Para esta Navidad Santa Clos está metido en aprietos, pues no encuentra todas las bicicletas que le han pedido en sus cartas.
Productores nacionales revelan que hay producción detenida, principalmente en los modelos considerados de alta gama, por escasez de componentes, aunado a mayores costos de materiales nacionales e importados, así como de fletes, como consecuencia de la pandemia.
De acuerdo con Fernando Mejía Basurto, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Bicicletas, la industria está padeciendo un fenómeno nunca antes visto, al grado de que la mayoría de los productores tienen bicicletas parcialmente armadas, que no han podido entregar porque no llega el resto de los componentes.
Señaló que productos de media y alta gama no están disponibles en todos los modelos por falta de esas piezas que se han retrasado desde el exterior, situación que podría complicarse aún más debido a que la variante Ómicron ha orillado nuevamente a algunos proveedores en China a parar su producción.
Los principales componentes que faltan en las fábricas de bicicletas son: rueda libre y cambios de velocidad, lo que llaman el efecto sin manos, entre otros, detalló Mejía Basurto.
Julio César Cepeda Viramontes, director de Julio Cepeda Jugueterías, coincidió en que es grave la escasez global de componentes para bicicletas, y de algunos juguetes, que en este año estarán ausentes en los anaqueles.
"El precio de los fletes marítimos ha crecido una enormidad, cuando hace dos, tres años pagamos 2 mil 500 dólares desde China, ahora llegan a costar 20 mil dólares.
"Aunado a que hay escasez de productos, por ejemplo, China ha tenido varios paros en sus fábricas, no están trabajando al 100 por ciento o hay cierres por varios días para contener los contagios del Covid-19", describió Cepeda Viramontes.
En su caso, su filial Cinelli, que produce bicicletas, no puede sacar toda su producción porque hay pedidos de piezas que no les han enviado y en otros se está batallando para conseguirles flete o apenas están en trayecto.
Si antes se tardaban tres meses desde que hacían el pedido hasta que llegaba a la planta productiva, ahora el tiempo es de hasta seis u ocho meses.
"Por el tema de las bicicletas, y de otros juguetes, desde unas semanas cancelamos el sistema de separado en las jugueterías ante la incertidumbre de no saber cuándo llegarán las piezas y juguetes, y para no quedarle mal al cliente", reconoció Cepeda Viramontes.
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