El martes, el puerto estuvo blindado por la presencia de Claudia Sheinbaum, Gobernadores y el Gabinete que asistieron al Consejo Nacional de Seguridad Nacional.
Ayer, mataron al actual Magistrado Edmundo Román Pinzón, ex presidente del Tribunal Superior de Justicia de Guerrero, al salir de sus oficinas.
El ataque ocurrió en el Fraccionamiento Las Playas, cerca de la Playa Caleta, en donde desde hace años los grupos del crimen organizado “Los Rusos” y el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA) mantienen en vilo a las familias, establecimientos comerciales y hasta a los vendedores ambulantes.
Fuentes allegadas al funcionario judicial revelaron que había decidido trabajar los casos en su domicilio y no en la oficina porque al parecer había recibido algunas amenazas. También indicaron que algunos reos lo responsabilizaban de sus encierros y penas.
Román Pinzón se desempeñaba como presidente de la Segunda Sala Penal de Acapulco, en donde se resuelven casos de delitos del orden penal como son homicidios, robo, violaciones, secuestros, entre otros.
Entre 2005 y 2011 fue presidente del Poder Judicial durante la Administración estatal del perredista Zeferino Torreblanca. Desde 1985 inició su carrera judicial como secretario de acuerdos.
“Hace cuatro días, el Magistrado (Edmundo Román) le dijo a una persona que es de su confianza que ya no iría a la oficina, pero este miércoles (ayer) decidió ir y por lo que se ve, ya lo estaban esperando para matarlo cuando ya estuviera dentro de su automóvil, que dejó estacionado en la calle la Gran Vía Tropical”, dijo una fuente allegada al funcionario.
Según los reportes de las autoridades, el Magistrado recibió cuatro balazos.
Una fuente del Poder Judicial dijo que ninguno de los Magistrados tienen medidas de seguridad, pese a que se sabe que algunos de ellos reciben todo tipo de amenazas.
“Es lamentable lo que le pasó al Magistrado Edmundo, todos estamos consternados, no lo podemos creer, era un excelente compañero”, declaró la Magistrada Adela Román Ocampo.
“Este acto lamentable enluta a Guerrero y exige justicia inmediata”, dijo ayer la Gobernadora morenista de Guerrero, Evelyn Salgado.
Un claro mensaje a los ciudadanos
El asesinato del magistrado Edmundo Román Pinzón en Acapulco envía un mensaje alarmante a los ciudadanos y a las autoridades, revelando la fragilidad de la seguridad en Guerrero y la audacia del crimen organizado. Este hecho tiene varias implicaciones preocupantes:
Desafío al Estado
El asesinato del magistrado, ocurrido apenas un día después de la reunión del Consejo Nacional de Seguridad en Acapulco, representa un claro desafío al Estado mexicano. Los grupos criminales demuestran su capacidad para actuar con impunidad, incluso en momentos de alta presencia de miles de efectivos de las fuerzas de seguridad a las que también ejecutan.
Vulnerabilidad del sistema judicial
La ejecución de un alto funcionario judicial expone la vulnerabilidad de quienes imparten justicia. El hecho de que el magistrado Román Pinzón aparentemente había recibido amenazas y optaba por trabajar desde casa subraya el peligro constante que enfrentan los funcionarios judiciales.
Control territorial del crimen organizado
El ataque en una zona turística como el Fraccionamiento Las Playas evidencia el control que ejercen grupos como “Los Rusos” y el Cártel Independiente de Acapulco sobre áreas clave de la ciudad. Esto demuestra la incapacidad de las autoridades para garantizar la seguridad incluso en zonas emblemáticas y bajo despliegue militar histórico.
Impunidad y falta de protección
La ausencia de medidas de seguridad para los magistrados, a pesar de las amenazas conocidas, revela una grave deficiencia en la protección de funcionarios judiciales. Esta situación puede disuadir a otros jueces y magistrados de tomar decisiones firmes contra el crimen organizado.
Clima de temor e inseguridad
Para los ciudadanos, este asesinato refuerza la percepción de que nadie está a salvo de la violencia del crimen organizado. Si un alto funcionario judicial o incluso un alcalde o Diputado Federa puede ser ejecutado con tal audacia, la sensación de vulnerabilidad entre la población general se intensifica.
Cuestionamiento a las estrategias de seguridad
El contraste entre el blindaje del puerto para la reunión de seguridad y el asesinato al día siguiente cuestiona seriamente la eficacia de las estrategias de seguridad implementadas por Omar García Harfuch y el aparato Militar tradicionalmente inutili e ineficaz.
En conclusión, este acto de violencia envía un mensaje sombrío sobre el poder del crimen organizado y la fragilidad del estado de derecho en Guerrero. Exige una respuesta contundente de las autoridades para restaurar la confianza en las instituciones y garantizar la seguridad de los funcionarios judiciales y la población en general.
Con informacion: ELNORTE/
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