres arrastrará a su partido a una debacle de dimensión insospechada como bien señaló la periodista Adela Navarro en estas páginas.
Lo del señor Torres es como lo del señor Yunes, el señor Corral, el señor Murat, o el señor Luis Enrique Benítez, que fue hasta hace una semana distinguido priista en Durango. Creen que les hacen un hoyo a los partidos de oposición robándoles militantes, pero en realidad participarán en el hundimiento del movimiento cuando este comience.
Lo que pasa con la gobernadora y su marido es el resultado de las adoraciones al becerro de oro, si se le quiere ver así. Pero también hay otro episodio bíblico pertinente. La destrucción de Sodoma y Gomorra, poblaciones consumidas por el pecado y sobre las que llovió fuego. No faltará mucho para ver arder la ciudad morenista y si se quiere salvar, Claudia tendrá que huir y no voltear a ver la tierra pecaminosa a riesgo de convertirse en estatua de sal.
Con informacion: Diario Español/ELPAIS/@juanizavala/

No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: